𝐋𝐀 𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐀𝐌𝐀𝐍𝐓𝐄 ✅

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El viaje de la maga II
"El Reino del Norte I"

sovieshu's perspective

Hoy era la sesión mensual del Gabinete, una reunión que se hacía cada más con todos los ministros y duques importantes para discutir los problemas que hubiera o peticiones que le tuvieran al emperador. La emperatriz en función del momento también era tradición que fuera a estas reuniones, ya que era esperado de ella ser una mujer culta e inteligente al haberse hecho con este título imperial. El cual hacía referencia al estatus social que ostentaba y la ponía como la mujer más influyente e importante de todo el imperio en cuestión. Su poder solo era rebasado por el del emperador. Eso era hasta que yo lo estropee inmediatamente cuando me casé con Rashta, y con eso ya había roto unas cuantas tradiciones y reglas que había en la Casa Imperial. Desde eso ya pasó un tiempo.

Cuando entré a la sala, todos se levantaron de sus asientos para recibirme con una reverencia. Me senté en el Trono izquierdo, donde el emperador se sentaba. Miré a un lado al asiento vacío, realmente después de los años, estaba solo. Uno de ellos me entregó el pergamino largo con todo lo que había que hablar o discutir.

—Su majestad, ¿me permite hablar?

—Adelante, Duque Faus.

—Creo que hablo por todos los presentes cuando digo que hay un asunto importante que esperábamos poder hablar con usted.—hizo una pausa, intentando encontrar las palabras adecuadas para eso. Me entró curiosidad, porque que yo supiera, no había nada.—Sentimos que es un problema urgente el que usted encuentre y elija una emperatriz.

—¿Una nueva emperatriz?

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aurora's perspective

Mientras más me acercaba a mi destino, más nieve comenzaba a ver por todas partes e incluso dentro del carruaje empezaba a hacer algo de frío. Era algo que ya anticipé al haber venido mucho antes al Reino del Norte, me había puesto encima un abrigo de invierno para mantener mi temperatura. Este territorio era uno con muchos bosques y climas adversos, podríamos decir. Nevaba la mayoría del año y aún más en lo que llamamos invierno. Aunque dejaba unos paisajes nevados preciosos desde mi punto de vista, ya que crecí en un lugar que apenas nevaba y era algo más claro hizo diría yo.

No lo recordaba claramente, pero hace dos o tres años había venido aquí por una petición del rey del Norte. Más la pedazo súplica que me dedicó el embajador o mensajero. Incapaz de rechazar tal cosa, fui a la capital donde residía la familia real.
El problema estaba con la única hija y heredera del los reyes del Norte, estaba enferma desde hace años por alguna enfermedad desconocida y ningún médico de su zona había encontrado cura alguna. Yo me acordé que lo vi en un libro bastante viejo de la Escuela de Magia Oriental, en el que me hablaba de enfermedades interesantes. La que acosó a la princesa Farya fue "La fiebre soñolienta". Ella literalmente estaba durmiendo indefinidamente, mientras más tiempo estaba dormida, más avanzaba la enfermedad. Por suerte suele avanzar muy despacio, aunque en la mayoría de casos faltan médicos o magos curativos que sepan cómo tratarlo. Ese era el problema y ahí intervenía yo.