Diabolos Dragon of Remnant

Vol. 5 Life-9: Un nuevo horizonte.

Issei solo podía maldecir su suerte. Sabía que algo se acercaba, tenía esa sensación desde que despertó pero jamás esperó que llegara justo el día de hoy.

-¿¡Qué demonios es esa cosa!? – Bikou señaló a la criatura que salía de la enorme nube de polvo a paso lento, dejando ver unos enormes ojos rojos brillantes antes de mostrarse por completo.

Al momento que la bestia finalmente se dejó ver, las reacciones fueron muy distintas.

Por una parte Vali y su equipo vieron con desconcierto a la nueva criatura. Puede que no lleven mucho tiempo en este mundo, pero era la primera vez que veían un Grimm de esa forma.

Tanto Kuroka, Koneko y Bikou podían sentir una gran acumulación de energía negativa desprendiéndose de ese ser. Era una sensación repugnante.

Por su parte Vali afilo la mirada, sentía que ese ser los estaba viendo tanto a él como a su rival y que toda su agresividad estaba destinada a ellos dos.

Arthur preparó su espada, no duda que está cosa sea un reto. Fay por su parte tembló un poco, algo dentro de ella le decía que se mantuviera alejada y que huyera de aquí. Pero era algo que no podía hacer. Así que preparó un círculo mágico y se alistó para la batalla.

En cuanto a la pequeña demonio sintió como una gota de sudor frío bajaba por su rostro. Hace tiempo que no siente una presión tan grande, pero no está dispuesta a huir. Así que sacó sus alas de fuego y tomó altura mientras preparaba un par de bolas de fuego en sus manos.

Por su parte el grupo del Sekiryuutei también estaba desconcertado, pero se pusieron en posición de combate.

-Dejame adivinar Ice Queen... No hay registros sobre esta cosa, ¿Cierto? – Yang le preguntó a su amiga quien negó con la cabeza. – Estupendo...

-Guarda el sarcasmo para otro momento Yang. Tenemos un gran problema entre manos. – Blake sacó su arma y la colocó en su modo pistola. – Tch, me gustaría tener a los Reyes Dragón con nosotros. – Dijo mientras veía al nuevo Grimm Clase Infernal.

El Grimm de esta ocasión también tenía forma de dragón, un Guiverno para ser más específicos. Pero este no se veía tan grotesco como el Wyvern, sino más bien... Estaba mejor formado. Este no tenía ni una sola protuberancia con forma de hueso, además que en lugar de piel esa cosa parecía estar recubierto de placas de color negro que lucían muy resistentes, además que poseia a lo largo de su cuerpo varias líneas rojas que le daba un toque más amenazante. Las placas de la cola se abrieron, dejando ver que en realidad eran púas enormes y afiladas que se extendían por toda la cola. Las alas eran bastante gruesas y afiladas por el borde, pero parecían huecas por dentro por esos orificios que tiene la zona de abajo. Por último tenía un largo cuello y su cabeza contaba con dos cuernos que crecían hacia atrás desde la parte posterior del cráneo, un hocico alargado y puntiagudo lleno de dientes afilados y unos ojos rojos que brillaban amenazantes.

¡¡¡GROOOOOOOOOOUUUUR!!!

El rugido que dio el Grimm sacudió la zona entera e hizo que todos se cubrieran los oídos. Después de ello el Grimm afilo la mirada y se enfocó en dos seres en concreto.

-¡Y aquí vamos de nuevo!

Issei hizo aparecer sus alas al igual que el peliblanco y alzaron vuelo para esquivar el golpe que lanzó esa cosa en su contra con una de sus alas, notando como esta dejó un profundo corte en el suelo.

El Grimm rápidamente los volvió a enfocar y abrió la boca, dejando ver como una masa de energía roja se formaba en esta.

-¡¿Estas cosas podrían dejar de tener rayos de la muerte?!