Diabolos Dragon of Remnant

Vol. 4 Life-10: Visitas inesperadas.

Negro era todo lo que podía ver... ¿Cómo es que llego a este lugar...? Es verdad, Kokabiel mencionó el como en un año y medio todo su mundo tal y como lo conoció se fue por el drenaje de la peor forma posible... Y después de eso todo quedó borroso, solo podía sentir furia y odio a su alrededor... Hasta que escucho algo, una canción cantada con cuatro voces que conocía bien...

-No te fuerces chico.

Issei volteo su cabeza y ahí pudo ver a la armadura del Balance Breaker. A pesar de su rostro inexpresivo, podía notar como se veía cansado y algo... Abatido.

-Tiempo sin verte... ¿Sabes lo que...?

-Perdiste el control. – Dijo sin rodeos. – Activaste la Juggernaut Drive.

-¿La que? – Issei aún estaba algo aturdido, ese nombre se le hace familiar pero...

-[Es el estado maldito de la Boosted Gear compañero.] – Pudo ver cómo Ddraig apareció en una llamarada y al igual que la armadura no se le miraba de la mejor manera. – [Pensar que aún seguirá esa forma maldita con nosotros.]

-Es-Espera. ¿Estado maldito? ¿Esa Juggernaut Drive es la maldición que me mencionaste aquella vez? – Issei vio al dragón y este asintió sombríamente.

-Así es... Y hubiera preferido que desapareciera cuando Dios instaló a Davs.

-Pero... Pensé que me habían dicho que la maldición fue removida... – La armadura y Ddraig guardaron silencio ante esa pregunta, cómo pensando en cómo responder a esa duda.

-[Eso fue lo que pensamos. Pero parece no ser el caso... O al menos, no del todo.]

-¿Como que no del todo?

-Mira la Juggernaut Drive como un archivo en una computadora. Puede que después de que llegáramos a este mundo, ese programa se borró. Pero es sabido que ningún archivo desaparece del todo. De alguna manera éste logró crear un respaldo en el nuevo sistema de la Boosted Gear y ahora que has tenido acceso a él... – La armadura dejó al aire sus palabras, cosa que espantó a Issei.

-......Significa que... ¿Puedo caer de nuevo en ese estado? – Para su horror vio como tanto Ddraig como la armadura asintieron de forma lenta. – No puede ser...

-Realmente lo lamento. Si tan solo lo hubiera sabido mantener a raya en ese momento...

-[Alegrémonos de que al menos pudo volver en esta ocasión... Esas chicas son tus salvadoras.]

Ddraig tenía razón, tuvo suerte de tener al Team RWBY cerca en esta ocasión. La imagen de ellas sonriéndole mientras tomaban gentilmente su enorme garra llegó a él y no pudo evitar llorar un poco. Gracias a ellas, él aún estaba aquí. Pero...

-No se que hacer... Esto es algo que me supera... ¿Ustedes no podrían hacer algo para bloquear la Juggernaut Drive? Algo así como un cortafuegos.

-Puedo intentarlo, pero tendré que hablar con Davs al respecto. Aún así no te prometo nada. – Vio como el chico asintió. Mejor eso que nada.

-Por curiosidad... ¿Cuánto ha pasado desde que me desmayé?

-[Me temo que no lo sé. Desde que perdiste el control, estuve en silencio.] – Issei lo vio con duda.

-En ese estado incluso fuiste capaz de silenciar a Ddraig y expulsar a esas dos... Está Juggernaut Drive es diferente a la original. Al parecer se adaptó.

Eso no le gusto en nada al castaño que solo se llevó una mano a la cara. Justo cuando creía que estaba avanzando esto pasa y le suma un nuevo problema a la lista.