CAPITULO 85

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Lauren POV

Había sido una noche diferente y sumamente divertida para ambas. 

Camila había bailado con Dinah y un montón de otras chicas que habían decidido unirse en un círculo, para poder mover sus cuerpos sin que los chicos allí presentes, pensaran que tenían la oportunidad de acercárseles. Cuando no era así. 

- Amorrrr - exclamó Camila mientras se acercaba de forma entusiasmada y con una gran sonrisa en su rostro; para colocarse entre mis piernas al momento de estar junto a mi.

- Hola, menina - respondí con una sonrisa, colocando ambas manos en su cadera; luego de apoyar el vaso casi vacío sobre la barra -, ¿te estas divirtiendo? 

- Ajá, mucho. ¿Tu? - preguntó dejando un suave beso en mis labios.

- También - me limité a responder -. Un chico me pidió tu número, y aunque no lo creas no he pateado su trasero. Me he sabido comportar, y eso si que es algo nuevo. 

- Lo se, te estaba viendo - contestó, acunando mi rostro entre sus manos.

- ¿Te estaba molestando? - quise saber, porque eso podría cambiarlo todo. Tal vez si supiera que el chico estaba siendo un tonto con ella; decidiera amablemente enviarlo al dentista, luego de haberle dejado sin dentadura. Pero evitaría pensar en ello, si no fuera necesario. Al fin y al cabo, la estábamos pasando bien; y no quería ser yo, la que arruinara el momento. 

- No me estaba molestando. Pero preguntaba insistentemente, y le dije que no lo recordaba así que lo envié contigo... tu sabrías cómo manejarlo de forma mas rápida que yo.

- Mi amor, si tu vieras como bailas... - hice una pausa para tomar su trasero en mis manos -, yo también insistiría - y mordí mi labio, viendo los suyos; de solo pensar que la suerte que tenía de que la morena me hubiera elegido a mi aquella noche. 

- Tu no debes insistir... - dijo tomando mi rostro una vez mas entre sus manos y besándome como si estuviera desesperada por tenerme en ese momento.

- ¡Ey, menina! - exclamé sintiendo sus dientes haciendo presión en mi labio inferior - ¡No me muerdas tan fuerte!

- ¿Por que no? - preguntó como si fuera una pequeña niña inocente; y no la morena infernal que sabía exactamente como provocarme. 

- Porque duele, amor... - respondí casi que en un susurro, sintiendo como el dolor en mi labio era totalmente opacado por el sentir de un cuerpo que se rendía ante la mujer frente a mi. 

- Tengo ganitas, Lo... - susurró en mi oído, y mi cuerpo se erizó de pies a cabeza. 

- Si no supiera que estás embarazada, definitivamente diría que estás borracha - contesté dejando salir una pequeña risa. Intentando con todas mis fuerzas, mantener el autocontrol que había podido manejar hasta ahora. 

- ¿Vas a follarme, o no? - y su rostro cambió a uno completamente serio, como si hacerla mía fuera algo de vital importancia en este momento.

- ¿Quieres ir a casa? - le pregunté, pensando que tal vez al estar cansada agradecería un poco mas de intimidad. 

Pero como siempre, Camila sabía como sorprenderme. Así que respondió apenas segundos después. 

- ¿No lo harás aqui? - y la vi dudar -, la Lauren que conozco ya hubiera saltado sobre mi, con solo haberme visto bailar... porque esperaba que me estuvieras viendo - y su mirada volvió a tornarse con la misma intensidad que había tenido la noche que decidió que era el momento oportuno para darme mi regalo de cumpleaños. 

- Oh mi amor, te estaba viendo - respondí tomando su mano y colocándola en mi entrepierna -, pero no creo que quieras que te tome aquí mismo, porque pensaba hacerlo sobre la barra... porque amo oírte gemir, y no sabes cuanto; pero no creo que quieras que todos aquí escuchen como gritas por mas -, terminé de decir en su oído.

Sabor a almendras -Camren-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora