Diabolos Dragon of Remnant

Vol. 5 Life-0: Breves momentos de paz.

En uno de los pasillos de su castillo, Salem caminaba tranquilamente mientras parecía tararear algo. Esto le ponía los pelos de punta a sus acompañantes, Cinder y Hazel. Este último había cambiado un poco en cuanto a vestuario se refiere.

Hazel llevaba el pelo recogido en una cola de caballo corta y engominada hacia atrás y se había recortado la barba. Llevaba un chaleco verde oscuro sin mangas con adornos amarillos, que revelaba la extensión total de las cicatrices que le recorrían los brazos. Hazel llevaba vendajes en los antebrazos, debajo de guantes marrones sin dedos con una armadura plateada sobre las manos. Llevaba pantalones marrones con correas de cuero conectadas a dos cinturones y botas blindadas que son similares a las de su atuendo anterior.

-Me alegra saber que finalmente aceptaste continuar luchando para mí Hazel.

-No es como si tuviera otra opción. – Dijo esto mientras recordaba cuando hace poco volvió a ver a Tyrian... O lo que quedaba de él.

-Eso es cierto jajaja. – La bruja río mientras era observada por ambos humanos. Definitivamente está Salem daba más miedo que la estoica que conocieron al inicio.

-¿Y en qué podemos servirle señora? – Hazel decidió preguntar para cortar este momento de ver a Salem tan... Emocional.

-Por ahora vamos a ver que tal le va a Watts vigilando al Sekiryuutei y sus amigos. Espero que ese autoproclamado genio haya logrado decodificar el lenguaje que ahora parecen usar.

Ninguno de los dos dijo nada, solo se limitaron a seguir a su ama hasta que esta se paró delante de una puerta. Al abrirla se encontraron con una escena... Peculiar. Todo estaba tirado por el suelo hecho un desastre y al fondo de la sala vieron a quien buscaban.

-¡¡Maldita sea!! – Watt estaba golpeando con sus puños su teclado en un ataque de ira y frustración. – ¿¡Por qué mierdas no logró pasar este estúpido bloqueó!?

-¿Watts?

-¡¿Qué?!

Cinder y Hazel dieron un pequeño jadeo al ver cómo el hombre le habló a la mujer, la cual parpadeo un par de veces. Ni ella se esperaba ese arrebato.

-¿Qué dijiste Watts? Creo que no te escuché bien.

-Ahm... Yo lo siento mi Lady, no la escuche entrar. – El científico de Atlas estaba sudando balas al ver bien quién entró en su laboratorio. – ¿Que puedo hacer para servirle?

-Pues para empezar... ¿Te importaría explicarme por qué este lugar parece un basurero?

-Ruego me disculpé por el lamentable estado de este lugar y de mi apariencia... Desprolija. – Watts se sacudió un poco su traje. – Pero mi trabajo para lograr desencriptar ese código ha tomado todo mi tiempo y concentración.

-Eso lo explica. – Pateó un vaso al cual le quedaba un poco de café dentro. – Que asco... ¿Y por qué parecías al borde de un infarto?

En eso vieron como el hombre le dio un tic nervioso en uno de sus ojos, muestra de su frustración.

-No se como lo lograron... Pero crearon un canal seguro donde pueden llamarse...

-¿Y? ¿No se supone que eres la mente más brillante en Remnant? – Cinder vio con burla al hombre, disfrutando de verlo en ese estado. Después de todo él no desaprovecha cualquier oportunidad para rebajarla.

-Muy graciosa manca tuerta. – Él le respondió sin ocultar su desdén hacia la chica como siempre suele hacer, cosa que se ganó una mirada furiosa de esta. – Y normalmente no supondría un problema para mi pasar cualquier defensa electrónica... Pero esta vez no es el caso.