Capítulo 51

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Anteriormente...

Unos minutos después Katsuki se separó, tomó sus cosas, me miró una última vez y se fue a su dormitorio. El corazón me iba a mil por hora.

[...]

"Te voy a proteger porque te amo.
Como lo hago desde hace mucho, y como siempre lo haré." Esas eran las palabras que se repetían en mi cabeza desde la tarde anterior lo que ocasionó que apenas pudiera conciliar el sueño.

Sin embargo había algo que me inquietaba. ¡Kaminari lo sabía!
Dios... Si le dice algo sabrá porque el agua y la electricidad no se llevan bien.

Me pasé todo el día observando a ambos rubios para evitar que Kaminari hablara de más, pero no parecía tener esa intención. Se comportaba como todos los días, pero eso no lograba apaciguar a mí acelerado corazón.

A la hora del almuerzo me senté con la Bakusquad como casi siempre. A decir verdad fue un poco incómodo. Miraba de reojo al rubio explosivo, quién no apartaba la mirada de su plato. Desde que se fue a su habitación después de la tutoría no me volvió a dirigir la palabra.
¿Acaso se arrepintió de lo que dijo?

Eliminé esa pregunta rápidamente de mi cabeza por dos motivos:

1. Me dolería pensar que mis sentimientos no son correspondidos.

2. Katsuki no miente. Te va a decir o gritar la verdad te guste o no.


El segundo motivo me hizo sonreír levemente. Es una de las múltiples razones por las que me enamoré de él.



Antes de darme cuenta, la tutoría con Yao-Momo había comenzado. Estuvimos hora y media repasando para los próximos exámenes. Tenía fe en conseguir buenas calificaciones, o al menos eso esperaba. No quería que todos mis esfuerzos y los esfuerzos de mis tutores fueran en vano.


Cuando Yao-Momo se retiró a su habitación recibí un mensaje. El mensaje era de Shoto, quién me preguntaba si podía y quería entrenar. Me pareció una buena idea. Necesitaba despejar mi mente después de la sesión de estudio, y no me haría daño entrenar un poco, ¿verdad?



Hasta el momento, había entrenado en su mayoría mi don en estado líquido. Un par de veces, con ayuda de Shoto, logré crear un poco de agua en estado sólido. En resumen, algo de hielo. Manejar la temperatura del agua es más complejo de lo que creía, sin embargo Todoroki pensó que sería bueno intentar dominar completamente mi don. Claro está que íbamos pasó a paso y sin demasiados avances, pero lo estábamos intentando, y funcionaba lentamente.

Cuando nos tomamos un descanso, Todoroki me contempló la posibilidad de crear agua en estado gaseoso, es decir, vapor de agua.

Yo sabía que era probable que pudiera hacerlo, pues mi padre en algún momento me lo había mostrado, pero sería un gran reto. Todoroki me comenzó a explicar cómo cambiaba la temperatura de su propio cuerpo, tanto aumentarla como disminuirla. Pensamos que cualquier información podría ser de utilidad.

Aproximadamente a las seis y media de la tarde volvimos a los apartamentos. Me despedí de Todoroki y fui a darme una ducha para relajar mi cuerpo después del entrenamiento.

Poco después de terminar de vestirme escuché unos pequeños golpes en la puerta. No tardé mucho en acercarme para abrirla. Mi pequeña y dulce Eri estaba allí, preparada para abrazarme nada más abrir. La abracé de vuelta y dejé que se adentrara a mi habitación.

Aparentemente le insistió a Mirio durante horas porque quería verme, pero por el entrenamiento con Todoroki no pudieron encontrarme. No fue hasta hace unos minutos que vieron a Shoto y le preguntaron por mí paradero. Según Eri, Mirio se quedó abajo hablando con Izuku, por lo que teníamos tiempo para unas horas de hermanas. ¡Siempre quise hacer eso!

Para comenzar, ambas nos sentamos en la cama, mientras yo le comencé a peinar su hermoso y largo cabello. Luego empezó a contarme todas las cosas que había hecho en los últimos días. A decir verdad, nos veíamos poco tiempo debido a mí apretada agenda, pero es mucho más de lo que la llegué a ver durante el infierno con Chisaki.

La Hermana de Eri-chan (Bakugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora