Jungkook
El elfo olía a libertad, a bosque, a cosas buenas. No olía a dragón.
Jungkook se aferró a él con la yema de sus dedos, no con sus garras; a él no quería lastimarlo, e inhaló el aroma a elfo. Los brazos fuertes de Jimin se cerraron alrededor de su cuerpo y no lo dejarían ir. Confiaba en eso, confiaba en él. Cuando el temblor comenzó, esos brazos lo abrazaron con más fuerza y Jungkook lo atrajo aún más cerca, queriendo ocultarse en la seguridad de este lugar y nunca irse.
-Te tengo. -Esa voz resonó alrededor de ese lugar silencioso y cerrado.
Esas dos simples palabras lo destrozaron, dejándolo completamente vulnerable.
Y por primera vez, en un largo tiempo, vivir no dolía.
Jimin
Al inicio del día, cuando el amanecer era una insinuación en el horizonte y la noche estaba en su punto más frío, Jimin se movió a otro agujero en la tierra. Su escape no podía ser apresurado. Donghae buscaría a lo largo y ancho a Jungkook, olvidando darle un vistazo más de cerca a su nido... o eso esperaba Jimin.
Otras pocas horas después, cambiaron a otro agujero en el suelo, alejándose cada vez más de su frontera hacia una arboleda y luego descendieron, adentrándose en lo más profundo hacia el valle escondido que Alice le había mostrado.
Aún no estaban a salvo, pero con cada hora que pasaba, sus oportunidades aumentaban. Jungkook no había hablado desde que salieron del nido. Ahora se encontraba sentado y recargado contra una roca, en la orilla de un pequeño y balbuceante riachuelo. Sus prendas rasgadas colgaban de su cuerpo, su piel tenía un tono grisáceo y sus mejillas lucían demacradas. Unos nudos apelmazados enredaban su cabello oscuro y se amontonaban en su costado derecho. El aroma a sangre infectada permanecía en él, pero cuando Jimin le sugirió revisar la herida, Jungkook no había respondido y acercarse sin su permiso ya había desencadenado que luchara o intentara huir más de una vez.
-Necesitamos seguir moviéndonos. -Jimin tomó una enorme hoja de laurel y la metió al riachuelo, ahuecando agua en el interior y se la ofreció a Jungkook.
Jungkook parpadeó, mirando hacia la hoja.
-Bebe.
Y parpadeó otra vez. Tragó saliva, mojó sus labios agrietados y solo en ese momento, notó a Jimin. Su expresión se quebró por un momento, retorciéndose en confusión.
-Bebe -volvió a insistir Jimin.
Jungkook tomó la hoja que le ofrecía, olfateó el agua, sus ojos estaban atentos ante cualquier truco. Jimin asintió, animándolo a beber. La manera en que Jungkook se movía, sus ojos moviéndose frenéticos y su cuerpo incómodo como si no cupiera en su propia carne, demostraba que la parte dragón de Jungkook permanecía acechando.
Aceptando que Jimin no estaba a punto de envenenarlo, levantó la hoja y tragó, derramando agua sobre las esquinas de su boca y por su barbilla. Se limpió los rastros de agua con su mano, manchándose de tierra.
-He... er... -Su voz fue un gruñido. Jungkook tosió y se aclaró la garganta-. He sido... dragón por tanto tiempo... hablar... -Su voz se quebró. Hizo una mueca-. Me cuesta... mucho acostumbrarme.
-No necesitas explicarme. -Jimin volvió a llenar la hoja, se la dio y observó mientras Jungkook bebía con ansias. Volvió a extender su mano para tomar la hoja, pero Jungkook tenía el cuerpo tenso y lo miraba fijamente con su entrecejo fruncido cubierto de lodo.
-Tenemos que seguir moviéndonos -explicó Jimin-. Hay que adentrarnos en lo profundo del valle. Hay una granja en ruinas. Alice nos encontrará ahí.
-¿Alice? -preguntó Jungkook, su rostro mostraba confusión.
-La humana...
De repente, Jungkook se puso de pie y tambaleante, se dirigió hacia los árboles.
Chocó contra un árbol, se cayó y luego vomitó el agua. Sus dedos se sujetaron a la corteza de un árbol mientras se volvían blancos.
Jimin esperó. Había visto elfos profundamente traumatizados. Apresurarlo no le haría ningún bien, pero tenían que seguir moviéndose. Cuando las arcadas de Jungkook se detuvieron, Jimin caminó a su alrededor y se aproximó por el frente. Despacio y con mucho cuidado, puso una mano en el hombro de Jungkook. Unos temblores hacían que todo su cuerpo se estremeciera. Jungkook sujetó su costado donde unas manchas húmedas de sangre cubrían su camisa sucia.
-Déjame ayudarte.
Jungkook le dio una mirada furiosa.
Jimin retiró su mano, esperando que se transformara en cualquier momento.
-Sigamos moviéndonos. -Jungkook se arrastró hasta ponerse en pie. Logró dar otros tres pasos antes de desmayarse cayendo de cara en la tierra.
Gracias por leer 💛
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Elfo Y Dragón #2 Kookmin
RandomLuego de creer al príncipe Jungkook Amatista muerto, Park Jimin trata de seguir con su vida y su plan de acabar con los dragones, pero entonces llegará un rumor inesperado, el principe está vivo los humanos lo tienen al otro lago del mundo, Park Jim...