Sucesos ocurridos despues de la pelea contra el juggernaut, todo transcurre normalmente hasta el momento en el cual, bell tiene que volver a ver a Ryuu en la señora de la abundancia.
Bell conocera a alguien de su familia, Luchara contra Evilus, Pen...
Bell y Ryuu habían sido llevado adentro de la Casa de Astraea, no sin antes agradecer a todo el pueblo por ayudar con la búsqueda, los dos se sentían avergonzados de generar problemas a la gente del Pueblo Aurora.
Astraea estaba asustada y algo enojada por el hecho de que estuvo 2 días enteros buscando a su única Hija, no quería perderle. Una vez las cosas se aclararon un poco y entraron a la casa, Las preguntas llovieron por parte de la Diosa.
Astraea: Entonces, me estas diciendo que vivieron como 2 horas y esas dos horas resultaron ser dos dias?
Ryuu: Asi es.
Astraea: Y que los Monarcas les dieron sus bendiciones.
Bell: Si, la prueba es el tatuaje en mi Brazo y en la Mano de Ryuu.
Astraea: Después de eso, les encargaron a su Cachorro?
El pequeño lobo: Woof Woof!!
Astraea: No puede ser
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para la pobre diosa toda la información ha sido demasiada, intentaba dar con las razones del porque los Monarcas hicieron eso, Así que se quedo Sentada pensando un rato.
Era de noche, El viento se movía con un poco mas de fuerza, tanto que comenzó una pequeña tormenta de Nieve, Ryuu miro por la ventana, Todo afirmaba que Ryuu toleraba mejor el frió que antes, mas aun sentía algo de este, ya que ella con el vestido que tenia, no sentía el frió que debería.
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Ryuu se sentía un poco nerviosa, ya que Bell de vez en cuando la miraba de reojo, parecía la Princesa de algún cuento con aquel vestido, mas con los adornos que estaban en su cabello, Ryu sabia que Bell estaba fascinado con su Belleza, pero aun le costaba admitir tal afirmación por lo que solo se sonrojaba un poco cuando Bell la miraba.
Bell no podía creer la belleza de Ryuu en aquel vestido, inconscientemente la Miraba, intentaba dejar de hacerlo para no incomodar a Ryuu pero fracasaba con facilidad.
Una vez paso algo de tiempo, En aquella Mesa donde estaban sentados aquellos tres, junto con un chocolate caliente, Astraea hablo.
Astraea: Bueno, supongo que los espíritus siguen siendo espíritus... bueno, Pues hasta el momento todo estuvo bien verdad?
