Capítulo 17

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Jimin


Las grandes olas tronaron contra las sobresalientes rocas costeras. Cruzando la extensión de agua de aspecto furioso, la tierra de Jimin chocaba en el horizonte. Había viajado por una distancia parecida un par de veces, pero en bote. Y aquí no había botes. Solo unos escombros que tal vez serían suficientes para hacer una balsa, pero eso llevaría demasiado tiempo.

—¿Puedes volar, elfo? —Jungkook sonrió, aparentemente divertido por el tramo de agua que impedía que siguieran su camino.

—¿Y tú?

Jungkook soltó una suave risa y el sonido suave y ondulante desencadenó una pequeña cascada de aleteos en el vientre de Jimin, era el tipo de reacción que llevaba a distracciones errantes y pensamientos prohibidos.

Entonces haría una balsa. Pero no esta noche, el cielo era de un tono sangre. Solo quedaban unas pocas horas de luz del día y era mejor aprovechar el tiempo para hacer un campamento.

—Sabes… —Jungkook se rascó la nariz y le dio a Jimin una mirada perversa que decía que no le gustaría lo que estaría por decir—. Puedo nadar.

Y morir.

—Son millas de distancia —espetó Jimin—. Tener que nadarlo casi me mata.

Jungkook puso los ojos en blanco.

—Obviamente no como hombre…

Oh. Era probable que los dragones pudieran flotar y dado lo que había presenciado del físico de Jungkook como dragón, tenía la fuerza.

—¿Y cómo se supone que voy a cruzarlo yo?

—¿Quieres que te lo deletree? —Jungkook se agachó y recogió una piedrita, arrojándola después hacia las agitadas olas—. Supongo que nos tomará unas horas del amparo de la oscuridad. Si te subes detrás de mi cresta, estarás protegido de las olas. Intentaré…

—Haré una balsa —lo interrumpió. Sería más fácil que… lo que sugirió Jungkook. Solo tomaría juntar unas pocas tablas y algunas redes desenredadas de pesca. Todo lo que necesitaba estaba aquí. Comenzó a buscar los escombros entre las rocas e ignoró a su corazón palpitante.

—¿Tienes miedo de acercarte a un dragón sin apuñalar tu espada en él?

Las palabras detuvieron en seco a Jimin. Se giró y vio a Jungkook lanzando más piedritas al oleaje burbujeante de forma calmada.

—Y tengo mis razones.

Jungkook le lanzó una mirada juguetona, del tipo que anhelaba seguir probando su suerte.

—No muerdo. A menudo. —Se enderezó y se sacudió la arena de las manos—. Si hubiera querido comerte… —Su boca reprimió una sonrisa—. Lo habría hecho en el nido cuando no estaba en mi sano juicio. En ese momento, te veías exquisito.

¿Miedo? Jimin ajustó la espada en su espalda. No tenía miedo, sino un saludable deseo de seguir con vida, provocado por la mirada curiosa y juguetona en los ojos de Jungkook que hizo que Jimin se preguntara si estaba a punto de arrepentirse de aceptar su oferta.

—¿Puedes nadar esa distancia? —La costa opuesta estaba muy lejos y el agua era traicionera.

—¿Acaso dudas de mi palabra?

No, solo de mi propia cordura.

—Y se supone que solo deba… ¿trepar?

—Haces que esto sea más difícil de lo necesario. —La sonrisa de Jungkook le daba la bienvenida al peligro—. Estamos perdiendo el tiempo. Di que sí y cambiaré.

Elfo Y Dragón #2 Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora