Sabor a almendras -Camren-

CAPITULO 63

Narrador Omnisciente 

Los sentimientos de Camila estaban completamente revueltos.

Podía entender a la perfección la forma de actuar de Lauren; quien le había dejado en claro que lo que había pasado, no tenía nada que ver con cómo de verdad se sentía.

Lauren de verdad la amaba, y ella lo sabía; pero no podía continuar manteniéndose al lado de alguien que continuamente desataba su furia, y ella era la mas perjudicada.

Camila también la amaba; y por eso no podía emitir reclamo frente a la actitud que la ojiverde estaba teniendo con ella. 

Así que por un momento, dentro de las cuatro paredes del baño de un bar; se permitieron dejarse llevar por la situación. 

Se permitieron oír sus cuerpos, que pedían a gritos por la otra. 

Por otro lado, Lauren no se arrepentía de lo ocurrido. Si bien no era simplemente eso lo que quería de Camila, había quedado satisfecha y había cumplido con su propia palabra de mantenerse al margen en cuanto a no rendirse ante la urgencia de volver a los brazos de la chica que amaba. 

Se habían permitido disfrutar de ese momento. Se habían permitido volver a probar el sabor de sus labios y sentir la suavidad de sus pieles;  y que simplemente eso les fuera suficiente.

Lauren POV

Había vuelto caminando a casa para poder distraerme y tomar algo de aire fresco. Esa noche había decidido no conducir porque planeaba beber hasta no recordar nada al día siguiente. Pero Camila sin duda había cambiado totalmente mis planes, y necesitaba jugar bien mis cartas para no rendirme ante ella. Y para eso, definitivamente necesitaba estar sobria. 

Había caminado lo que parecía media hora y finalmente había llegado a mi destino. Abrí la puerta vidriada del edificio para encontrarme con un Jeremías que tenía ambos codos apoyados en su escritorio, y que cuando me vio entrar se puso de pie inmediatamente.

- Buenas noches, señorita Jauregui - saludó de pie, como si fuera un soldado.

- Corta con eso, Jeremías - contesté seria - Dime Lauren. Ademas no tienes que levantarte cada vez que entro.

- Me pagan por eso señorita Jau... Lauren - se corrigió, no queriendo contradecirme. 

- Entonces yo te pagaré para que no lo hagas mas - respondí - Ahora ve a descansar, que ya es tarde - exclamé y continué mi camino al elevador.

En apenas segundos, me encontraba en la sala. Las luces estaban completamente apagadas y el silencio reinaba por todo el lugar. Supuse que Normani se encontraba durmiendo junto a Lía. Así que sin hacer el menor ruido me dirigí hacia mi habitación. 

Necesitaba darme un largo baño, para intentar borrar cualquier rastro de la morena que hubiera quedado impregnado en mi piel y si fuera posible, también debajo de ella. 

Llené la bañera y me introduje en ella luego de recoger mi cabello en un despreocupado moño, dejando algún que otro mechón cayendo por mi rostro. Recosté mi espalda y cerré los ojos intentando calmar todos los pensamientos que me recorrían. 

El sabor de los labios de Camila estaba en los mios. Podía probarla aun en mi lengua, y mi corazón volvía a acelerarse como si se encontrara frente a mi. Aún sentía el toque de su mano sobre el dorso de la mía. Aun sentía su respiración agitada en mi oído. Aun sentía sus gemidos por todo el lugar. Aun sentía su piel colisionar contra mi en cada envestida.

Aun sentía su falta. Y eso era lo que mas dolía.

Intenté controlar mis pensamientos con una serie de respiraciones profundas y mantener mi mente alejada de cualquier cosa que se relacionara con ella.