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La última vez

Esa era su última noche ahí, tumbada en la cama de los aposentos que habían sido su hogar desde hace unos meses

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Esa era su última noche ahí, tumbada en la cama de los aposentos que habían sido su hogar desde hace unos meses. Y de los que pronto tendrían que despedirse de estos aposentos, esta capital y toda la que gente que ella genuinamente apreciaba de verdad. Bueno, algunas excepciones eran Alnair y Alistair. Ellos eran buenos amigos de ella, aunque cada uno tenía sus peculiaridades y dificultades. Nadie era perfecto. Y no sabías lo que esperarte de la mente de una persona que ha vivido de todo y simplemente vive por no morir.

Ella podía decir con seguridad que todos los magos de su categoría, eran así. Solos en el mundo, sin nadie en quien apoyarse más que ellos mismos. Eso venía también con el sentimiento de vacío interior. Para Aurora, no importaba si curaba o salvaba a miles de personas, esa necesidad de amor y aprecio en su vacío era un abismo infinito. Que nunca en su vida, sería capaz de llenar.

Pensaba en Navier, una amiga que quería mucho. Tenían recuerdos de su niñez y juventud muy buenas juntas. Claro, Sovieshu también estaba por ahí metido en alguno que otro. Tal vez pensaría de vez en cuando en ella, pero Aurora sería incapaz de extrañar a esa persona.

Por supuesto, estaba la única familia directa que le quedaba tras el fallecimiento de ambos de sus padres. Tanto querido y odiado por ella, el Duque Elián Dagmar. Quién no tenía esposa, ni hijos (tal vez algún bastardo de los burdeles del ducado) ni felicidad en su vida. Su única alegría era ver a su hermana menor, aunque ella a veces lo rechazara.
Ella se aseguraría de visitarlo tanto como pudiese.

Y finalmente,
a la única persona que llamaba como "El amor de mi vida". Sovieshu Vikt, probablemente sería el que más triste estaría por su ida pero no lo mostraría abiertamente. Se lo guardaría en el interior de su frio corazón, hasta que explotase. Él amaba con locura y perfección, era el príncipe azul de todas las historias. La misma persona que creció viendo a su madre sufrir por la concubina que trajo su padre. A causa de eso, le juro a Navier no traer ninguna. (Eso no le salió muy bien que digamos).

—¿Lo amo?—pasaron unos largos segundos, mientras pensaba en su respuesta.—No lo sé.

Realmente era especial ese hombre, estaba poco por ella. Seguía tan enamorado como el primer día que se conocieron, aunque pasaran años sin verse el uno al otro cara a cara. Era un caso demasiado raro.

Fue justo ahí en ese entonces, que oyó unos golpes a su puerta y ella se levantó de la cama y fue a abrir la puerta. Nada más abrirla, unos labios hicieron contacto con los suyos en un beso apasionado y arrinconándola en la pared. Cuando se separó, estaba sin aire literalmente. No había llegado a procesar la situación y pasaba esto.

—¿Sovieshu?

—Dime que no me quieres, si es que no sueñas conmigo todas las noche, si no es que piensas en mí todos los malditos días y te acuestas pensando en mí como yo lo hago. Dímelo antes de que todo esto.—hizo una pausa.—Llegue a más.

Sus miradas se conectaron cómo imanes.

—Si no quieres que lo haga, dímelo ahora y acabemos con esta farsa. Probablemente no te veré por uno año como mínimo y ese pensar, me aterroriza.

Ella estaba sorprendida, por la actitud de Sovieshu. Él nunca actuaba tan repentinamente y tan impulsivamente. Realmente nunca lo vio actuar de una manera tan, ¿cómo decirlo? Con tanta necesidad. Podía verlo en sus ojos, la necesidad de que ella estuviera a su lado o se derrumbaría. Pero ella no podía. No podía simplemente quedarse a su lado siendo ella quien era.

—Por dios, respóndeme Aurora. No me mires solamente, háblame.—por primera vez, ella no supo qué decir.—Si no hablas, tomaré tu silencio como mi respuesta.

—Hazlo.

Fue en ese momento, que por fin tras tanto tiempo. Sus cuerpos se encontraron lo que tanto ansiaban del uno al otro, y ningún pensó en detenerse. Solo siguieron la vibra de la noche, dejando consumarse entre ellos. Sovieshu tomó a Aurora al estilo princesa y la llevó a la cama. Quedando así él encima de ella, tenían las respiraciones agitadas y sus corazones latían fuertemente. Se deshizo de su ropa y su vestido de noche.

—Eres jodidamente preciosa, Aurora.

|•••|

En esa misma noche mientras Aurora y Sovieshu disfrutaban de su última noche juntos, Navier estaba sola en sus aposentos por no poder conciliar el sueño. Ella no entendía porqué, normalmente se dormía al instante. Ya que con la carga de trabajo de cada día y lo que tenía que soportar, era lo suficiente para hacer que estuviera exhausta. Algo en ella no quería decirle porque no dormía. Así que estaba tumbada en su cama, sin saber qué hacer para dormir. Ya que si no tenía sus horas de dormir recomendadas, al próximo día sufriría las consecuencias de ello.
Tenía las ventanas de sus grandes aposentos abiertas, a ella le gustaba sentir la brisa del viento de la noche.

Qué sorpresa para ella cuando Reina adentro por la ventana y se posó frente a ella.

—Has venido, ¿te ha enviado el príncipe?

Parecía responderle a su pregunta mientras movía de arriba a abajo la cabeza. Tenía reacciones muy humanas, pero eso le resultaba muy bonito y adorable.

—Hay mensaje.—musitó.

Tomó el trozo de papel.

"Me iré a Occidente por no sé cuando tiempo, de solo pensar que estaré separado de usted tanto tiempo. Me rompe el corazón. Tal vez cuando vuelva la próxima vez, sea ya el rey de Occidente y alguien digno de estar con usted."

¿El príncipe está enamorado de mí? pensó Navier algo sorprendida. Ella ni en sus más remotos sueños hubiera imaginado algo así. Añadiendo que, a juzgar por sus palabras, él quería estar con ella. No podía evitara sentirse algo alagada por por este mensaje.

Sin embargo, Navier sabía que lo que fuera que ella tenía con el príncipe no sería posible. Ella era la emperatriz del Imperio Oriental y la esposa legal de Sovieshu, no podía cambiar eso y no quería cambiarlo. Este fue su sueño desde que tenía memoria y no sabía si estaba preparada para dejarlo si elegía a Heinrey.

FIN DEL ACTO I
DE "LA OTRA AMANTE"

Continuará...

Continuará

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𝐋𝐀 𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐀𝐌𝐀𝐍𝐓𝐄 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora