Vol. Ex Life-3: Draconis Deux parte IV.

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-Me parece increíble cómo una persona puede cambiar todo. – Raven estaba cruzada de brazos, a la vez que todos la miraban. – Según sabemos, el mundo de Issei, el que tenemos aquí fue destruido, pero el que estamos viendo... Él está cambiando las cosas poco a poco.

-Bueno, ese es el efecto del chico. No es el único mundo en que lo hace, es decir... El que ven solo es la línea original. Hay otros en donde hace lo mismo, con eventos diferentes, pero él siempre está ahí cambiandolos. Decir que una versión suya se tuvo que enfrentar a un ser dimensional para salvar su mundo dice mucho de lo que es capaz.

Jinn recordó esa línea de tiempo, admite que era interesante de recordar. Quizás muestre un poco de esta más adelante.

-Ok... ¿Tú también llegarías a esos extremos mocoso? – Qrow pregunto mientras veía de forma fija al castaño. Pensó que ya se acostumbró a las locuras... Se equivocó.

-Pues... ¿Qué tan bien parado salí de esa pelea...?

-Ganaste apenas. Aunque eso te hizo ganador de ser el más poderoso de ese mundo. El único que está a tu altura en esa línea es el Hakuryuukou. Ah, y en esa línea también luchaste al lado de Rias Gremory y su grupo, solo que no fuiste Demonio.

-Vaya... Al parecer casi siempre está destinado a estar al lado de esa pelirroja. – Weiss dijo mientras ponía sus manos en su cadera.

-Es... Una de las dichas que él tiene al tener la maldición de nacer siendo una... Anomalía en el mundo. Ya lo entenderán... Pero si, Rias Gremory es, y me duele decirlo para muchos, el amor multiversal de Issei Hyoudou.

Ese comentario no le gusto a muchas de las presentes, pero solo pudieron dar un suspiro en entendimiento. Están viendo la historia de lo que pudo ser si él no moría en su mundo después de todo. Era un trago algo amargo, pero al menos lo tienen a él con ellas.

-Pero en este caso no se pudo... Es una lástima. Espero que al otro le esté yendo bien. – La miraron sin entender. – Cosas mías, solo puedo decir que este Issei no es el primero en caer en una versión de Remnant. Solo que el otro que me acordé... Sí que la pasó mal para evitar que este mundo sea destruido y poder volver a casa. En fin... Sigamos. Creo que sigue... Ah, si...

La neblina generó una imagen, donde se veía a Issei despertando en lo que era su habitación con Rias y Asia a su lado, aunque había una ligera sorpresa.

-¿¡Akeno-san!?

La pelinegra estaba sobre él, bajo las sábanas con un yukata blanco que apenas cubría algo. La chica estaba con el pelo suelto y ella se le acercaba.

-Me gusta su estilo... – Blake dijo mientras pensaba en usar esa táctica ella misma.

-Es raro ver a Akeno-senpai tan interesada en un hombre... – Koneko tenía una expresión complicada al ver a su antigua Senpai actuar de esa forma sin parecer una sádica... La extraña, pero aún tiene malos recuerdos con su risa cuando eliminaban Strays.

-Buenos días Issei-kun. Siento que te ha gustado verme tan temprano.

El Sekiryutei se llevó una mano a la cara. Maldita sea. Esto no es bueno, si Rias y Asia despiertan...

-¿¡Akeno!? ¿¡Qué haces aquí!? – ¿Para qué se esfuerza en pedir que alguien lo ayude allá arriba? Siente que la vida es una desgracia constante.

-Si... Mi mala suerte es multiversal... Aunque no me quejo de la vista jejeje...

El castaño suspiró resignado al ver que parece que su destino es estar en medio de ataques de celos. Para luego sonreír de forma pervertida al ver los pechos desnudos de la pelirroja y la pelinegra.

Diabolos Dragon of RemnantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora