Elfo Y Dragón #2 Kookmin

Capítulo 18

Jungkook

El sol era cálido, el bosque estaba tranquilo, la brisa estaba repleta de aromas primaverales y no se escuchaba un solo rugido de dragón, los escalofríos de Jungkook se calmaron. Había desestimado las miradas preocupadas de Jimin, diciéndole que era el cansancio de la travesía, pero el temblor no había comenzado hasta que había visto a los dragones en el cielo.

Antes no les tenía miedo. Ni siquiera después del apareamiento o cuando Miura le jodió la mente. Pero ahora… el terror se aferraba a su corazón y lo empapaba de sudor frío. Nadie quería tener miedo, ni sentir que su cuerpo los traicionaba y Jungkook siempre lo había escondido, controlado y usado. Cualquier señal de miedo lo habría matado tiempo atrás, si lo hubiera permitido.

Pero eso fue antes de estar enjaulado, antes de Donghae. Todavía podía saborear al bastardo en lo hondo de su garganta y si dejaba que los recuerdos lo arañaran, la bestia de bronce estaría dentro de él nuevamente.

Tragó saliva. Se le revolvió el estómago y se le hizo agua la boca. Los escalofríos comenzaron de nuevo. ¿Terminaría alguna vez?

¿Quizá la gente de Jimin sería más amable? No podrían ser peores. Pero no se haría ilusiones. No le darían la bienvenida con los brazos abiertos. De hecho, el optimismo de Jimin parecía demasiado entusiasta. Tal vez los elfos sentían una esperanza inherente, pero Jungkook había vivido el tiempo suficiente para que su esperanza se le acabara a golpes.

El hecho era que Jungkook había matado a elfos. A demasiados. Y a los que no había matado, se los había entregado a Hakiru como sus juguetes. Matar asesinos, proteger a la reina, reunir a las armadas, esas eran las cosas en las que se había destacado. O Jimin lo había olvidado o se estaba engañando a sí mismo.

Un olor almizclado le hizo cosquillas en la nariz. Abrió los ojos y olfateó el aire, separando los labios para llevar el sabor a través de su lengua.

Lobo.

Se puso en pie de un salto y se sumergió en la maleza tras Jimin.

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