Jimin
El grupo de humanos cruzó las puertas abiertas de Cheen llevando ropas desaliñadas y expresiones lúgubres. Un grupo de altivos de la Orden encargados de acompañarlos desde el último kilómetro los escoltaba, las obvias diferencias raciales se volvieron repentinamente evidentes. Los humanos daban pasos más firmes, sus cuerpos eran más robustos, más pesados y con una fuerza física parecida a los dragones. Mientras que los elfos tenían una apariencia más definida y flexible, la diferencia entre las mazas se balanceaba en la batalla y en las espadas bien equilibradas. Por todas partes los elfos observaban la llegada de los humanos, estudiando a sus visitantes y viceversa. Cientos de años y generaciones habían pasado desde que humanos y elfos habían luchado codo con codo, cientos de años desde que los humanos habían abandonado a los elfos a mitad de la batalla, desde que ellos atacaron al mundo con su devastadora arma, cambiando las cosas para siempre. Jimin también esperaba cambiar las cosas, pero para mejorarlas. Ya no podrían ser peor.
Alice encabezaba al grupo y elevó su rostro en el momento en que vio a Jimin.
Freya, quien usaba una túnica blanca, se acercó primero.
—Mi gente los recibirá de forma amigable y acogedora —los saludó la anciana, su sonrisa fue cálida, pero detrás ocultaba una advertencia—, a cambio solicitamos la misma cortesía.
Jimin medio escuchó el intercambio de saludos cordiales, pero mantuvo su mirada en los asesinos que aún flanqueaban a los humanos, cada uno con una presencia formidable. Los humanos estaban armados con lo que parecían ser pistolas y sus manos descansaban cerca de esas armas. Jimin percibió el aroma a dragón en ellos, lo que probablemente explicaba la recelosa mirada de orgullo en sus ojos. Los dragones una vez se habían infiltrado en sus territorios como humanos, otra razón por la que los elfos desconfiaban de estos forasteros. El aroma probablemente provenía de varios altercados sucedidos a lo largo de su viaje.
El cambio tenía que empezar por la confianza.
Jimin le lanzó una mirada a Taehyung y asintió.
—Dile a la Orden que retrocedan. Estas personas no son una amenaza para nosotros. Pero permanezcan atentos.
Freya organizó una reunión en el salón del consejo una vez que todo el grupo entró y asignó a unos cuantos elfos para ayudarles a buscar alojamiento. Observó el momento en que el grupo se separó y las sonrisas nerviosas comenzaron a crecer. La ansiedad se iría pronto, con el tiempo, pero ya no les quedaba mucho.
Poco después, Jimin se encontró con Freya, Alice y un hombre alto y delgado con piel del color de la madera carbonizada que se movía con nerviosismo. Aunque no por ansiedad, sino por emoción.
—Jimin, mon dieu!—Los brazos de Alice lo rodearon por un momento—. Me alegro tanto de volver a verte. —Jimin le devolvió el abrazo, inhalando el aroma a mar y humano—. Te presento a Oliver. —le dijo, apartándose y señaló al hombre a su lado.
La sonrisa de Oliver iluminó su rostro amable mientras le extendía la mano.
—He oído hablar mucho de ti.
Jimin tomó su mano, dándole un fuerte apretón. Sus palabras eran más sencillas de comprender que las de Alice. Eran familiares, pero diferentes.
—Viene de América —explicó Alice.
Jimin no tenía ni idea de lo que significaba esa palabra, pero recordó cuando el padre de Alice mencionó que existía un enorme territorio al otro lado del océano y se llamaba algo así. Si Alice confiaba en él, entonces Jimin estaba seguro que este hombre valía la pena, aunque sus movimientos y gestos constantes hacían que quisiera sentarlo y ordenarle que se quedara quieto.
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Elfo Y Dragón #2 Kookmin
RandomLuego de creer al príncipe Jungkook Amatista muerto, Park Jimin trata de seguir con su vida y su plan de acabar con los dragones, pero entonces llegará un rumor inesperado, el principe está vivo los humanos lo tienen al otro lago del mundo, Park Jim...