Jimin
Después del incidente con los lobos y más tarde, cuando los bronce casi los habían encontrado, Jungkook se había mantenido alejado. Ahora, Jimin se presentaba ante los ancianos de Cheen, pero ya no estaba seguro que esto fuera lo correcto. Jungkook estaba a salvo lejos de Cheen y esperando su regreso, pero traerlo aquí después de todo lo que le había sucedido podría ser demasiado pronto.
—Es bueno verte de regreso, Jimin —lo saludó Freya. Él asintió amablemente. Siendo la última en llegar, se sentó a la cabeza de la mesa—. ¿Qué es tan urgente que no pudo esperar a que te instalaras antes de convocar a esta reunión?
Había llegado hacía menos de una hora y acudió directamente a los ancianos, evadiendo las peticiones de Suho de ser informado primero. El líder de la Orden ahora se sentaba a la derecha, entre las docenas de sus altivos. Ni estaba Taehyung, ni Leah. Probablemente estarían de guardia.
—Traigo noticias de los humanos y una oportunidad.
Rápidamente, les contó cómo los bronce habían acabado con un gran número de vidas humanas, pero les dijo que se recuperarían a tiempo y luego esperaron a que les presentara la verdadera razón de su regreso tras su marcha hacía dos meses.
—Tengo a Jungkook Amatista a mi cuidado.
Varios jadeos inundaron el salón. Todos conocían ese nombre. Jungkook Amatista había causado la muerte de sus seres queridos. El hijo menor de la reina tenía una reputación. Aunque se retorcía conforme pasaba del elfo a elfo. Jimin los dejó hablar y quejarse, recordándose que la primera vez que vio a Jungkook, habría dado lo que fuera para clavar una espada a través de su corazón. No debía olvidar que su gente se sentía de la misma manera.
—¡Silencio! —ordenó Freya, silenciando a todos en el salón y luego posó su mirada en Jimin—. ¿A tu cuidado? Jimin, ¿por favor podrías explicarte?
—Sé que lo encontrarán difícil de creer… —Les contó todo lo que se atrevió a decir. Algunas partes Suho las sabía, con demasiado detalle, a decir verdad, pero el líder de la Orden permaneció en silencio. Jimin les contó cómo Jungkook le ayudó a escapar de la torre y lo mantuvo con vida en repetidas ocasiones desde entonces.
—Él no es como los demás —resonó la voz de Leah desde el fondo de la habitación. Jimin no la había visto entrar, pero ahora la encontró en medio de la turba enojada y asintió en agradecimiento. Ella inclinó la barbilla en respuesta—. Me mantuvo a salvo de los bronce —añadió—. Él es la razón por la que hoy estoy aquí.
—Tal parece que este dragón es aficionado a salvar elfos —observó Freya, sin un ápice de simpatía—. Tan convincente como suena todo, él sigue siendo un príncipe amatista. Sus motivos probablemente son poco bondadosos.
Si tan solo hubiera visto a Jungkook salvar a Jimin de los apetitos sexuales de los bronce o las incontables veces en las que había ayudado de alguna u otra manera.
Alice había entrado en razón, pero solo después de que fue demasiado tarde.
Jimin empezó a temer que decirles que Jungkook era bueno no sería suficiente, pero era todo lo que Jimin podía darles. Eso y la verdad.
—Yo no maté a la reina de los dragones, pero estuve presente. —La multitud volvió a murmurar. Soltó un suspiro, la verdad finalmente era libre—: Jungkook le rompió el cuello.
Los murmullos se convirtieron en un alboroto que los ancianos tardaron demasiado tiempo en controlar nuevamente.
—¿Y qué estás sugiriendo, Jimin? —Freya finalmente se dirigió hacia él.
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Elfo Y Dragón #2 Kookmin
RandomLuego de creer al príncipe Jungkook Amatista muerto, Park Jimin trata de seguir con su vida y su plan de acabar con los dragones, pero entonces llegará un rumor inesperado, el principe está vivo los humanos lo tienen al otro lago del mundo, Park Jim...