CAPITULO 29

1.8K 154 4
                                    

Lauren POV

Camila había aceptado la propuesta de mi madre de comenzar a trabajar en el Colegio.

Eso significaba una cosa. Pasar tiempo aquí sería mas importante que respirar.

¿Quien necesita eso, no? Ni que fuera algo de vida o muerte.

No podía creer que yo estuviera pensando día tras día en ella, pensando en como podría hacer para encontrarla, y mi madre ya la conociera. Y peor aun, que se llevaran tan bien. No lo entendía. Pero no iba a cuestionar los métodos que tenía el destino. Al final, había respondido a mis plegarias.

Tal vez esto era el mismo destino diciéndome que dejara de ser tan estúpida y fuera a por ella, aunque estaba segura de que Camila estaba sumamente enojada conmigo; podía notarlo por como me miraba y como me había alejado de ella cuando quise demostrarle mi apoyo. Al fin y al cabo, la morena creía que la había engañado al ocultarle que tenía novia; y debía hacerla entender que eso no era cierto y fue todo una gran mentira de Chloe.

¿Pero cómo lograría que me creyera? Aún no lo sabía. Tenia que ser sumamente convincente. Y sincera, sería totalmente sincera con ella.

No había nada más real que el saber que era a ella a la que quería.

Aun seguíamos en la oficina de mi madre. Chris continuaba mirándola embobado, y eso despertaba la furia en mi. Camila era mía. Y él no iba a poner sus mugrosas manos sobre ella, ni sobre mi cadáver; así que cada tanto lo miraba con una de mis mejores miradas asesinas logrando que se pusiera nervioso y apartara sus ojos de la morena. Lucharía contra él si fuera necesario. Y aunque me sintiera una egoísta por pelear por ella como si fuera algo que podríamos obtener fácilmente, no quería perderla. No de nuevo.

-Mira Camila... - dijo mi madre acercándose a la mesa - estos papeles aquí forman el contrato que ofrecemos a todos por igual, pero si tu prefieres puedes firmarlo luego cuando estés segura.

-No, esta bien; puedo firmarlo ahora - dijo Camila tomando el bolígrafo que estaba sobre la mesa.

-¿Estas segura? - preguntó Clara y la morena asintió - Bien, ten. Puedes leerlos tranquila y si tienes dudas me lo dices. Aquí indica cuales serían tus tareas y debajo está el salario que pagaríamos por tu trabajo, eso podríamos discutirlo si no es suficiente... -pero dejó de hablar cuando Camila tomó los papeles y sin dudarlo firmó al final de la página - ¡Oh, bueno! Eres decidida.

Yo sabía eso.

- No me importa el salario ni el horario, aquí estaré todos los días. - Camila hizo una pausa - Simplemente me gustaría hacer una petición si es posible.

Un silenció inundó la oficina. Mi madre la miraba expectante y yo comencé a pensar en las miles de cosas que Camila podría pedir como... "No quiero que Lauren este cerca de mi", "Vendré siempre y cuando Lauren no este por la zona", y la lista seguía y seguía. Mi cabeza no dejaba de inventar razones por las que me querría lejos de ella.

Tenía miedo de volver a perderla, justo cuando el destino la había traído a mi una vez más.

-Muy bien... adelante - comenzó a decir mi madre - ¿Que necesitas mija?

-Quiero que mi hermana pueda estudiar aquí - dijo Camila con un tono de voz decidido - No quiero dinero si a cambio puedo lograr que Sofi reciba una buena educación. Es lo único que pido - terminó por decir con los ojos más inocentes que había visto nunca.

Camila con solo 21 años había decidido cargar con la responsabilidad de mantener una familia a flote; sin dudas admiraba eso de ella.

Estaba segura que mi rostro era el de una tonta enamorada al mirar a la mujer de sus sueños; no podía apartar mis ojos de ella.

Sabor a almendras -Camren-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora