𝐋𝐀 𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐀𝐌𝐀𝐍𝐓𝐄 ||| ʟᴇᴅ ғᴀɴғɪᴄᴛɪᴏɴ
❝ ¿Y si Navier en un último intento de quitar a Rashta del corazón del emperador Sovieshu, hace que otra mujer sea su amante también? ❞
𝐬𝐨𝐯𝐢𝐞𝐬𝐡𝐮 𝐱 𝐨𝐜
𝐧𝐚𝐯𝐢𝐞𝐫 𝐱 𝐡𝐞𝐢𝐧𝐫𝐞𝐲
→ La empera...
"Nunca a amé a otra mujer tanto como la amé an Aurora, ella es la dueña de mi existencia. Por ella respiro, por ella soy feliz, por ella late mi corazón, por ella mi mente se queda despierta, por ella vivo y ella controla todo en mí"
PALABRAS DEL EMPERADORSOVIESHU SOBRE SU EMPERATRIZ AURORA
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everyone's perspective
Ya habían pasado siete años desde el matrimonio del emperador Sovieshu Vikt y la emperatriz Aurora. Al parecer después de pasar por dos emperatrices anteriormente, Sovieshu había encontrado al a la indicada que pasaría el resto de su vida junto a él. Después de los desastres y escándalos que le habían traído sus pasados matrimonios, este con la única hija del anterior Duque Dagmar, no le había dado más que paz y prosperidad al imperio. La emperatriz Aurora había demostrado ser tan hermosa como fértil, ya que en los siete años de casados, le había traído al mundo a seis vástagos del emperador—seis príncipes.—pero no le quitaba nada de su inteligencia. Ella había hablado abiertamente sobre su desagrado por las leyes que iban en contra de las mujeres y convenció al emperador de abolir las leyes de la esclavitud. Al ser de una familia noble, Aurora Dagmar entendió con claridad cómo encajar en su rol de emperatriz de Oriente y ejecutó su papel a la perfección.
—Su majestad, el emperador Sovieshu.—dijo el guardia, mientras el nombrado entraba en la oficina de su esposa.
—¿Qué hace aquí su majestad? ¿No debería de estar en una reunión del Gabinete con su Consejo Real?—preguntó la emperatriz sin apartar la mirada de unos documentos.
—Han retrasado la reunión un par de días, además no me lo paso bien cuando tú no puedes participar por tu condición.—comentó él mientras se acercaba a darle un beso suave, y acarició su barriga de ocho meses.—Quiero que sea una princesa esta vez, ya tenemos suficientes príncipes.
—Yo también.
—Su nombre debería de ser Aria.—dijo en voz el emperador.
—Es un bonito nombre.
Acariciaba con cuidado la barriga de ochoa meses de su esposa, sabiendo lo que sufrió en su último parto—en el cual casi no salió con vida, debido a varias complicaciones que surgieron.—y ese fue en el que le prometió que sería el último de todos. Aunque aquí estaban, de nuevo pasando por un momento que debería de ser feliz y emocionante pero no lo era por alguna extraña razón. Era como si se estuvieran diciendo adiós al otro. No sabiendo si verían a su amado dentro de un tiempo, aquel reloj de arena se estaba acabando muy rápido y sentían que tenían muy poco tiempo para decirse adiós. Ninguno quería decirse el otro la gira verdad que ambos sentían. Ninguno sabía si Aurora sobreviviría a otro parto más, nadie lo podría predecir, ni ella misma.