Capítulo 40.

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Jackson

Ya me había olvidado cómo era dormir tranquilo y por más de tres horas. En los últimos meses sólo he logrado dormitar de noche y trabajar hasta que los ojos sangren, no de forma literal, claro.

Me desperté con el sol colándose por la ventana, Almendra con su cabeza apoyada sobre mi brazo izquierdo y con mi brazo derecho rodeando su cintura. Tragué saliva de sólo observar la imagen con la que daba inicio a un nuevo día. La última vez que desperté junto a alguien fue hace mucho tiempo y no tengo los mejores recuerdos de esa persona. Jane, su cara, su cuerpo, su voz vienen a mi mente. No porque la extrañe, simplemente es la culpable que no crea que alguien puede acercarse a mí sin ningún interés o bien, que merezca tener un "Felices para siempre" como los demás. Respiro con fastidio, se hizo recurrente esto. Trato de sacar mi brazo con mucho cuidado sin despertar a mi secret... a mi esposa... Y lo logro con mucha paciencia, voy al baño y decido empezar el día bañándome. Hemos tenido una buena noche con Almendra. Quizás esto sea algo que extrañe cuando todo esto se termine.

La noche anterior
Almendra

Mi mente, mi cuerpo y mi alma se encuentran en el restaurante con Jackson. Luego de tomar algunas copas de vino y de provocarlo con mis comentarios decidió pedir la cuenta e irnos al hotel. En el auto intento ser lo más tranquila posible pero, mi cuerpo tiene otra cosa en mente. Apoyo la cabeza en el respaldo del auto y miro el perfil de Jackson, definitivamente es mi tipo pero su carácter tan particular le quita todo el encanto que tiene con la boca cerrada. Río por lo que dije mentalmente y él me dedica una mirada fulminante. Cuando paramos en el semáforo, que acaba de cambiar de color, me mira tal cual yo lo hacía con él minutos atrás y sonríe. Acerca su mano hacia mi rodilla y comienza a jugar con sus dedos en mi piel. Bajo la vista hacia su mano y vuelvo a mirarlo a los ojos. 

Almendra- ¿Qué pasa?

Jackson- ¿Así que soy tu tipo pero mi carácter tan particular me quita todo el encanto? -muerdo mis labios y siento cómo mi cara se vuelve un tomate ¿Realmente lo pensé, lo dije o leyó mi mente? -Lo dijiste en voz alta, sólo voy a hacer una sola cosa.

Almendra- ¿Qué? ...-dije, esperando su respuesta-

Jackson- Te mostraré dónde tengo todo mi encanto. -su frase me hace tragar en seco y mi cuerpo comienza a responder a su tacto, a su voz, a su cercanía, a su perfume. Respiro profundo, no me había dado cuenta que estaba reteniendo el aire, siento cómo su mano comienza a subir, separo un poco mis piernas, por inercia. Está a punto de llegar a mi zona íntima y se detiene y vuelve a colocar su manos en el volante. -Pero acá no, podríamos tener un accidente. -comenta con tanta tranquilidad, con tanta seriedad que me descoloca, obviamente percibo cómo lo disfruta y yo quedo prendida fuego. Atónita. Es un bastardo.

Me doy cuenta que estamos por llegar al hotel cuando espera su turno para doblar e ingresar al estacionamiento que se encuentra en el subsuelo. Y es cuando decido hacer una locura. Tiro todo mi peso sobre mi espalda, reclino el asiento del auto y cierro mis ojos, con mis manos comienzo a subir y bajar el vestido de mis muslos y toco la zona interna de ellos. Escucho a Jackson que me llama pero sigo metida en lo que estoy haciendo. Jugó muy feo dejándome así y va a pagar por ello. Sigue dando vueltas con el auto buscando lugar y yo sigo tocando mis piernas. Subo cada vez más despacio y mi respiración se hace cada vez más pesada. Con mi mano derecha toco mi entrepierna, estimulando cada parte de mi ser haciendo lo que deseaba que él hiciera. Con mi mano izquierda toco mi pecho mientras tiro mi cabeza para atrás y una leve gemido se escapa de mi boca. El auto se detiene y yo abro mis ojos haciendo contacto visual con Jackson, sonrío, muerdo mi labio y con mi respiración agitada me coloco arriba de él. Comienzo a besarlo, refrego mi feminidad sobre él y cuando siento que está entregado debajo de mi cuerpo dejo de besarlo y acerco mi boca a su oido...

Almendra- Jamás me dejes caliente ni juegues conmigo, Miller. Porque te saldrá caro. -Coloco un beso en su mejilla y salgo del auto. Riendo, divirtiéndome, disfrutando. Me apoyo en la pared y espero unos minutos con una enorme sonrisa en la cara, ya que, tiene que esperar a que su masculinidad deje de ser notoria. 

Escucho el ruido del ascensor y en realidad es el ruido que hace la máquina de café que tenemos en la habitación. Abro los ojos y me doy cuenta que soñé todo. Soñé cada escena que vivimos la noche anterior con Jackson. Fue como vivirla dos veces y no me voy a quejar por ello.

Realmente me ha mostrado dónde se encuentra todo su encanto y doy gracias de esta nueva versión de marido y mujer que estamos teniendo.

Me siento en la cama y escucho que Jackson está bañándose. Voy caminando lentamente y de igual manera abro la puerta del baño para observar a mi marido. Se me cierra la garganta al verlo y al recordar que fuimos uno solo la noche anterior.

Almendra- Buen día. -digo, escondiendo un poco la cara y tratando de recomponer la voz.

Jax- Buen día. En unos minutos salgo. Prendí la cafetera para tomar algo, no creo que lleguemos al desayuno del hotel.

Almendra- Ok. ¿Haremos algo?

Jax- Si, iremos a la playa. Búscate ropa y todo lo que necesites.

Almendra- Perfecto.

Contrato, matrimonio y algo más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora