Capítulo 18

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Jackson

Me quedé dormido en el sillón del despacho por eso me quedó doliendo la espalda, decidí salir e ir a la habitación para poder cambiarme e ir a entrenar.

Entro a la habitación y veo que la cama está tendida, Almendra no está por ningún lado. Se nota que se bañó y que dejó todo realmente inmaculado, menos el balcón, juraría que habrá estado ahí por varias horas.

Busco la ropa en el vestidor y bajo para encontrarme con mi familia. Tendríamos que hablar Antonela, Almendra y yo, pero quizás las invite a ambas a almorzar, como excusa.

Bajo y no encuentro a mi secretaria en la mesa familiar. Ya están todos allí.

Jax- Buen día- digo mientras agarro una tostada y me sirvo un vaso de agua-

Sarah- Buen día hijo. ¿Cómo dormiste?

Jax- Bien, me quedé trabajando hasta tarde y me quedé dormido. ¿Almendra está en el baño?

Julia- No, se fue. Dijo que quería conocer un poco la ciudad de día y que no la esperemos para desayunar. -Suspiro y agarro mi celular para poder enviar un mensaje. -Yo que vos no la molestaría, al parecer no pasó una buena noche, tenía cara de no haber descansado nada y si vos te quedaste trabajando hasta tarde, en vez de pasar la noche con tu futura esposa, diría que se pelearon.

Jax- Callate julia. Nos vemos, me voy a entrenar.

Sarah- Suerte hijo.

Salgo de la mansión, busco en mi teléfono el nombre de mi secretaria para saber a dónde fue, llama, llama, llama y no pasa nada. ¿Dónde se metió ahora? ¿Cómo va a salir y no me va a avisar a dónde? Llamo a A.J. para que rastree su teléfono y la encuentre. Mientras me decido a salir a correr y luego volveré a entrenar con la bolsa, si, me compré una bolsa de boxeo.

Almendra

Estaba demasiado abrumada por lo que pasó ayer, sigo angustiada y con enojo, así que decidí salir y pasar por el restaurant de ayer para buscar el abrigo que me olvidé. A.J. quería venir conmigo, pero tuve que hacer toda una odisea para escaparme de él y que no me pueda seguir.

Llego al restaurant con ayuda del gps. No quisiera perderme en esta ciudad tan grande y tan desconocida para mí. Dudo un poco en entrar, porque quiero ir a conocer la ciudad, pero mejor busco mi abrigo y luego paseo tranquila. Adentro del restaurant no hay muchas personas, lo cual lo hace mucho más cómodo.

Me acerco al mostrando donde hay un hombre mayor explicándole algo a un joven, cuando termina dirige su vista hacia mí y esboza una sonrisa en su rostro.

Hombre- Buen día señorita Anderson. -Mi cara debe haber sido bastante rara porque sacudió su cabeza y tomó sus manos para hablar nuevamente- ¿O debería decir señora Miller? -Ahora si, sonrío y recuerdo que ayer lo vi a la entrada y que antes de irnos Jackson se quedó hablándole en la puerta.

Almendra- Almendra, sólo Almendra. 

Hombre- Muy bien, Almendra, estoy aquí para servirle, yo me llamo Simón. 

Almendra- Un gusto, Simón. Quisiera saber si ayer encontraron un blazer que me he olvidado, es de color...

Simón- Si, si. ¿Éste puede ser?

Almendra- ¡Ay, si! Es este mismo. 

Simón- Todo suyo señorita. ¿La puedo ayudar en algo más?

Almendra- No, está bien, eso es todo. Muchas gracias.

Simón- Un placer poder ayudarla, la esperamos pronto. Que tenga un bello día.

Almendra- Gracias igualmente. 

Contrato, matrimonio y algo más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora