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Jay está a punto de desabrochar su cinturón de seguridad pero cubro su mano haciendo que detenga la acción y me mire, esperando a que diga o haga algo. Incluso si no es la primera vez que clava sus ojos en mí de esta manera, aún no puedo controlar el ponerme nerviosa al estar tan cerca de él.

—Yo…

—¿Estás nerviosa? —pregunta mientras sonríe ligeramente—. Dime, ¿Qué es aquello que quieres compartir?

Suspiro.

—Me gustaría subir primero… sola. —su rostro luce inexpresivo e intento resolver la situación, actuando con torpeza—. ¡No me refiero a que no quiero estar contigo! Yo… tengo que hacer algo y necesito que no estés, o sea, no porque no quiero que estés, ¡Y-

Jay deja salir una carcajada tan fuerte que estoy segura podría escucharse desde el exterior. Niega con gracia sin quitarme la vista de encima.

—No tengo idea de por qué odiaba esto de ti antes… ¿Cómo no podría darme cuenta de lo linda que te ves cuando actúas con torpeza?

—¿Estás diciendo que soy una tonta?

—Yo tengo el físico y el cerebro, tú la gracia y la buena fe. —recita—. Pensé que estaba claro.

Lo golpeo ligeramente en el pecho logrando que ría aún más.

—Te estás burlando de mí ahora mismo…

Sujeta mi barbilla para luego inclinarse sobre mi asiento. Espero que me bese y cierro los ojos como reacción, pero solo logro sentir su cálido aliento sobre la piel de mis labios cuando ríe débilmente.

—Quieres hablar primero con los chicos sobre nosotros, ¿Cierto?

Abro los ojos de inmediato, topándome con un hermoso rostro a pocos centímetros.

—¿Uh? Yo… ¿Estás molesto?

—¿Por qué me molestaría que quieras terminar de confirmar que estamos juntos? —sonríe, luego vuelve a su lugar y deshace el seguro de la puerta—. ¿Diez minutos son suficiente? Me quedaré aquí y haré unas llamadas mientras tanto.

Me inclino hacia él y dejo rápidamente un beso sobre su mejilla, tornando su piel de un color rojo intenso.

—¿Cómo puedes ser un novio tan increíble?

Estoy a punto de bajar del vehículo pero Jay toma mi mano trayéndome de vuelta al interior. Su rostro se esconde en mi cuello mientras inhala el aroma de mi perfume.

—Deberías dejar de hacer eso tan seguido.

Susurra, mientras sus labios se deslizan dejando un beso detrás de mi oreja.

—¿Cuál sería el problema? ¿No quieres ser besado por mí?

Las palabras salen con dificultad de mi boca, estoy segura de que no podré caminar correctamente después de esto. Jay no responde de inmediato pero muerde ligeramente mi cuello, lo alejo entre risas y luego lanza un beso para mí.

—No olvides decir mis cualidades cuando estés ahí arriba.

—No creo que necesite mucho tiempo, entonces.

—¿Eres mi novia o mi enemiga?

Lanzo un beso para él en respuesta y bajo completamente del vehículo yendo hasta al ascensor.

***

Cuando llego al área de trabajo, Eleanor, Susie y Erika están reunidas en la cafetería tomando un poco de café mientras conversan. Me acerco a ellas con lentitud y al notar mi presencia, todos callan y me observan. En este momento, empiezo a sentir más culpa que nunca.