CAPITULO 80

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Camila POV

Me dirigí a la mesa de noche y abrí el cajón suavemente. Estaba segura de que la ojiverde se sorprendería, ya que ella solía guardar allí algún que otro chocolate o simples golosinas que pudiera pedirle en medio de la noche.

Pero hoy... justamente hoy, no había nada de eso allí.

Tome las esposas que había guardado luego de verle entrar a la ducha y la mire directamente a los ojos, Lauren abrió su boca en sorpresa. Sin dudas esto era toda una nueva experiencia para ella también.

- Solo jugaremos un ratito Lo, prometo que será divertido... al menos para mí - terminé por decir, riendo levemente. Sabía que aquella acción le pondría mas nerviosa aun.

Así que me acerque al borde de la cama y me subí sobre ella, colocando una pierna a cada lado de su cadera. Por un breve momento, permití que mi centro acariciara sutilmente su miembro, mientras colocaba las esposas en sus muñecas, aprisionándola al cabecero de la cama.

Tiré de sus manos, asegurandome de que de verdad hubiera quedado bien sujeta; para volver a dejarme caer sentada sobre ella. 

Amaba tenerla siempre lista para mi. A decir verdad, también me hacía sentir bien conmigo misma al saber que era capaz de despertar tales deseos en alguien que despertaba también los míos.

Tenerla así, de una forma tan indefensa, pero sabiendola tan voraz a la hora del sexo, me había encendido como nunca antes. La necesitaba ya, pero quería demostrarle que yo tenía el poder esta vez. Así que mirándola a los ojos me acerqué a su boca como si fuera a besarla, pero en su lugar abrí mi boca para hablar.

- Ahora vuelvo, ¿si? - hice una pausa -, asi que por favor... no te muevas de aquí... - dije para luego reírme, como si tuviera opción de ir a alguna parte. 

Apoyé ambas manos en su definido abdomen, y haciendo fuerza con mis piernas me incorporé para finalmente abandonar la cama. Una vez estuve de pie, me dirigí al baño mediante una caminata lenta pero decidida, mientras movía mi trasero de un lado a otro, sabiendo que sus ojos estaban posados en mi como siempre lo hacía. Le hice esperar algunos minutos, simplemente para crear expectativa sobre qué estaba haciendo ahora y que haría a continuación. 

A decir verdad, tenía muchas expectativas por este "acto" que estaba haciendo; y no estaba segura de estar haciéndolo de la forma correcta. Solo sabía que la ojiverde estaba siempre dispuesta a satisfacer mis necesidades; y esta vez, se sentía correcto el hacer algo por ella en retorno. 

Asi que de forma decidida, abrí un pequeño cajón en el que había comenzado a guardar algunos de mis elementos de maquillaje; y tomé un pequeño tarro que podría hacer todo esto aun mas placentero y divertido.

Fue apenas un momento en el que la ojiverde permaneció aprisionada a la cama y yo me mantuve oculta detrás de una puerta; pero para ambas, esa espera se sintió mucho mas larga. Cuando sentí que la espera había sido mas que suficiente tortura para una Lauren que permanecía desnuda y expectante; abandoné mi escondite. 

Abrí lentamente la puerta del baño, para salir nuevamente y acercarme a ella. La ojiverde dirigió su mirada a mi mano, en la cual cargaba un lubricante; y sus ojos se abrieron de par en par.

Tomarla por sorpresa, se estaba convirtiendo en una de mis actividades favoritas.

Nunca antes había hecho algo así. Nunca. Y no podía pedir nada mejor, que mi primera vez sea con la mujer que mas seguridad me daba en el día a día. 

Caminé directo hacia ella, subiéndome de rodillas a la cama y deteniéndome a su lado. Ella no dejaba de mirarme, con un poco de nerviosismo en sus ojos. Pero yo no iba a hablar, prefería crear mas suspenso aun. Y asi lo hice. 

Sabor a almendras -Camren-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora