𝐋𝐀 𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐀𝐌𝐀𝐍𝐓𝐄 ✅

47

El viaje de la maga V
"El Ducado Hails"

aurora's perspective

Me había ido de la capital occidental hace un par de días, estábamos de camino al Ducado Hails. Ya les había avisado que iría a visitarlos pronto. Era una pena que no vería a Lucian por el juramento renovado que hizo para unirse a la guardia real y realmente le gustó el lugar como para quedarse. Incluso después de que su deuda conmigo fuera saldada. Aunque en esta visita podría ver al joven Lucius y a la duquesa regente, Nadya. Quedaba poco para llegar, podía desde lejos las ruinas del templo de Helenia a todo lo lejos en la montaña emblemática del ducado Hails. El cual era uno de los pocos que aún adoraban más a los antiguos dioses que el nuevo Dios.

—Aurora, espero que tu viaje haya ido bien. Me alegra que nos vengas a visitar tras tantos años sin vernos.—dijo Nadya.—Lucius estaba muy emocionado de tu llegada, ahora mismo está en el jardín entrenado, o así es como lo llama pasarse frente a la fuente todo el día.

—Que gracioso, se esfuerza un montón.

Se me había olvidado mencionar que Lucius Hails era un mago sin linaje aparente, tenía el poder controlar el agua—como yo—pero tenía que entrenarlo y desarrollarlo algo más. También en comentaron que iría a la Escuela de Magia en un par de semanas. Estaba orgulloso. Ya que hace años cuando vine por el problema de Nadya, Lucius era una persona novata que ni sabía que era un mago. Desde entonces me encargue que el talento que vi que poseía, no fuera desperdiciado.

—Lucian mira quien ha venido a visitarnos.—comentó Nadya y el joven de catorce años, se giró, me miró y corrió a darme un abrazo.

—Mira quien me ha extrañado tanto.

—Lucius, eso es de mala educación hacer eso sin preguntar.—recalcó Nadya.—Pídele perdón.

—Oh, eso no es necesario. No tengo ningún problema con esto.

—Perdóname, me había emocionado demasiado. Es que esperaba tu llegada desde que nos informaste, hace tiempo que no vienes por aquí.—dijo Lucius, separándose de mí.—Solamente también estoy emocionado de ir a la Escuela de Magia.

—Debo avisarte, no va a ser cosa fácil estar ahí.

—Ya espero eso.

|•••|

sovieshu's perspective

Había pedido al Marqués Karl—una persona en la que tenía mucha confianza y estaba seguro de su juicio justo.—una lista de mujeres para el puesto de emperatriz, el cual aún permanecía vacante desde el divorcio que tuvo con Rashta. Y más se hizo notar ese vacío cuando decidió quitarse la vida, no iba a decir que estaba feliz por eso, ni que me sentía triste. Es como si ya no sintiera nada por ella, cuando solo traía problemas a mi vida y nada más. En cuanto a la lista de mujeres, todas estaban bien. Pero yo solo quería a una, y no estaba en la lista. Ella tampoco estaba dispuesta a ser mi emperatriz y yo no la obligaría a serlo. No era ese tipo de chico, había dejado eso en el pasado.

Aunque no lo pareciera, este asunto me preocupaba muchísimo. Principalmente quería una emperatriz para que me diese un heredero y así estabilizar la monarquía en el Imperio de Oriente.

—Si tan solo, ella aceptara ser mi emperatriz...—dije recostándome en el sofá cama de mi despacho, cerrando los ojos de todo el estrés del trabajo y sin nadie con quien poder realmente desahogarme con.

De repente, alguien tocó la puerta diciendo ser un mensajero y que traía una carta de Aurora. Inmediatamente me puse a leerla:

"Sé que no has oído de mí en mucho, pero quería escribirte esto para que no fuera una sorpresa para mi vuelta.

Como ya te habrás enterado, he solucionado el problema que había con el Reino del Norte (ya me lo podrás agradecer más tarde). Estos días he tenido la oportunidad de ver detenidamente muchas cosas y me ha hecho pensar de nosotros, "lo que somos en realidad." He llegado a la conclusión de que no puedo seguir huyendo de mis problemas, debo de dejar eso en el pasado.

Te he escrito sobre que si la oferta de ser tu emperatriz aún está en pie, la aceptaré con gusto.
Lo siento por hacerte sufrir tanto, Sovieshu.

Con amor,
Aurora."

|•••|

aurora's perspective

Hace un día que había llegado al Ducado Hails y le envié esa carta a Sovieshu, esperaba que la hubiera recibido ya como el mensajero que mandé ya volvió. Pero sin ninguna respuesta de su parte. Solo quedaban unos pocos días hasta volver a la capital, a verlo de nuevo tras la pobre confesión que hice en esa carta, que no podía posiblemente expresar todo lo que sentía por él. Debía de decir que este viaje me aclaro la mente y me permito pensar sobre ciertos aspectos de mi vida, ¿cuál era mi objetivo principal? ¿Aspirar a ser la primera en mando en la Sociedad Mágica? ¿Dedicarme al servicio de la gente? ¿Ser una simple diplomática? ¿Retirarme en el ducado y vivir el resto de mi vida como la simple hija de un duque? Ninguna de esa respuestas me fascinaba del todo, yo no estaba hecha para algo tan simple.

—Aurora, ¿puedo entrar?—preguntó una voz que reconocí de inmediato.—Quiero decirte algo.

—Pasa Lucius.

El joven de pelo blanquecino, ojos grisáceos, contrarios a los carmesíes de sus hermanos mayores. Se ve que había heredado todos los genes de su madre. Traía una pequeña caja en su mano.

—¿Ha sucedido algo importante?

—¿No lo sabes Aurora?

—Realmente no sé a qué te estás refiriendo.—me dio un periódico en el que anunciaba la mujer que sería la futura emperatriz de Oriente por orden de su majestad, y ahí estaba mi nombre en grande. Habían impreso un retrato mío.—No me lo puedo creer.

—Yo estaba tan sorprendido como tú, no dudo que eres capaz de ser una gran emperatriz. Esto es algo que muy pocos lo hacen exitosamente, como la ex emperatriz Navier.—dijo Lucius abriendo la caja.—Quería darte esto en nombre de todo la ayuda que le has dado a mi familia y por el hecho de que serás nuestra emperatriz.