Capítulo 108. Qin Zhou es un monstruo de cirugía plástica.

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Qin Zhou estaba a un lado sin decir una palabra. En este mundo, ¿de dónde vienen tantos "si"? inclinó ligeramente la cabeza y, después de un rato habló──: Si tienes tiempo, puedes relajarte afuera.

──¿Cómo?

El actor dijo──: Quién sabe, tal vez un día te encuentres con alguien más adecuado.

He Yang no refutó, solo preguntó──: ¿Hay algún lugar recomendado?

Qin Zhou pensó en un lugar de encuentro romántico y respondió──: ¿París? ¿Roma? También podrías ir a Las Vegas──. He Yang asintió.

Luego de decir eso miró la hora y dijo de nuevo──: Voy a regresar al set de filmación──. He Yang se quedó parado en su lugar, mirando cómo se alejaba hasta que su figura desapareció de la vista, cuando eso sucedió, se dio la vuelta y regresó a la casa.

Cheng todavía estaba viendo dibujos animados cuando vio a He Yang entrar, miró detrás de él pero no vio a nadie más, así que preguntó──: Tío Ovejita, ¿dónde está Qin Zhou?

──Él ya se fue──, respondió el hombre en tono tranquilo.

─Oh... ──el niño asintió con cierta comprensión y luego continuó viendo los dibujos animados, hasta que pasaron las cuatro de la tarde, Cheng finalmente terminó de ver la serie de la oveja grande y se levantó para prepararse e irse.

El mayordomo trajo muchos refrigerios y el pequeño abrió obedientemente la cremallera de su mochila para guardarlos. Sin embargo, antes de que se fuera, He Yang lo llamó.

──Cheng──. He Yang le entregó una bolsa de fresas──. Llévate esto también──. El niño miró curiosamente y aceptó obedientemente la bolsa de fresas.

El hombre dijo──: Divídelo y dale la mitad a Qin Zhou.

─Está bien──, asintió el niño.

──No digas que te pedí que lo compartieras──. Advirtió He Yang.

─Está bien──, Cheng asintió obedientemente y siguió al mayordomo, quien lo llevó de regreso al set.

El equipo de filmación seguía rodando la película, y Cheng caminó con su mochila, parándose a observar desde lejos. En el escenario, los actores vestidos con trajes de época cantaban una ópera una y otra vez, sin embargo, en la audiencia, sólo estaba presente un espectador.

Después de mirar un rato, el niño decidió regresar al camerino y sacó las fresas de su mochila. Las frutas ya estaban lavadas, así que se sentó en una silla y las comió solo.

No pasó mucho tiempo antes de que Qin Zhou terminara de filmar y regresara.

El niño se acercó a él con su bolsa de fresas y le dijo suavemente──: Qin Zhou, come fresas.

El actor se quitó la peluca, frotó la cabeza de Cheng, sacó una fresa de la bolsa y preguntó──: ¿Quién te dio las fresas?

Sin embargo, el niño negó con la cabeza y dijo──: El tío Ovejita dijo que no puedo decirte──. Cheng tenía una expresión fría y parecía muy serio.

Qin Zhou se detuvo ante sus palabras, pero el pequeño continuó sosteniendo la bolsa de fresas y dijo seriamente──: Compartiré la mitad contigo.

El actor no pudo evitar reír y dijo──: Come tú, no tengo hambre.

Al día siguiente, al mediodía, Cheng fue a buscar a He Yang nuevamente. Esta vez, un miembro del equipo lo acompañó hasta allí, mientras que Qin Zhou se quedó en el camerino. Allí había una pequeña cama individual. El actor se quitó la chaqueta y se tumbó en la cama, preparándose para tomar una siesta.

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