Vol. 5 Life-13: La resistencia.

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En una de las calles de los Suburbios de Mistral, se podía ver como Kuroka y Koneko eran llevadas esposadas por las dos rubias que las encontraron. Kuroka se mostraba molesta por el hecho, mientras que Koneko parecía indiferente.

-'Sigo sin entender por qué nos dejamos capturar nya.' – La pelinegra susurro con molestia. Cuando esas dos aparecieron ella estaba dispuesta a enfrentarlas, pues no suponían un reto. Sin embargo su hermana simplemente levantó las manos y dijo "nos rendimos".

-'Por qué así podremos descubrir dónde está su base sin llegar al conflicto. Ya después nos liberamos.' – Koneko le contestó con su propio susurro, haciendo que Kuroka chasque la lengua.

-¿Qué cuchichean ustedes dos? – La rubia de pelo corto preguntó mientras le daba un leve empujón a la pelinegra que la vio feo.

-Que esa ropa te hace ver gorda nya. – Kuroka dijo con una sonrisa burlona que le sacó un gruñido a la rubia. – Ay qué carácter, si sigues así te saldrán arrugas.

-Yo la mató Vermillion.

-Jade, cálmate.

La llamada Vermillion trató de calmar a la chica llamada Jade. Esta solo dio un bufido mientras se cruzaba de brazos.

-Onee-sama, deja de molestar a los demás. – Por su parte Koneko le llamó la atención a su hermana, lo último que necesitan es enfadar a los humanos que vinieron a ayudar.

-Como si tu fueras quien para decir eso Shirone. – Vio con fastidio a su hermanita, quien continuó con su rostro tranquilo. – Aún tenemos que hablar de la vergüenza que me hiciste pasar hace unos minutos nya.

-Tú eres la que intentaba tener sexo con Issei-senpai cada que podía. – Dijo de forma calmada, pero si eras observador se podía notar como fruncía el ceño al decirlo.

-¿¡Y eso que tiene que ver con hacerme quedar como una prostituta!?

-Por el cero aprecio que tienes por el amor y por tu virginidad. Aún recuerdo cuando el mono me dijo que intentaste seducir a Vali.

-Ese bastardo de Bikou... – Kuroka siseaba como un gato de lo molesta que estaba.

-Así que no tienes nada que reclamarme Onee-sama. – La vio con seriedad. – Si bien se que sigues virgen no quita que te creo capaz de meterte a la habitación de Senpai y violarlo tú misma.

-¿¡Qué mierda te has creído que soy nya!? – Kuroka tenía todo el pelo crispado, así como que sus ojos parecían más felinos. – ¡¡Además yo ya no quiero tener nada que ver con ese tipo!!

-Una urgida que se iría con cualquiera que pareciera fuerte en sus estándares... Y eso es lo que más me preocupa. – Le contestó con una mirada aún más seria que de costumbre que sorprendió un poco a su hermana. – Además que no notes lo amable que es Senpai es tu problema... No todos son como padre. Deberías de saberlo con solo ver a las otras, tú mejor que nadie debería ser capaz de sentir sus emociones.

Ahí Kuroka no supo qué contestar ya que... Era verdad. Había sentido el amor genuino que todas esas chicas procesaban hacia el castaño, lo cual era algo bastante impresionante... Pero aun así no quería creer que él fuera diferente.

-¿Y a ti qué más te da lo que pueda sentir o no por él?

-......Quiero que seas feliz Onee-sama... Y que al menos estés con alguien que sí se preocupe por ti y no solo te busque por tu cuerpo. – Kuroka suavizó su mirada al ver como su hermana bajaba sus orejas, junto que su semblante se volvía uno de tristeza. – Puede que no te agrade Senpai, pero él es buena persona. Al menos deberías conocerlo un poco más.

Diabolos Dragon of RemnantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora