CAPITULO 49

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Lauren POV

Abrí mis ojos solo para darme cuenta que la habitación aun estaba a oscuras; seguramente eran altas horas de la noche o la madrugada. Estiré mis brazos intentando sentir el cálido cuerpo de Camila a mil ado, solo para descubrirme estando sola y su lado de la cama deshecho.

Ella ya no estaba allí.

- ¿Camila? - exclamé incorporándome rápidamente en la cama, al sentir su falta.

No hubo respuesta. La oscuridad caía sobre una habitación en completo silencio. Como un rayo quité las sábanas que me cubrían y me dirigí al baño con la esperanza de encontrarla allí.

- ¿Camila? - volví a repetir, al no encontrar rastros de la morena.

Salí corriendo de la habitación atravesando el pasillo hasta llegar a la zona de la cocina donde queriendo girar, resbalé de la manera mas torpe posible, cayendo al suelo.

- ¡Mierda! - exclamé totalmente enojada.

Segundos apenas pasaron cuando sentí un par de pisadas viniendo a mi apresuradamente.

Camila estaba allí.

- ¿Lo? - preguntó sorprendida al verme en el suelo - ¿Que pasó?

- Oh... - dije dejando salir un suspiro - ¡Estás aquí! - exclamé mientras me abrazaba a las piernas de Camila que aun continuaba de pie a mi lado - ¡Estás aquí! ¡No te has ido! - continuaba repitiendo.

- No, estaba preparando algo para comer – hizo una pausa - ¿Estás bien?

- Si, estoy bien – respondí abrazando sus piernas con mas fuerza aun – Mejor ahora que te tengo aquí. ¿Por qué no estás en la cama? - pregunté haciendo un puchero con mis labios provocando que Camila riera.

- Frijol y yo teníamos mucha hambre – respondió aun riendo.

- ¿Y por que no me despertaste? Podía haber preparado algo para ti y llevártelo a la cama. No vuelvas a hacer eso – pedí aun intentando calmar mis miedos de que volviera a marcharse.

- Si hubieras visto lo adorable que te veías durmiendo, tu tampoco te hubieras despertado – respondió dejando caricias en mis mejillas – Además quería ver si no te habías terminado mi chocolate – exclamó y ambas reímos – Anda, levántate de allí – pidió mientras dejaba caricias ahora en mi cabello.

- ¿Por qué no dejas que te lleve las cosas a la cama?

- Esta todo casi pronto, ven aquí conmigo – dijo tomando mi mano mientras volvía a ponerme de pie – Además luego debo irme.

- ¡¿Pero por queeee?! - exclamé mientras hacía un puchero con mis labios.

- Por que debo ir a trabajar tontita.

- No, no te vayas. No me dejes – pedí.

- Debo ir a trabajar Lo, ya he faltado ayer.

- Soy tu jefa, y te estoy diciendo que hoy no irás – exclamé totalmente decidida.

- No seas mentirosa – contestó – no eres mi jefa.

- ¿Ah no? - hice una pausa mientras la seguía de regreso a la cocina - ¿Quién crees que puso el dinero para construir el Colegio, quien paga tu salario y el de los demás?

- ¿Eres tu? - exclamó sorprendida y yo me limité a asentir.

- Así que estás despedida, hasta próximo aviso.

- No juegues con eso – respondió colocando dos tazas sobre la mesada – sabes bien que necesito trabajar.

- Pero yo te necesito aquí conmigo, Camzi... - exclamé con voz aniñada.

Sabor a almendras -Camren-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora