Jackson
Me quedé dormido en el sillón del despacho por eso me quedó doliendo la espalda, decidí salir e ir a la habitación para poder cambiarme e ir a entrenar.
Entro a la habitación y veo que la cama está tendida, Almendra no está por ningún lado. Se nota que se bañó y que dejó todo realmente inmaculado, menos el balcón, juraría que habrá estado ahí por varias horas.
Busco la ropa en el vestidor y bajo para encontrarme con mi familia. Tendríamos que hablar Antonela, Almendra y yo, pero quizás las invite a ambas a almorzar, como excusa.
Bajo y no encuentro a mi secretaria en la mesa familiar. Ya están todos allí.
Jax- Buen día- digo mientras agarro una tostada y me sirvo un vaso de agua-
Sarah- Buen día hijo. ¿Cómo dormiste?
Jax- Bien, me quedé trabajando hasta tarde y me quedé dormido. ¿Almendra está en el baño?
Julia- No, se fue. Dijo que quería conocer un poco la ciudad de día y que no la esperemos para desayunar. -Suspiro y agarro mi celular para poder enviar un mensaje. -Yo que vos no la molestaría, al parecer no pasó una buena noche, tenía cara de no haber descansado nada y si vos te quedaste trabajando hasta tarde, en vez de pasar la noche con tu futura esposa, diría que se pelearon.
Jax- Callate julia. Nos vemos, me voy a entrenar.
Sarah- Suerte hijo.
Salgo de la mansión, busco en mi teléfono el nombre de mi secretaria para saber a dónde fue, llama, llama, llama y no pasa nada. ¿Dónde se metió ahora? ¿Cómo va a salir y no me va a avisar a dónde? Llamo a A.J. para que rastree su teléfono y la encuentre. Mientras me decido a salir a correr y luego volveré a entrenar con la bolsa, si, me compré una bolsa de boxeo.
Almendra
Estaba demasiado abrumada por lo que pasó ayer, sigo angustiada y con enojo, así que decidí salir y pasar por el restaurant de ayer para buscar el abrigo que me olvidé. A.J. quería venir conmigo, pero tuve que hacer toda una odisea para escaparme de él y que no me pueda seguir.
Llego al restaurant con ayuda del gps. No quisiera perderme en esta ciudad tan grande y tan desconocida para mí. Dudo un poco en entrar, porque quiero ir a conocer la ciudad, pero mejor busco mi abrigo y luego paseo tranquila. Adentro del restaurant no hay muchas personas, lo cual lo hace mucho más cómodo.
Me acerco al mostrando donde hay un hombre mayor explicándole algo a un joven, cuando termina dirige su vista hacia mí y esboza una sonrisa en su rostro.
Hombre- Buen día señorita Anderson. -Mi cara debe haber sido bastante rara porque sacudió su cabeza y tomó sus manos para hablar nuevamente- ¿O debería decir señora Miller? -Ahora si, sonrío y recuerdo que ayer lo vi a la entrada y que antes de irnos Jackson se quedó hablándole en la puerta.
Almendra- Almendra, sólo Almendra.
Hombre- Muy bien, Almendra, estoy aquí para servirle, yo me llamo Simón.
Almendra- Un gusto, Simón. Quisiera saber si ayer encontraron un blazer que me he olvidado, es de color...
Simón- Si, si. ¿Éste puede ser?
Almendra- ¡Ay, si! Es este mismo.
Simón- Todo suyo señorita. ¿La puedo ayudar en algo más?
Almendra- No, está bien, eso es todo. Muchas gracias.
Simón- Un placer poder ayudarla, la esperamos pronto. Que tenga un bello día.
Almendra- Gracias igualmente.
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Contrato, matrimonio y algo más.
RomantikÉl es calculador, posesivo, obsesivo, distante y muy sexy. La relación con su abuelo y los intereses que tiene en cuanto a los negocios, lo llevan a pensar en firmar un contrato de matrimonio con su secretaria. Al principio parecía una excelente ide...