Capítulo 31

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Jimin

Un tono anaranjado se derramó sobre los árboles caídos y los cuerpos destrozados. Los dragones abrieron enormes agujeros en el bosque, a través de la línea de ataque de los elfos y ahora su fuego calentaba el aire, incendiando los árboles restantes.

Jimin se agachó para protegerse del calor y se volvió hacia la fuente de las llamas.

Jungkook. Estaba luchando contra Dongwook. El rey dragón estaba distraído y de espaldas, exponiendo su lomo y corona a la línea de elfos.

—¡FUEGO! —gritó Jimin—. ¡Disparen al rey, ya!

Las ballestas soltaron sus flechas fabricadas de dientes de dragón. Emprendieron el vuelo, arqueándose hasta el cielo y luego convergiendo contra la cabeza de la bestia negra.

Muere, escoria.

Las flechas se hundieron en su cuello y la bestia gimió, pero ninguna se hundió en la coronilla.

—¡VUELVAN A CARGAR!

Una pared de escamas y garras se estrelló contra la línea de defensa. De un momento a otro, Jimin quedó boca abajo en el suelo, los oídos le zumbaban, su cuerpo se convirtió en una masa palpitante de dolor. Se movió a tientas por la hierba, gateó y rodó sobre su espalda.

Un amatista estaba sobre él, sus ojos se redujeron a rendijas y se clavaron en Jimin. Echó la cabeza hacia atrás e hinchó su garganta de modo que las escamas de la parte inferior de su cuello comenzaron a brillar más y más.

Jimin se removió debajo de la bestia, agachándose bajo su pecho y empujó la espada hacia arriba, a través de las escamas de la bestia, adentrándose en las costillas, hasta la empuñadura y luego lanzó cada gramo de fuerza para sacar la hoja. Una de sus patas perdió el equilibrio. Jimin rodó, escapando por poco. De repente, Taehyung apareció, en lo alto del cuello de la criatura, sus cuchillos destellaron mientras se hundían detrás de la cresta del dragón. El dragón se retorció, puso los ojos en blanco y cayó con un ruido sordo que hizo temblar el suelo, arrojando nubes de tierra y escombros.

Taehyung emergió de entre el desastre y tomó la mano errante de Jimin, ayudándolo a ponerse de pie.

—Tienen a Suho.

Jimin lo escuchó, pero la devastación que se extendía por todas direcciones hizo que sus pensamientos se hicieran trizas. Las ballestas se hacían añicos. Elfos muertos yacían entre enormes dragones caídos. Por Alumn, esto nunca debió haber sucedido. Había tantos muertos…

—Se acabó.

Taehyung bloqueó su visión de la devastación. Lodo y sangre manchaban su rostro y sus ojos tenían un brillo angustiado.

—No ha terminado. Tenemos que salvar a Suho.

—¡Vuelvan a la base! —gritó Jimin a quiefuera que quedara en pie, su voz se quebró a mitad de la orden. Los que aún estaban vivos hicieron eco de la orden de retirada a través de las filas de elfos. Todavía no regresarían a Cheen. Era demasiado peligroso. En cambio, se dispersarían, desviarían a los dragones con su olor y solo regresarían a casa una vez que fuese seguro. Cheen estaría a salvo. Pero las pérdidas eran devastadoras.

Los dragones, tal vez sintiendo su victoria, se habían alejado y ahora parecían reunirse entre el lodo, alrededor de Jungkook y Dongwook.

—Él está ahí fuera, Jimin. —Taehyung señaló a través de los árboles en llamas— Tenemos que ayudarlo.

Jimin envainó su espada.

—Esperaremos.

—¡No, tenemos que ayudarlo ahora!

Al menos doce dragones rodeaban la desembocadura. No habría forma de atravesarlos. Lo más probable era que Suho ya estaba muerto.

—Es un suicidio.

La boca de Taehyung tembló con un gruñido.

—Eso nunca te detuvo. Es Suho, Jimin. No podemos abandonarlo.

Las últimas palabras de Suho resonaron en la mente de Jimin.

Park Jimin está muerto para mí.

—Su destino está en las manos de Alumn.








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Elfo Y Dragón #2 Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora