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La petición de la emperatriz IV

Un día quedaba antes de tener que darle una respuesta definitiva a la emperatriz Navier

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Un día quedaba antes de tener que darle una respuesta definitiva a la emperatriz Navier.

Ella se sentó en uno de los bancos que había en los jardines imperiales, pensando sobre qué hacer. Hacía tiempo que no tomaba tal difícil decisión de la cual no encontraba respuesta después de un día, es que realmente lo tenía que pensar muy bien. En el caso que aceptara la oferta de la emperatriz, se volvería la concubina del emperador y por los meses de recuperación que le quedaban de quedaría en el palacio imperial. ¿Qué pasaría cuando fuera la hora de irse? Porque no tenía tal intención de hacer un lugar su residencia permanentemente, ella era un alma libre que necesitaba aventuras para subsistir.Y tampoco estaba dispuesta a dejar su libertad por esto. No merecía la pena.

Pero si no aceptara, tenía un fuerte presentimiento de que algo malo pasaría. Algo que aprendió por las buenas o malas, era confiar en su instinto que la sacó de muchas situaciones peligrosas. Había estado teniendo dolores de cabeza inusuales, también tenía un sensación de nublado en su mente. Algo que casi nunca le pasaba.

De la nada, un pájaro de plumaje dorado y iris púrpuras voló hasta ella. Posándose en su regazo. Eso era un criatura preciosa, traía una sensación de majestuosidad y belleza increíble.

—Que preciosidad, ¿quién será tu amo?—se preguntó a ella misma.

No obtuvo una respuesta tanjante claramente, los pájaros o cualquier animal no hablaban. Aunque este precioso pájaro portaba un aura humano, lo cual le resultó extraño a Aurora. Después del todo era la segunda maga más reconocida y fuerte de todo el continente, eran pocas cosas que no hubiera ella visto. Y ciertamente, esta criatura lo era.

—Posees cierto parecido al príncipe Heinrey de Occidente, no lo he visto desde hace tiempo y es una buena persona. Al contrario de todos los rumores, era un chico muy dulce cuando estudió en la Escuela de Magia.

El pájaro pareció ponerse ruborizado, a ella le hizo gracia esta acción del animal y empezó a reír por lo bajo.

—Ha sido un rato agradable pero tengo que irme ahora, he quedado con un viejo amigo mío y este asunto es bien importante.

Dijo Lady Aurora Dagamar levantándose y alzando a aquella hermosa ave al vuelo. Ella esperó a que el pájaro dorado estuviera fuera de su campo de visión antes de reunirse con Alnair, necesitaban discutir sobre un asunto importante del que ella formaba parte en. Su encuentro con aquel dragón no fue por casualidad ninguna, tenía sus sospechas desde hacía mucho tiempo pero era más que imposible confirmarlas. Y la única que era capaz de hacerlo sin levantar sospechas hacia la Sociedad Mágica era ella misma.

Ella pidió que el carruaje la dejase en un lugar de la capital, enfrente de una panadería y que deseaba ver un poco los alrededores. No diciéndoles su verdadero paradero. Fue hacía la parte turbia de la capital, ella no estaba asustada en absoluto, sino sentía que la gente lo estaba de ella. Se paró frente a un edificio un tanto antiguo en un pequeño callejón de la Calle Pricnipal y entró dentro tras hacer un hechizo. Por dentro del hogar era todo lo contrario, tan limpio que podías ver tu reflejo en el suelo y muy ordenado también. Ahí estaba él frente la hoguera.

—¿En serio sigues con tu afición por el fuego? No sopresa que tantos edificios se queman cuando tú estás ahí. Y yo tengo que salvarnos.

—Ese es el porqué nos llevamos tan bien.

—Por supuesto.—dijo ella siguiéndole el juego, parándose a su lado mientras ambos miraban al fuego abrasador de color azul que había frente a ellos.—Se volvió azul cuando me acerqué.

—Yo lo hice azul.—comentó cambiándolo de color de nuevo como si tuviera un botón al lado.—Bueno, debemos de hablar sobre Occidente y qué haremos con ellos. Ya que no podemos permitirnos el lujo de que ellos sigan con su plan de guerra contra el Imperio de Oriente.

—Si lo sé, convencer al príncipe Heinrey de lo contrario imposible. Obstinado y testarudo en cuanto a esto.—comentó Aurora.—Pero si podré tratar de preparará a Oriente en caso de que decida ir con ellos al final de todo, aceptaré ser la concubina del emperador Sovieshu.

—Sabes que es innecesario, seas o no su concubina, él hará todo lo que digas porque te ama.

—No lo negaré, pero sabemos que la relación de Sovieshu y Navier no ha sido buena, además de que escuchado la palabra divorcio. Eso no puede ser, Oriente no se puede permitir perderse a la mejor emperatriz de su historia.

—Verdad, ¿lo sabe ya el primer mago?

—Le escribí una carta a la Escuela de Magia, ya sabes que se retiró a dar clases de vez en cuando.

Hablaron un poco más para después despedirse, lo bueno era que sabían de todos sus problemas y cómo solucionarlos. Lo difícil ahora sería ejecutar los planes que tenían en mente. Aunque no lo parecía públicamente, la Sociedad Mágica de Wol era quienes mantenían la paz bajo la superficie. Quienes prevenían todo tipos de problemas para que no hubiese conflictos gigantes como la última vez. Ellos eran quienes tomaban las decisiones difíciles que emperadores o reyes no podían.

La Sociedad Mágica controlaba a Wol.

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El próximo día, ya era el último para responder a la petición de la emperatriz Navier. Aurora pensó mucho sobre este asunto, tenía claro que en parte solo lo aceptaba para cumplir con su deber como la Segunda Maga de la Sociedad Mágica de Wol. Eso iba primero ante todo y todos, no debía mezclar su trabajo con lo personal pero a veces no tenía opción que hacerlo. Pero tenía que ser muy cuidadosa con eso mismo.

—Supongo que vienes a darme tu respuesta, Aurora.—dijo la emperatriz tras beber un sorbo de té—Debes saber que tu elección no afectará a nuestra relación amistosa.

—Elijo decir que sí, me convertiré en la concubina del emperador y me aseguraré de encargarme del problema.

—¿Seguro que aceptas hacerlo?

—Por supuesto, ese es mi deber.

Estrecharon las manos, este sería el inició del fin de aquella concubina de nombre Rashta. Y también el comienzo del detallado plan para evitar una guerra entre las dos potencias del continente de Wol.

 Y también el comienzo del detallado plan para evitar una guerra entre las dos potencias del continente de Wol

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𝐋𝐀 𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐀𝐌𝐀𝐍𝐓𝐄 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora