Vol. Ex Life-1: Draconis Deux parte II.

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Todos se encontraban digiriendo lo que acababan de ver y no era para menos, pues quienes no sabían acerca de la primera muerte del castaño sintieron esto como un duro golpe. Por otra parte los que sí sabían se quedaron viendo a Issei quien tenía una expresión seria.

-Y así es como inicia la historia de Issei Hyoudou en el mundo sobrenatural. ¿Alguna pregunta? – Jinn preguntó viendo a todos los presentes con una mirada tranquila.

Todos se vieron entre ellos no seguros de que decir hasta que el castaño dio un paso y vio al ente de la lámpara.

-Podrías seguir mostrándonos que paso después de eso...

-Claro, aun entra en lo que Tiamat preguntó. Así que si nadie tiene nada más que decir continuemos.

Con eso dicho una vez más la neblina volvió a cubrir el lugar y se vieron con el castaño en el suelo mientras tenía frente a él a una joven rubia de ojos verdes y sus ropas consistían en las de una monja.

-Durante los días siguientes de su resurrección como demonios del clan Gremory y de haber aceptado su nueva realidad, Issei Hyoudou tuvo un encuentro casual con quien se volvería una de las personas mas importantes en su vida... Asia Argento, una ex-monja de la iglesia.

Eso llamó la atención de los supervivientes de DxD, ya que si es cierto de que esa rubia tuvo afiliación con la iglesia es impensable pensar que se relacionaría con un Demonio.

Por su parte el castaño tenía su mirada fija en la nombrada Asia. No sabe porqué, pero al verla sintió como una especie de conexión... No sabe cómo explicarlo por lo que decidió mejor guardar silencio y ver cómo se desarrolla la situación.

-Perdón por chocar contigo. – Dijo la rubia mientras lucía apenada y el castaño solo negó con la cabeza.

En eso los dos vieron como un niño lloraba y parecía que se había lastimado la rodilla por lo que se acercaron para ver si podían ayudar en algo. Pero para sorpresa de Issei y de los demás que estaban viendo, de las manos de la monja aparecieron un par de anillos que brillaron en verde y a los segundos el niño dejó de llorar ya que su herida había sanado.

-Ya está y recuerda que no debes de llorar por esto, después de todo eres un hombre. – Dijo con una sonrisa inocente en su rostro.

-Eso es... – Ravel habló mostrándose sorprendida y no era la única ya que todo el grupo del Hakuryuukou estaba igual.

-Una Sacred Gear, ¿Verdad? – Issei le preguntó a la rubia quien asintió. – Menuda casualidad...

-¡Arigato Onee-chan! – El niño se levantó mientras le agradecía a la rubia con una sonrisa en su rostro para luego irse corriendo.

-Eso fue increíble, Asia.

-Esto no es nada, solo es un don que Dios me dio... – Dijo mientras tocaba uno de los anillos con una de sus manos, pero al castaño le pareció raro el ver la sonrisa triste en su rostro... Pero le quitó importancia.

-¿Aún quieres ayuda para llegar a donde esa iglesia? – Preguntó con una sonrisa a lo que la monja agradeció mientras hacía una pequeña plegaria. Cosa que le sacó un pequeño quejido al castaño, pero lo dejó pasar.

-¿Estáis bien? – Ruby se preocupó al ver las reacciones adoloridas de Vali, Ravel, Kuroka y Koneko.

-Son demonios, es normal que también les afecte. – Fay contestó mientras acariciaba la espalda de Ravel.

Con eso la imagen cambió nuevamente esta vez estaban los dos adolescentes frente a un edificio alejado de la ciudad y se notaba que el lugar estaba abandonado. Junto que el otro Issei parecía incómodo de solo estar cerca del lugar.

Diabolos Dragon of RemnantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora