Camila POV
Las horas del día continuaban pasando, pero no quería levantarme de la cama. Tampoco podía. Mi madre había llegado del trabajo y me había encontrado acostada, tapada hasta la cabeza; y golpeó la puerta llamando mi atención.
-Mija ¿Estás bien? - preguntó preocupada.
- Si mamá, estoy perfecta. -dije con un poco de ironía.
- ¿Y por qué no suenas perfecta? - dijo dejando al descubierto mi rostro -Habla conmigo, Camila. ¿Que ha pasado?
-Nada mamá... Soy una idiota. Eso pasa - y volví a cubrir mi rostro con las frazadas.
- No digas esas cosas mija. ¿Te has peleado con Dinah? ¿Ha pasado algo durante la noche? - su tono de voz seguía siendo sumamente preocupado.
- No he peleado con Dinah, má -dije descubriendo mi rostro y mirándola a los ojos - Solo tomé una mala decisión y no se por que me puso triste.
-¿Esa mala decisión fue la que te mantuvo fuera toda la noche? - y asentí en respuesta con mi cabeza, y con sentimiento de vergüenza dirigí la mirada hacia mis manos que se movían sin parar - Está bien Camila, son cosas que pasan.
- Lo se... Pero todo iba tan bien, no pensé que terminaría llorando toda la tarde.
-¿Por qué no hablas con esa "mala decisión" y arreglan las cosas? - oírla decir aquello me hizo dirigir mis ojos a los suyos automáticamente.
-¿Como...? - dije desconcertada por el hecho de que mi madre supiera que estaba hablando sobre alguien.
-¿Cómo se que hablabas de una chica? - y asentí en respuesta -Camila, soy tu madre, te conozco. Además nunca te he visto llorar por Shawn, incluso cuando terminaron. Así que imaginé que era sobre algo que tuviera mayor influencia en tí.
- No puedo hablar con ella. No quiero - dije automáticamente - Tampoco tengo su número de teléfono.
-Asumo que sabes donde vive esta chica - dijo mirándome y tomándomela mano - Así que ¿por que no vas y hablas con ella?
-No... no quiero hacerlo ahora.
-Esta bien hija, hazlo cuando estés lista.
Mi madre se levantó de la cama y dejó un beso en mi frente antes de salir de la habitación.
Extrañaba a mi padre, sin dudas. Pero mi madre siempre se había encargado de que no sintiera su falta en cuanto al amor que recibíamos mi hermana y yo.
Siempre tenía las palabras justas para todas las situaciones posibles, daba los abrazos más cálidos, logrando que con solo eso, te sintieras mil veces mejor; y siempre respetaba mis espacios, mis ideas y mis tiempos.
Mi madre había logrado que me sintiera mejor conmigo misma. Me había levantado de la cama y había elegido la ropa más cómoda que pude encontrar; y me dirigí al baño. Tomé la ducha más larga que había podido tomar este mes. Estoy segura que pasé bajo el agua al menos unos largos 45 minutos. Cuando salí de la ducha, me vestí y me dirigí al salón.
Mi hermana estaba sentada en el sofá junto a mi madre, ambas mirando una película, que seguramente había sido elegida por Sofi.
-Hola peque... - dije dejando un beso en su cabeza.
-Hola Kaki. Siéntate con nosotras, estamos mirando una película súper graciosa, seguro te hace reír.
Le sonreí a Sofi y tomé asiento a su lado. Mamá me pasó una taza de té que recién había preparado. Para no interrumpir la película le agradecí en voz baja y mi madre sonrió en respuesta.
La película seguía reproduciéndose en la televisión pero no podía prestarle ni la más mínima atención. Mi cabeza y mi cuerpo estaban en otro lado. Por un momento, mi cuerpo recordó a Lauren a mi lado; como había tocado cada parte de mi con sumo cuidado, como se aseguró en todo momento que estuviera cómoda, como sus labios se amoldaron tan bien a los míos. Me había preparado el desayuno y me lo había llevado a la cama.
Me había dibujado un girasol.
¿Cómo pudo hacerme creer que estaba disponible? Me sentía sumamente traicionada por ella; y lo peor es que no debería sentirme así, pero no podía evitarlo.
¿Cómo se había adentrado tanto en mi en apenas una noche?
¿Cómo iba a hacer para olvidar a mi ángel de ojos verdes?
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Sabor a almendras -Camren-
Fanfiction- Lauren G!P - Supongo que Lauren no creía en el destino. Sobre todo no creía que la chica que conoció una noche en la discoteca, se convertiría en su nuevo amor. Por eso, acostumbrada a ser siempre engañada por mujeres oportunistas con el fin de t...