Sabor a almendras -Camren-

CAPITULO 62

Lauren POV

Por mas que intentaba ignorar el hecho de que Camila estaba casi a mi lado, no podía dejar de pensar en cuánto me gustaría tomarla en mis brazos y abrazarla una vez mas.

La extrañaba tanto. Que no dudaría ni un solo segundo en volver a ella. Pero era consciente de que necesitaría una disculpa de su parte y un cambio de actitud si queríamos que esto funcionara. El extrañarla no cambiaba el echo de que estaba enojada con ella, y peor aun estaba sumamente herida. La morena había sido tan cruel conmigo, que de verdad me hacía cuestionar muchas cosas sobre nosotras.

¿De verdad me odiaba? No quería creer que fuera verdad. Dolería demasiado.

Así que por esa razón, decidí alejarme de ella.

No contesté sus llamadas ni mensajes en al menos dos semanas enteras. Supe que había visitado mi estudio un par de veces, pero en todas ellas había estado tan ocupada que no fui capaz de notar su presencia. Pero aun no queriendo verla ni hablar con ella, preguntaba constantemente como se encontraba. Al fin y al cabo llevaba a mi bebé en su vientre, y no quería que nada malo les sucediera.

Dinah había sido una gran contención para mi, y por mas que fuera su mejor amiga, se había preocupado en todo momento de que me encontrara bien, y era la que mas me informaba sobre el estado de Camila; al igual que mi madre lo hacía cada día que la morena llegaba al trabajo.

Camila se había levantado de su asiento de repente y la seguí con la mirada. Estaba tan hermosa vestida esta noche, que no podía quitarle los ojos de encima. Se había detenido frente al puesto del DJ y habían comenzado a hablar con el chico, acercándose cada vez mas, ya que la musica resonaba fuertemente por todo el lugar. De un momento a otro las luces se apagaron totalmente y cuando por fin se volvieron a encender, la morena estaba de pie en el centro del escenario, con un micrófono en sus manos. 

Parecía nerviosa, y yo también lo estaba. No estaba segura sobre qué esperar de esta situación.

La música comenzó a sonar y Camila acompañó con su voz de una forma magnífica. No podía creer lo que estaba viendo, la morena recorría el escenario moviendo su cuerpo al compás de la música y me estaba haciendo enloquecer; al igual que a muchas personas mas. Muchos chicos allí presentes la miraban como si fuera una presa lista para ser cazada.

- Te tragarás una mosca si sigues con la boca abierta - exclamó Nat riendo, y fue cuando me di cuenta que Camila me tenía totalmente embobada.

La forma en la que su cuerpo acompañaba la letra de la canción, su trasero que iba de un lado a otro, subía y bajaba como si tuviera vida propia. ¡Dios! Cuánto la extrañaba. 

La canción estaba por terminar. Me había puesto de pie cuando vi que Shawn se estaba acercando al escenario; y la sangre me hirvió por dentro. Así que de forma rápida comencé a atravesar la pista de baile pasando entre un montón de personas que bailaban y cantaban a la par de la morena; para poder llegar antes que él a Camila. Pasé empujándolo hacia un lado, como si reclamara que esa chica me pertenecía, y cuando estuve a menos de un metro de ella, fue que se acercó a mi hasta quedar al borde del escenario.

Sabía lo que tenía que hacer.

Cuando supe que estaba totalmente a mi alcance, la mire directamente a los ojos y vi los suyos mirándome en respuesta. No quería que la siguieran mirando como si fuera algo que pudieran tomar. Camila era mía y solo mía. Así que envolví sus piernas con mis brazos y cuando la tuve bien sujeta la cargué en uno de mis hombros y la saqué de allí a paso totalmente apresurado.

- ¡¿Qué haces loca?! - gritó mientras movía sus piernas frenéticamente tratando de zafarse de mi, pero sin dudas yo era mas fuerte que ella; y tampoco la dejaría caer.