CAPITULO 27

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Lauren POV

Había llegado a la puerta del aula de los más pequeños, y esperaba con ansias que sonara el timbre de recreo para poder ver a los niños, y sobre todo a Antonio. 

Habían pasado unas dos semanas desde la última vez que lo vi, y estaba segura que habría un reclamo de su parte por no haber venido antes.

Pero aquí estaba.

Feliz de verlo interactuar con sus compañeros y con su maestra, la Sra. Guadalupe; o "Pupe" como yo le decía desde pequeña.

Recuerdo haber tenido una infancia muy feliz junto a mis padres y mis hermanos. Recuerdo haber sido una niña muy traviesa en general, pero sobre todo en el Colegio. Definitivamente no quería ir allí, no tenía muchos amigos y sentía que no encajaba. Pero todo cambió cuando conocí a la Señora Guadalupe, en primer grado. Ella había sabido tener la paciencia que necesitaba para poder amoldarme, y nunca tuve falta de cariño por su parte. Había sido como una madre para mi durante todos mis años escolares. Me había cuidado cada vez que raspaba mis rodillas, o cada vez que peleaba con algún compañero y terminábamos en el piso. También había sabido retarme cada vez que hacía algo indebido como tomarle dinero a mi padre para comprar golosinas. Pero mas que nada, había sabido consolarme cada vez que alguien rompía mi corazón conforme iba creciendo. Creo que había sido la persona más constante en en correr de mi vida, y por eso era tan importante para mi. 

Le había ganado tanto aprecio, que ya era parte de la familia. La señora Pupe, iba a todas nuestras reuniones familiares y a todos nuestros eventos importantes, como recibimientos y eventos escolares a lo largo de los años. Siempre estaba presente en cada cosa que conseguíamos, así fuera algo insignificante para nosotros, ella se mostraba firma para apoyarnos en todo momento. 


FLASHBACK

Cuando marchamos a Brasil, nos enteramos al tiempo de que su esposo había fallecido repentinamente, dejando a Guadalupe completamente sola y con menos ingresos para mantener su hogar.

Durante los años que estuvimos lejos, mis padres se aseguraron de en parte devolver el favor que ella había hecho por nosotros al cuidar tanto de mi; y por lo tanto, todos los meses le enviábamos dinero para que pudiera solventar sus gastos y nada pudiera faltarle.

Al regresar, mis padres habían ideado una sorpresa. Así que preparamos una cena en casa e invitamos a Pupe a pasar con nosotros. Las charla sno faltaron, hablamos de cómo fue vivir en otro país, como nos había costado acostumbrarnos al principio, pero luego no tuvimos ningún problema. Guadalupe nos contó que había visitado el cementerio todos los meses para al menos compartir un tiempo con su difunto marido, y que ahora salía a caminar de vez en cuando para no perder el tiempo estando en una reposera todo el día. En un momento que la mesa había quedado en completo silencio, mamá tuvo su oportunidad para hablar.

-Señora Guadalupe, estuvimos pensando mucho con Mike - dijo posando su mano sobre la de él - y con los chicos; y nos gustaría hacerle una propuesta.

- Oh- exclamó con sorpresa - Esta bien, soy toda oídos.

-Bien, verá... Usted sabe que mi sueño es poder contribuir en alguna medida con la sociedad, evitando las diferencias; y creo firmemente que eso lo lograré si empiezo desde el principio poniendo mi corazón en ello.

Mamá hizo una pausa. Mientras los demás estábamos expectantes, deseando que la señora Guadalupe respondiera que "sí" aceptaba la propuesta.

-Sin dar muchas vueltas al asunto -dijo mamá intentando no extenderse demasiado - pensamos con Mike abrir un Colegio en el centro. Será algo no muy grande en infraestructura, pero si en todo lo demás. Queremos que todos los niños tengan las mismas oportunidades de aprender y crecer. Sabemos que hay un orfanato en una de las cuadras cercanas y quisiéramos brindarles a ellos educación también. Todos serán bienvenidos, sin hacer diferencias de ningún tipo.

Sabor a almendras -Camren-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora