El sustituto

Capítulo 111. ¿De dónde viene tanto sentimiento profundo?

Qin Zhou asintió con una sonrisa hacia el hombre y se dirigió hacia la zona de descanso que estaba a un lado. Mientras pasaba por una mesa, tomó una copa de champán y se sentó solo en el sofá.

Luego, cuando se dio la vuelta, vio de inmediato esa figura entre la multitud. He Yang estaba rodeado de invitados, muchos jóvenes se acercaban a entablar conversación. Aunque el hombre tenía una expresión indiferente en su rostro, el entusiasmo de las demás personas no se veía afectado y se acercaban a hablarle.

Qin Zhou, aburrido con su copa de vino, observaba esa figura desde lejos. En un instante, parecía como si volviera a aquel año cuando tenía dieciocho años y vio a He Yang por primera vez... Aquel hombre, tan distante y frío en medio de la multitud, parecía inaccesible.

Ellos dos eran personas de mundos diferentes y no deberían haber tenido ningún encuentro. Todo parecía volver al punto de partida. Cada uno siguiendo su propio camino, viviendo su propia vida.

La cena aún no había terminado cuando He Yang decidió irse temprano. Se subió a su auto y regresó a su antigua residencia.

Al llegar, se quitó la chaqueta del traje y se la entregó al mayordomo que estaba a su lado. El sirviente recibió la chaqueta y preguntó──: Señor He, ¿desea comer algo?

──No, gracias──.El hombre se dirigió hacia arriba, al segundo piso.

El mayordomo continuó hablando detrás de él──: La invitación para el banquete por su cumpleaños ya está preparada y la dejé en la biblioteca──. El cumpleaños de He Yang era en marzo y el mayordomo ya había preparado las invitaciones con anticipación.

──Entendido──. He Yang llegó a la biblioteca del segundo piso y vio una pila de elegantes invitaciones sobre la mesa, junto a una lista de personas. Se acercó, tomó la lista de invitados y vio de inmediato las palabras "Qin Zhou" en la primera línea.

El hombre miró fijamente esas dos palabras por un momento y preguntó──: ¿Dónde está la invitación de Qin Zhou? ──El mayordomo buscó entre las invitaciones y sacó la que le pedía He Yang.

Al recibirla, el hombre dejó esa invitación aparte y tomó un bolígrafo para tachar el nombre de Qin Zhou de la lista.

El sirviente se sorprendió ligeramente y preguntó──: Señor He, ¿no invitaremos al Sr. Xu?

He Yang respondió con indiferencia──: No será necesario──. El mayordomo asintió con la cabeza y dejó de hablar.

El hombre preguntó de nuevo──: ¿Ya se ha dormido?

El mayordomo reaccionó rápidamente y respondió──: El señor está en su habitación, Joven Wen también está allí──. Entonces He Yang se dirigió hacia la habitación del señor He.

Cuando se acercó, vio a un hombre de mediana edad sentado en una silla de ruedas mirando un álbum de fotos, con un gato en su regazo. He Yang se acercó sin prisa y preguntó en voz baja──: ¿Aún no te has dormido?

El hombre de mediana edad no levantó la vista y siguió mirando las fotos antiguas──: Mira las fotos conmigo──. He Yang dejó de hablar y se sentó tranquilamente en una silla al lado, mirando el álbum junto al hombre.

En el álbum había una mujer joven con cabello largo sonriendo a la cámara. Su padre pasó lentamente las páginas del álbum hasta llegar a la última, suspirando suavemente. Cerró el álbum, miró hacia He Yang y preguntó casualmente──: ¿Dónde está el profesor de piano?

El Sr. He no tenía muy buena memoria, siempre se olvidaba de algunas cosas. He Yang respondió pacientemente──: Nos separamos.

Su padre se sorprendió y preguntó──: ¿No lo vas a buscar para regresar?