Life-4: Primer día.

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Cuando Issei abrió los ojos, se vio en un lugar... Conocido por así decirlo. Pues en este lugar no había nada, solo oscuridad hasta donde alcanza la vista, así como la carencia de cualquier ley de la física.

-Este lugar... ¿Es el vacío donde conocí a Dios? ¿Pero qué hago aquí otra vez? – Se preguntó a sí mismo el castaño, sin poder entender realmente por qué estaba aquí otra vez. Aunque ahora que lo recuerda, Dios dijo que se contactaría con él. ¿Se refería a esto?

-¡Holaaaa! ¿Dios? – Pero no hubo respuesta. Cuando estaba a punto de volver a gritar, algo raro pasó. De pronto sintió que la temperatura del lugar aumentaba y de la nada se vio rodeado de unas enormes llamas carmesí, casi pareciera que había caído al infierno. Esta idea lo alteró.

-¿¡Qué demonios está pasando!? ¿¡Dónde estoy!? – Issei gritó en pánico. Las llamas se acercaron a él, bailando a centímetros de él. Trató de abanicarlas, pero ni se movieron ni se extinguieron. Solo crecieron más y más, en una danza salvaje... Casi pareciese que el fuego estuviera vivo. Fue ahí cuando, de entre las llamas, parecía que algo se preparaba para salir junto que volvía a oír aquella misteriosa voz.

-[Entonces tú eres el mocoso que me mantiene alejado de mi sueño eterno...]

Definitivamente era la misma voz, pero esta vez se sentía la autoridad en esta, como si fuese imposible hacerle frente una voz que demandaba nada menos que respeto. Se sentía el poder filtrándose con cada palabra que salía de entre las llamas, las cuales parecían reaccionar ante aquella voz.

Fue entonces cuando, de la nada, una gigantesca figura comenzó a surgir delante de él. Se levantó de entre las llamas con gran elegancia y orgullo. Se elevó fácilmente sobre Issei, mirándolo como si fuera un simple insecto. Issei se sentía intimidado ante la gran bestia, la cual pudo reconocer al instante... Pues la humanidad, desde hace milenios, utilizaba esta figura para representar el poder, el orgullo y el respeto... Un dragón.

Sus escamas eran rojas, de un rojo sangre profundo. Sin embargo, no brillaban, sino que eran oscuras. Incluso sus ojos verdes no brillaban. Carecían de cualquier tipo de chispa que parecía haber desaparecido, como si sólo estar aquí no significara nada. Y, sin embargo, el poder que irradiaba la antigua bestia no podía negarse y la verdad era asombroso. Issei no sintió el calor de las llamas en absoluto, pero se encontró sudando en presencia de la criatura. Sentía que si lo deseaba, lo convertiría en su bocadillo.

Aunque ahora que lo pensaba, era el mismo poder que había sentido antes, cada vez que usaba su Sacred Gear. Solo que en esta ocasión se sentía mucho más potente. Esta era la presencia que había estado buscando sin cesar a través de su meditación, tratando de encontrar su fuente desde el día que Ozpin intentó desbloquear su Aura día tras día y noche tras noche. Eso significa que este dragón ante él...

-¿Tú... Tú fuiste quien me ayudó durante la iniciación? – Issei preguntó con voz temblorosa. Todavía temeroso del ser parado frente a él.

-[¿Ayudarte? Si así es como quieres llamarlo, entonces sí. Simplemente me sentí generoso.] – El dragón respondió. Sonaba orgulloso, extremadamente orgulloso. Eso irritó a Issei, quien tuvo un pequeño tic en su ojo, cosa que pasó desapercibido por el dragón o simplemente no le importo en lo más mínimo. Se decanta por esta última opción.

Sin embargo, no había duda. Esta definitivamente era la voz en su cabeza que lo había ayudado a derrotar al Nevermore. También ayudó que sus alas tuvieran las mismas escamas que la que cubría al reptil antes que él.

-No tienes que ser tan imbécil al respecto. – Reprendió Issei. – Aún así, es nuestra primera reunión oficial desde que desbloquee el Boosted Gear y tengo muchas preguntas ahora que nos hemos encontrado cara a cara. O cara a... Sea lo que sea todo eso. ¿Hocico? ¿Cabeza?

Diabolos Dragon of RemnantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora