CAPITULO 11

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Lauren POV

Luego de tal declaración hecha por Camila, mi mandíbula cayó al piso. 

No lo había esperado. A decir verdad, no sabia a ciencia cierta si la chica a mi lado estaba jugando conmigo o si quería esto tanto comoyo.

Pero no iba a lanzarme al vacío sin antes estar segura. Así que aunque Camila había tomado mi mano que aún descansaba en su muslo, no detuve mi alejamiento.

Podía sentir como su mano apretaba la mía. Como su respiración se agitaba cada vez más. Como sus dientes aún mordían su labio inferior. Como no había apartado sus ojos de los míos ni un momento luego de abrirlos.

-Lauren... -dijo Camila en voz baja, intentando contenerse.

-¿Lo logré? - dije sabiéndome victoriosa.

-¿Que? - dijo parpadeando repetidamente.

-Seducirte... ¿Lo logré?

Los ojos de Camila habían trazado una ruta desde mi boca a mis ojos, ida y vuelta. Un suspiro escapó de sus labios, como si estuviera meditando internamente qué hacer. 

Y lo que decidió me tomó por sorpresa.

En solo segundos, Camila se había acercado a mi, y se había colocado a horcajadas en mi regazo, pasando sus brazos por mi nuca, sujetándome con fuerza.

Posesión. Eso estaba sintiendo por parte de la morena. Y me encantaba.

Camila se apretó a mi, sabiendo lo que estaba ocasionando en mi entrepierna. Pero no podía detenerla. Tampoco quería.

-Camila... No juegues conmigo.- dije intentando detener esto. Pero ya era muy tarde.

- Tu empezaste Lo... Ahora yo... -dijo acercándose a mis labios.

-¿Ahora tu que? - dije elevando una ceja.

-Ahora quiero saber que se siente ser una de tus musas.

Y eso bastó para mi.

Me incorporé del sofá con ella aún sobre mi, sujetándola con fuerza de sus muslos. Caminé unos pasos sintiendo como ella enredaba sus manos en mi pelo, y mi entrepierna palpitaba cada vez más; llegué el área de la cocina y nos empujé contra la pared, sintiendo como Camila dejaba escapar un suave gemido.

Ella lo estaba disfrutando, y ni siquiera había comenzado a tocarla como quería.

Al tenerla aprisionada y segura, elevé mis manos y apreté su trasero con una de ellas, mientras que la otra siguió un camino hasta su nuca y ya no pudiendo soportarlo más, la acerqué a mi.

Nuestros labios se juntaron primero para un beso casto. Al separarnos, nuestros ojos se encontraron. En ellos había paz, había calma, pero también había excitación y ganas de más. Así que esta vez fue ella la que unió su boca a la mía.

Lo que comenzó tranquilo, terminó en una erección en mis pantalones, y mi lengua recorriendo sus labios por primera vez.

Y allí estaba. El dulce sabor de sus labios.

-Sabes a almendras... -Dije saboreándome, y Camila rió.

- Es mi Lip Gloss favorito. -dijo sonriendo.

-Ahora es mi favorito también. - contesté mordiendo mi labio inferior con fuerza.

Y volví a besarla. Esta vez mi lengua no se detuvo en sus labios, sino que pidió permiso para entrar y Camila abrió su boca para darme lugar.

Sin separar nuestras bocas; volví a sujetarla con ambas manos y me dirigí a la habitación. Al entrar, cerré la puerta pateándola con mi pie y comencé a dejar a Camila en el suelo una vez más.

Mis manos subieron desde su trasero hasta su nuca recorriendo su cuerpo lentamente, sin dejar de besarla.

-Camila... ¿Quieres detenerte?

- No, Lo. ¿Por qué lo dices? - dijo volviendo a besarme.

- Porque no quiero que te sientas presionada a nada. Estábamos jugando y ahora estamos aquí, pero puedo detenerme si me lo pides.

Camila me miró a los ojos de una forma tan intensa, que no sabia si había dicho algo mal o de qué forma debía actuar ahora; me tomó con fuerza de la remera que vestía y me dirigió al centro de la habitación.

Caminé de espaldas siendo empujada por ella, hasta que sentí el borde de la cama tocar mis piernas. En ese momento Camila me tomó de los hombros, haciendo que me sentara, y dejó un beso suave en mi labio inferior.

Sabor a almendras -Camren-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora