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—Oh… ¿Cómo es posible que se vea tan espectacular en la vida real? Pensé que la imagen estaba retocada.

Me río por el comentario de Lila mientras permito que sostenga mi mano y compare la realidad con la foto que ha sido publicada en diversos medios, anunciando el matrimonio entre Jay y yo.

—¿Vas a soltar mi mano en algún momento?

Lila finge molestia y me deja ir.

—Mírate, solo dos días de que te hicieras la prometida del señor Paltrow y tu ego ha llegado a las nubes.

Golpeo su frente.

—Tú también, ¿Por qué volviste al país y no me avisaste? —me hago la herida.

—Oye, ¿Qué sentido tendría haberte dicho? Arruinaría toda la diversión. —Lila afirma—. Además, mi pobre amigo lleva mucho tiempo intentando entregar ese anillo, hubiera sido muy injusto hacerlo esperar más.

Veo a mi amiga con duda.

—¿Mucho tiempo?

—Si te atreves a decirle a Jay, cortaré tus pestañas mientras duermes, ¿Está claro? —finjo coser mi boca y Lila se inclina hacia mí—. ¿Recuerdas el día que te envié por el bolso?

—Uhm.

—Pues… digamos que solo fue una estrategia.

—¡¿Qué?!

Lila se apresura a callarme y luego sigue.

—Sí tuve que ir a esa cita pero lo del bolso… ciertamente, fue un soborno de Jay. —confiesa—. ¡Lo lamento! Él quería una excusa para poder comprar un anillo y yo quería el bolso!

Mis pensamientos empiezan a encajar.

—¿Realmente no fue a ninguna reunión de trabajo y siempre estuvo en el centro comercial?

Lila asiente con una sonrisa.

—Eres un poco tonta, tengo la intuición de que te dejó dormir justo al lado de donde lo guardaba y nunca lo notaste.

Elevo mi mano con duda.

—Entonces, ¿Para qué midió mi dedo?

—El anillo que compró fue diseñado exclusivamente por él tomando como ejemplo las medidas de uno de mis anillos. Duraría mucho tiempo en recibirlo y cuando lo tuvo, tenía miedo de que luego no fuera de tu talla. Nunca usas anillos, fue más difícil de lo que creímos.

Resoplo, para luego reír ligeramente con gracia.

—¿Estás feliz? —Lila cuestiona con seriedad y yo la miro.

—Para ser sincera, aún tengo un poco de miedo. Aún tengo que aprender a querer y recibir afecto sin miedo a ser lastimada, también, quiero mejorar para no herir a Jay nunca más con mis actos. —suspiro—. Pero incluso si temo del futuro, a su lado, creo que estoy lista para dar lo mejor de mí en la batalla. Merecemos un final feliz, después de todo, hemos pasado por mucho para conseguirlo.

Lila sonríe orgullosa.

—Estás convirtiéndote en una mejor persona cada día y eso es lo importante. Mientras sigan aprendiendo de sus errores y trabajen juntos para no volver a cometerlos, todo debería llevarlos por el buen camino. —mi mejor amiga me ve con ojos llorosos—. Es momento de soltar el pasado, Sunnie.

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