Lauren POV
La noche había transcurrido más de prisa de lo que hubiéramos querido. Era como si el reloj fuera capaz de apresurarse, para recobrar el tiempo ralentizado en otros momentos.
No querríamos dejarnos ir. No queríamos ni pensar en no tenernos por tantos días; en no tener sus besos, el no poder dormir a su lado, el no poder sentir el hogar que me brindaban sus brazos.
No se había ido, y ya le estaba extrañando.
Oír su corazón latir al recostar mi oído en su pecho, cada vez que pedía por sus caricias; se había convertido en mi actividad favorita.
Por eso, adornamos la luna con un montón de gemidos, respiraciones forzadas y un montón de nuestros nombres gritados a los cuatro vientos, unidos a tantos orgastmos que ya había perdido la cuenta.
- Tal vez deberías dormir un poco - susurró mientras pasaba uno de sus dedos por mi clavícula, teniendo su rostro descansado sobre mi pecho.
Amaba tenerla así luego de una increíble sesión de sexo, como si de alguna forma pudiera decirle que después de todo, lo que mas a mi me importaba era brindarle mi cuerpo como un hogar en el que quisiera quedarse.
- No quiero dormir - le contesté mientras bostezaba - sabiendo que debo irme en unas horas y no te veré por quince largos días.
- Amor, debes descansar - concluyó -, estas bostezando. Y yo ya no puedo seguir - terminó por decir con un rostro de inocencia, que todos sabemos falso; teniendo en cuenta que había sido ella la que había iniciado con todo esto.
- Eso significa que he hecho bien mi trabajo - respondí sintiéndome la mejor mujer del mundo, intentando ocultar que a decir verdad Camila me había gobernado en todo momento y había hecho de mi un perfecto títere -. El problema es que tú eres insaciable, y no paras hasta agotarnos a las dos - aclaré.
- No espero menos de ti - contraatacó - soy tu mujer, debes complacerme.
- Mmm si lo eres - exclamé tomando su rostro con una de mis manos, para que luego de hacerle mirar en mi dirección, pudiera besarle suavemente.
- Tonta - acotó girándose hacia un lado, quedando completamente de costado y dándome la espalda.
- ¿Adónde crees que vas? - pregunté.
- Abrazame y acaricia a tu hijo que no deja de moverse - pidió.
- Gusanito travieso - exclamé mientras me acercaba a ella y hacia lo que me había pedido, sintiendo como su piel comenzaba a erizarse bajo mi tacto. Al comenzar a trazar figuras imaginarias con mis dedos, algún que otro movimiento comenzó a suceder en su interior. Mi bebé estaba allí, y estaba ansiosa por conocerle.
Inmediatamente luego de su pedido, acerqué mi cuerpo al suyo permitiendo que mi pelvis chocara contra su trasero, para luego envolverla con mis brazos.
- ¿Frijolito esta molesto? - pregunté con un tono de duda -, se mueve mucho.
- No está molesto - aclaró -, son las hormonas que lo han despertado.
- ¿Hormonas? Yo creo que fueron tus gritos, mi amor.
- ¡Ey! - se quejó Camila, moviendo su trasero hacia atrás, como si así pudiera golpearme.
- Nunca habías gritado tanto... - exclamé queriendo molestarle, pero sabiendo que mi comentario era real -. O he mejorado, cosa que no creo o has fingido para no hacerme sentir mal por no poder seguirte el ritmo, luego del tercer orgasmo - terminé por decir.
- ¿Por qué dices que no has mejorado? ¿Acaso crees que no tienes cosas que mejorar?
- No lo he dicho de esa forma... - hice una pausa - pero si, ¿quien te hafollado como yo? - le pregunté dejando que mi ego fuera el que hablara por mi.
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Sabor a almendras -Camren-
Fanfic- Lauren G!P - Supongo que Lauren no creía en el destino. Sobre todo no creía que la chica que conoció una noche en la discoteca, se convertiría en su nuevo amor. Por eso, acostumbrada a ser siempre engañada por mujeres oportunistas con el fin de t...