CAPITULO 33

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Lauren POV

No estaba segura de si el método de ser atrevida con Camila estaba funcionando realmente, pero no podía evitar coquetear con ella en cada oportunidad que tenía.

Luego de haber hablado con mi madre a la noche y de contarle que la morena era la chica de la que había hablado en la cena la última vez que fui a su casa, le dejé en claro que intentaría recuperarla.

Era Camila a la que quería.

Mi madre se enfureció al principio y estuvo un largo rato gritándome que ella me había criado de mejor manera a la que me comportaba; y tenía razón.

Había sido una completa idiota. 

Pero ya no podía volver el tiempo atrás, solo quedaba la opción de hacerme cargo de mis errores y cambiar para bien.

Y eso haría.

Antes de despedirme, le pedí a mi madre que por favor le dijera a Chris que mantuviera sus manos alejadas de Camila, o yo misma cortaría sus dedos de una forma poco cuidadosa. Mi madre rió y estaba segura de que no le diría mis palabras textuales, pero de alguna forma le haría saber que se volvería hombre muerto si intentaba seguir ligando con ella.

Hoy había comenzado mi día con la intención de sorprender a las hermanas Cabello, yendo a recogerlas para su primer día en el Colegio. Había estado esperando unos diez minutos en la puerta, cuando las vi salir. Sofía fue la primera en notarme; y luego de soltar un grito corrió hacia mi, saltando a mis brazos.

Camila se había quedado mirándome sin moverse. Seguramente estaba pensando en las miles de formas en las que podría matarme por aparecer de esa forma en su casa; en cambio yo, solo podía pensar en lo hermosa que era y que sexy se veía vestida de esa forma.

Dejé salir un suspiro, cargado de todas las cosas que quería decirle y no podía. 

La morena no era una chica fácil, y yo amaba eso de ella. Era una mujer decidida en cuanto a lo que quería. Se había vuelto un trabajo difícil el convencerla de que la mejor opción era que yo las llevara al Colegio, ella simplemente se negaba a subir a mi camioneta; pero luego de insistir repetidas veces, aceptó.

El viaje había sido divertido.

Ella me ignoraba lo mas que podía, yo quedaba como una estúpida intentando llamar su atención y Sofi simplemente reía por mis ocurrencias. No quería que este momento terminara, así que a mitad de camino detuve la camioneta y fui en busca de algo para desayunar, acto que desató parte de su furia. Al cabo de cinco minutos volví a tomar asiento junto a Camila.

- Bueno princesa, esto es para ti - dije pasandole a Sofi un cupcake adornado con muchos colores - y este es para ti menina - dije pasándole otro a Camila - es de naranja y tiene frutilla dentro - exclamé.

-¡Gracias, Lolo! - respondió Sofi felizmente, mientras la morena dio las gracias en un tono más bajo - ¿Y el tuyo que sabor es? - preguntó con curiosidad.

En ese momento miré a Camila directamente a los ojos y pude notar que ella hacía lo mismo. No podía dejar de sentir retumbar mi corazón en mi pecho y cómo repercutía en todo mi cuerpo. No podía dejar de mirarla.

Camila era perfecta.

Una sonrisa surgió en mi rostro sin siquiera darme cuenta. No podía dejar de admirar a la mujer que tenía al lado. No estaba segura de que hacer a continuación, solo podía ver a Camila pasar la lengua por sus labios para luego morderlos. Solo podía pensar en que quería ser yo la que pudiera besar su boca todas las noches antes de dormir y cada mañana al despertar.

Sabor a almendras -Camren-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora