Sabor a almendras -Camren-

CAPITULO 21

Lauren POV

Cuando estuve en calma, luego de haber dejado salir algunas lágrimas; encendí el auto y comencé la marcha.

No podía dejar de pensar en Camila.

Pensaba una y otra vez en como había sido conmigo, y como se debe de haber sentido al escuchar aquellas palabras salir de la boca de Chloe. Continuaba pensando que en su lugar, hubiera hecho lo mismo, así que no había forma en la que pudiera estar enojada por como había reaccionado.

No sabía como iba a arreglar todo esto. Necesitaba hablar con la morena y explicarle que todo había sido una mentira hecha por la rubia; que nunca la había engañado y que era a ella a la que quería.

Aunque tal declaración podría asustarla.

¿Quien se enamora luego de pasar una sola noche juntas?

Yo. Esa era la respuesta.

Quería dejar de pensar, así que encendí la música en la consola del auto y deje que se reprodujeran las canciones al azar.

Estaba a medio camino ya de la casa de mis padres; les había prometido que iría a almorzar con ellos y estaba llegando un poco tarde, pero sabía que de todas maneras esperarían por mi.

Cuando estuve a unas cuadras de mi antigua casa; bajé el volumen de la música y disminuí la velocidad del auto. Al llegar a mi destino, aparqué el auto en la entrada, subí las ventanillas y me dispuse a bajar. Caminé por un camino de piedras rodeado de flores que desembocaban en la puerta de entrada; cuando llegué allí toqué timbre.

Pude sentir los pasos apresurados de mi madre, y como la puerta se abrió enseguida.

-¡Lauren! Hola hija ¿Cómo estás? - dijo emocionada.

-Hola mamá. Estoy bien ¿Y ustedes? - dije abrazándola.

-Muy bien hija. Pasa, vamos. Tu padre va a estar muy feliz de que hayas podido venir. Está en la parrilla, como siempre.

Seguí los pasos de mi madre dentro de la casa. Hacía un tiempo que no venía a visitarlos, y ya comenzaba a extrañarlos. Nada en aquella casa había cambiado; los muebles seguían igual, estaban las mismas fotografías y los mismos adornos, que la mayoría eran hechos por mis hermanos y por mi de pequeños; mis padres amaban conservar los objetos que según ellos "poseían valor de recuerdo", y yo amaba eso de ellos.

Extrañaba visitarlos como antes, había dejado de venir por completo luego de terminar mi relación con Steph. En un momento habíamos venido y había conocido a mis padres, había sido la nuera perfecta durante al menos un año, veníamos todos los fines de semana, pasábamos las tardes juntos, celebrábamos los cumpleaños y fiestas importantes; luego ya todo fue cuesta abajo y comenzó a mostrar quien realmente era. No quería acompañarme cuando venía de visita, y si lo hacía se comportaba de forma grosera con mis padres y mis hermanos, los cuales con el tiempo desarrollaron cierto odio hacia ella; que al principio no entendía, pero luego lo pude ver. Steph había sido una persona sumamente cariñosa conmigo y me entregué a ella al instante, era como vivir un cuento de hadas a su lado; y yo me lo creí. Con el tiempo comenzó a pedir más cosas de mi, sobre todo cosas materiales. ¿Y cómo podría decirle que no a algo, a la mujer que amaba? Entonces todo lo que posiblemente pudiera pedir, yo se lo daría. No noté que estaba siendo usada, hasta que mis padres me sentaron a hablar sobre lo que estaba pasando. Al principio aquella intervención por su parte hizo que me enojara con ellos, pero luego empecé a notar que tenían razón; pero me negaba a dejar ir a la que creía era la mujer perfecta solo por no querer complacer sus gustos.

Y así que elegí. Y lo hice mal.

En vez de hablar con ella sobre su obsesión con los gastos ridículos y sumamente exagerados, había cometido el error de dejar de venir a mi antigua casa. Me había alejado de todos, y ni siquiera podía decir que había sido obligada, porque estaría mintiendo. Simplemente me había dejado llevar por el amor que tenía por ella, y que no existía en respuesta.