Vol. 4 Life-9: El Dragón de la Dominación.

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-¡¡Resiste mamá!! – Blake estaba tratando de controlar la hemorragia causada por la lanza de Kokabiel. Trataba de no llorar desconsoladamente, porque sabe que tiene que mantener la cabeza fría.

-El ataque de ese tipo causó un daño del 62% en la pierna. Debemos de operar de inmediato o no sobrevivirá. – Penny terminó de examinar la herida y trató de hacer un torniquete con unas tablas de madera y algo de la ropa de la mujer.

Ante esas palabras Ghira no perdió tiempo y se llevó a su esposa en brazos. Si bien no hay un hospital grande como en los reinos, tienen lo necesario para casos como este... Por una vez tendrá que estar agradecido por los robos que cometen los hombres de Sienna en Mistral.

-Ahora solo nos queda esperar lo mejor. – Fue lo que dijo Ruby antes de dirigir su mirada al cielo. – Pero aun queda una cosa por hacer.

Todos asintieron a las palabras de la caperucita. Prepararon sus armas mientras pensaban en un plan para apoyar al castaño.

A su vez, en el aire, se veía como Issei tenía aún su puño en la mano de Kokabiel. El caído parecía sonreír complacido, como si esto era algo que anhelaba desde hace años.

-Al fin, ¡Podré...! – Pero un cabezazo por parte del Sekiryuutei en la nariz lo cayó y lo hizo soltarlo.

Acto seguido, Issei giró sobre su eje y le dio una patada que lo mandó a volar, lejos de ahí, en dirección al desierto de Menagerie. El Sekiryuutei tomó aire...

-¡¡Ustedes se quedan aquí!! – Fue el grito que dio a los que estaban abajo. – ¡¡Pase lo que pase, no importa si ven destrucción o cualquier cosa!! ¡¡No se acerquen, porque puede que no responda como quiera!! – Issei sentía la ira en su ser arder, como una llama. – ¡¡Y ES UNA ORDEN!!

El Sekiryuutei agitó sus alas, con ayuda de los propulsores para ir en dirección donde mandó a Kokabiel, a la vez que su aura dejaba un rastro en el cielo por donde lo recorría.

El grupo de jóvenes solo pudieron ver como el Sekiryuutei se marchaba... Hace meses que no lo ven así de enfadado, no desde el incidente con el Team CDNL. Tienen que admitir que ese grito los asustó un poco.

-¿Qué hacemos entonces? – Yang vio a los demás.

Todos quedaron en silencio, no sabiendo qué hacer. Por una parte querían ayudar al castaño, pero por otro no sabían si era lo correcto desobedecer sus órdenes. Maldita sea...

-Lo único que podemos hacer es esperar... – Pyrrha habló mientras apretaba sus puños, sintiéndose inútil por no apoyar a su compañero y novio. Sentimiento que era compartido por todos en el grupo.

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El impacto del cuerpo de Kokabiel en el desierto, solo hizo que la arena se eleve como un hongo. El Cadre se puso de pie, limpiándose la sangre que salía de su nariz. Maldijo por lo bajo al Sekiryuutei, no esperó eso.

-Maldito mocoso...

Alzó la mirada y vio el destello rojo ir hacia donde él estaba. Alzó las manos y creó lanzas de luz que no perdió el tiempo en lanzar hacia el chico.

Mientras avanzaba, Issei las esquivó y de pasó mandó una de regreso a Kokabiel con una patada. El Cadre solo alzó la mano y deshizo su lanza antes que le dé, al mismo tiempo que el Sekiryuutei aterrizaba frente a él.

Este guardó sus alas y se irguió. Dio unos pasos más y...

-......¿Por qué? – Fue la pregunta del Sekiryuutei. – ¿Por qué has hecho esto?

Kokabiel lo miró un segundo, solo para dar esa sonrisa que tanto asco le daba. Esa sonrisa llena de malicia... Esa que denotaba que no le importaba nada más que lo que él creía.

Diabolos Dragon of RemnantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora