CAPITULO 52

2K 135 8
                                    

Camila POV

Había despertado unas horas después para encontrarme con una preciosa ojiverde abrazada a una pequeña Lía que dormía plácidamente entre sus brazos. Lentamente salí de la cama, asegurándome de volver a cubrirlas con una manta, para luego dirigirme al cuarto de baño. Tomé una rápida ducha, me peine y cepillé mis dientes; cuando volví a la habitación, ambas continuaban dormidas en la misma adorable posición, así que me dirigí a la cocina con la intención de preparar el desayuno.

Las náuseas matutinas todavía me acompañaban algún que otro día, pero para mi sorpresa, hoy me sentía espectacular. Preparé café para mi ojiverde favorita, tosté algunas rodajas de pan y las coloqué junto a los frascos de mermelada que fui dejando sobre la encimera, para luego cortar algunas frutas para mí. Cuando tuve todo listo, volví a la habitación para encontrarme con una risueña Lía que jugaba con las manos de Lauren, mientras ésta aún dormía.

- Buenos días princesa – exclamé suavemente y la niña enseguida me miró, así que la tomé en mis brazos – tu tía si que es una dormilona ¿verdad? - dije haciéndola reír.

Con la pequeña ahora en mis brazos, me dirigí a la habitación de Normani que quedaba frente a la de Lauren, para cambiar su pañal y colocarle ropa para el día. Cargando con ella, preparé todas las cosas que necesitaría y finalmente la recosté sobre su cambiador.

Estaba tan concentrada hablando con Lía de forma graciosa, que no sentí a una ojiverde que había entrado a la habitación en total silencio y ahora me abrazaba por la espalda, dejando un beso en mi nuca.

- Bom dia menina linda – dijo con una voz ronca que provocó cosas en mi interior. Dejó un beso en mi mejilla, haciendo que girara hacia ella para luego de quedar frente a frente, la besara dulcemente en los labios.

- Buen día, Lo... - exclamé con una sonrisa en mi rostro, que era imposible de borrar.

- ¿Dormiste bien? - preguntó y me limité a asentir mientras le colocaba ahora un pañal limpio a la pequeña – perdón por no haberme levantado en la madrugada – pidió – no era tu tarea ocuparte de ella.

- No te preocupes, es una niña muy bien portada ¿No es así? - dije dirigiéndome a Lía, tocando su diminuta naricita con la punta de mi dedo índice, haciéndola reír – El desayuno está listo – comenté terminando de vestir a la niña.

- ¿Si? - preguntó sorprendida – Ves, eres simplemente perfecta – y me volvió a besar - ¿Puedo tomar una ducha rápida? - preguntó con cara de cachorro.

- De acuerdo, pero no demores ¿Si? - y Lauren asintió – Quiero amor, Lo – pedí parándome de puntillas para llegar a sus labios y dejar un suave beso que se sintió como una caricia.

- Seré como Flash, lo prometo – dijo – Estaré con ustedes en 5 minutos – fue lo último que dijo antes de salir disparada de regreso a la habitación.

Lauren salió de la habitación, dejándome sola con la pequeña Lía, que ahora ponía sus diminutas manos en su boca. Seguramente estaría hambrienta, así que luego de ordenar su ropa sucia, volví a la cocina cargando con ella en mis brazos; descarté el pañal anterior y comencé a preparar su biberón. Cuando estuvo listo, comencé a dárselo mientras terminaba de colocar algunas cosas mas sobre la encimera.

La ojiverde se unió a nosotras unos minutos después. Vestía un pantalón de Jean negro aun desabotonado, y una remera negra con un distintivo de su banda favorita "The 1975".

- Mi amor, se que eres genial en todo, pero no es necesario que hagas todo a la vez – dijo acercándose a mi – Deja que te ayude.

- ¿Puedes cargarla? Aún no termina su biberón – dije pasando a Lía a sus brazos, luego de que Lauren asintiera – La pequeña estaba hambrienta – exclamé.

Sabor a almendras -Camren-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora