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Aeris|87

Sonreí finalizando la llamada con el señor Tadashi; le había gustado la canción final del anime, osea el ending, y eso que lo había hecho en mi habitación de París, había ambientado el lugar a como pude, pero al escuchar lo que había salido de este pequeño lugar le había encantado, el primer capítulo estaba listo, supongo que la canción es como una liberación para mi, dejarlo ir era lo mejor.

Dejarlos ir era lo más sano para mi.

- Estas feliz, pequeña - sonrió la abuela.

Asentí hacia ella. Incluso mis abuelos habían tenido la oportunidad de ver y escuchar como grababa y componía mis canciones, ellos nunca habían visto esa faceta mía, pero lo bueno de todo esto era que ya no lloraba, ya no lloraba al recordar a Jeonghan o a Hadriel.

Todo parecía estar bien en mi vida y eso me hacía sentir tranquila y feliz.

- Aun así, sigues viéndote pálida - toco mi mejilla con suavidad - fiebre no tienes.

Le sonreí amable quitando su mano y estrechandola en las mías con cariño.

- Estoy bien, abuela, no debes preocuparte por nada - afirmé - Descuida.

Ella asintió no muy convencida y se fue dejándome en mi cuarto. Suspiré y me deje caer en la cama, la verdad es que no estaba del todo bien. No voy a mentir, las cosas estaban bien en mi vida, mi salud mental la sentía más tranquila y mejor a como vine desde Corea, pero ahora mi salud física me estaba dando un aviso, no entiendo de que, pero si estaba sintiéndome mal, no le decía nada a los abuelos porque no quería preocuparlos más de lo que ya estaban.

Últimamente me mareaba con facilidad, me sentía más cansada de lo normal y no toleraba mucho ajetreo, quizás y si deba darme una pequeña revisión médica, quizás sea una anemia leve, ya que no había comido bien desde mi ruptura con Jeonghan, así que puede que eso me pase factura de a poco.

- Abuela no era necesario, estoy bien - dije

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- Abuela no era necesario, estoy bien - dije.

Pero ella negó.

- Querida Angeline, nos preocupas - me vio el abuela - no puedes decirnos que estas bien sabiendo que te encontramos en el piso inconsciente y con sangre en la nariz.

Agache la vista apenada, aun sostenía el pañuelo con alcohol que me habían dado, si, me había desmayado y parece que ne golpee fuerte la cabeza y eso me provocó el peqeño sangrado nasal.

- Te llevaremos al hospital - afirmó la abuela.

- No es necesario - negué de prisa.

Pero la abuela se puso de pie y fue a su cuarto, supongo que a buscar su bolsa para irnos, no podíamos.

Los fans me reconocerían y la noticia de mi en un hospital se haría viral, si ni siquiera mi manager sabía de mi estado de salud, menos las chicas y que se enteren así seria catastrófico, no solo estaría en problemas.

- Abuelo, convence a la abuela - pedí viéndolo suplicante.

- Quisiera hacerlo, terroncito, pero ya sabes como se pone Amelia cuando decide algo - me vio entendiendo la situación - lo lamento mucho, Angeline.

Suspiré. Estaba perdida.

Movía mis piernas de atrás hacia adelante de los nervios, nunca me gustaron los hospitales, no desde que mi hermano mellizo falleció; los detestaba porque ya Hadriel no me acompañaría a las revisiones y no me hacía sentir mejor

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Movía mis piernas de atrás hacia adelante de los nervios, nunca me gustaron los hospitales, no desde que mi hermano mellizo falleció; los detestaba porque ya Hadriel no me acompañaría a las revisiones y no me hacía sentir mejor.

La abuela al final cumplió con su objetivo inicial, traerme al hospital para revisar.

Me sacaron como tres veces sangre, quizás fueron más, no recuerdo bien, solo se que era demasiada sangre como para contar y recordar, incluso me hicieron hacer del baño en un vaso se muestras; eso si fue lo peor y lo más vergonzoso.

Estaba pálida, me habían empezado a nacer pequeñas manchas en la cara, casi como pecas pero rojas y en el resto del cuerpo ni se diga, empeoraba cuando estaba en el sol, mi abuela estaba sumamente preocupada por mi.

- ¿Cuando estarán los resultados? - pregunté viéndola.

- No tardarán, la doctora Chloé no tardará en venir - afirmó.

Asentí.

Saque mi celular de la bolsa de mi chaqueta y le envíe un mensaje a Sana, al menos si la noticia de que estaba en el hospital se esparcia, quería que las chicas lo supieran antes y que fuese por mi.

Sana quería llamarme, pero no estaba en condiciones para hablar, aun estaba con mi ropa, en una habitación privada acompañada de la abuela, el abuelo había ido por café para ellos, yo no quería nada la verdad, estaba algo nerviosa por los resultados de los análisis.

Solo esperaba que no fuese algo grave, seguro era una simple anemia, siempre he sido delicada de salud, así que, que esto me quede de lección para no volver a saltarme comidas y eso.

- Doctora Chloé - se paro mi abuela apenas escucho la puerta ser abierta.

Levante mi vista del móvil y vi a la doctora rubia, alta y joven entrando con unos papeles en manos, detrás de ella venía mi abuelo con dos vasos de café en sus manos.

Justo a tiempo.

- ¿Que tiene mi nueva, doctora? - pregunto el abuelo preocupado.

La doctora me vio con cierta tristeza y lástima a la vez que tragaba saliva en seco.

- Kang Aeris - sonrió al verme - mi hija es una gran admiradora tuya.

Sonreí y le agradecí con una reverencia corta para después ponerme seria y preocupada, ella seguía teniendo esa mirada de tristeza y pena.

¿Tan mal estoy?

- Doctora Chloé - hable nerviosa bajándome de la cama de hospital - podría decirme ¿Que es lo que tengo?

La doctora suspiro y asintió abriendo el folder donde venían los papeles. Mi expediente clínico estaba allí.

The Idol ; Yoon Jeonghan (Seventeen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora