𝐋𝐀 𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐀𝐌𝐀𝐍𝐓𝐄 ✅

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Emperatriz I
"El amor del emperador"

sovieshu's perspective

Estaba contando los días hasta que Aurora llegase a la capital. Me encontraba estático por el hecho de que ella finalmente hubiera aceptado ser mi emperatriz tras tantos años de insistencia, y Elián tuvo razón en ello. Ya que ame aconsejó que la dejara libre por el momento, que era más que evidente que ella me quería como nadie pero tenía que ser Aurora la que dejase su libertad por su propia voluntad y viniera a mí. Que ella fuese quien diese el primer paso. Y así habíamos quedado.

Al recibir su carta hace un par de días, al principio no me lo creí y estaba algo incrédulo. Aunque luego pensé que no tendría sentido que escribiera todo esto para luego retractarse. Y así apaciguando las demandas de los señores, anuncié frente a toda la Corte y el Gabinete que Aurora Dagmar sería la próxima emperatriz. Que los preparativos fuesen comenzando para una boda real.

Se supone que iba a llegar hoy, así que traté de que todo estuviera más o menos listo para su llegada. Mis dudas se confirmaron cuando un guardia nos dijo que vio el carruaje real viniendo para la capital. Estaba en mis aposentos, arreglándome. Hace tiempo Aurora me había regaló un broche al ser oficialmente nombrado el príncipe de la corona y futuro emperador, era una especie de rosa roja. Recuerdos sus exactas palabras "Serás el mejor de los emperadores, lo he visto en mis sueños. Eres más que capaz de hacerlo, nunca dudes de ti mismo, Sovieshu." Lo guardé todos estos años y lo usaba a menudo en ocasiones muy especiales, como mis aniversario de cumpleaños o la llegada de importantes invitados extranjeros.

—El carruaje ha entrado en la ciudad, no debe de estar más que minutos del Palacio Real.—me informó un guardia.

Y me dirigí a esperarla en la entrad, estos minutos se me hicieron eternos. Miraba constantemente a las vallas, para ver si ya estaba aquí o no. Debía admitir que me sentía algo nervioso al no haberla visto desde hace un mes y pico, encima que a lo mejor me había apresurado a anunciarlo cuando ni siquiera estaba aquí. Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando el carruaje en el que Aurora estaba en, entró al recinto imperial. Pronto estaba enfrente de mí. Cuando la vi bajar del vehículo, no pude sentirme más aliviado de su llegada que nunca.

—Bienvenida de nuevo, Aurora.

—Se siente bien estar en casa, Sovieshu, dime, hay pajaritos que me dicen que quizás te hayas adelantado un poco al anuncio de quién será tu emperatriz.

—Creo que a todos les quedó claro a quien yo quería desde un principio.

—¿O si, tan seguro estás?

Le robé un beso, que ella por fin aceptó gustosamente. Sentí que todo por lo que hemos pasado estos últimos años, valió la pena si al final ella y yo estaríamos juntos.