Almendra
Entramos al ayuntamiento y yo estaba envuelta en un aura de empoderamiento y locura, queriendo que el tiempo pase rápido para que este estúpido contrato se termine de una vez, pero cuando caí en la cuenta de lo que estaba pasando me acobardé. Me quedé plantada en el medio del pasillo y ya no podía dar un paso más.
Jax- ¿Y ahora qué te pasa?
Almendra- Sé que parecía muy valiente, pero en realidad estaba actuando desde lo inconsciente. ¿Qué hago? ¿Qué estoy haciendo? Esto es una locura, Jackson.
Jax- Calmate, eso es lo primero que vas a hacer y lo siguiente es tomar aire y caminar, porque ya estamos acá, no vale arrepentirse ahora, aunque no estoy de acuerdo en cómo manejaste esta situación, sea por valiente, por impulso o por idiota.
Almendra- Agrego "idiota" a la lista de ayer, oportunista e idiota, sin dudas sos un partidazo, Jackson. Si en otra vida nos volvemos a encontrar hazme acordar que no acepte este contrato, porque sería firmar mi propia sentencia, justo como en esta vida. -digo y Jackson tiene una expresión imposible de leer- Gracias por hacerme acordar el motivo por el que estamos acá, necesito que esto termine pronto, así que vamos. -escupo las palabras y me doy vuelta, me quedo helada, Stephen también tiene una expresión en la cara algo indescifrable, no, en realidad está disfrutando esto-
Stephen- Me interesa mucho saber testigo de qué voy a hacer, por lo menos quisiera saber la verdad, pero me la van a contar una vez que se casen. Los están esperando. -Resignada respiro profundo y siento que Jax me toma del brazo apurando el paso...
Antonela- ¡Momento! Necesito robártela dos segundos para ir al baño.
Jax- Esperamos adentro, no tarden.
Antonela- De acuerdo. Ven conmigo, querida.
Almendra- ¿A dónde vamos?
Antonela- Al baño, un segundo. -Entramos las dos y ella pasa a uno de los cubículos. -Esto es demasiado raro. ¿En qué estaba pensando? ¿Cómo voy a hablar a los gritos? Ahora le tendremos que contar todo a Stephen. Estaba metida en mis pensamientos cuando veo a Antonela salir del cubículo con un vestido-
Almendra- ¿Qué es eso Anto?
Antonela- No me diste tiempo de preparar nada, pero te merecés aunque sea un vestido para tu casamiento, por más contrato que haya en el medio. Éste lo use para el mio, así que tenés algo prestado y usado, el cinturón es nuevo, te lo regalo y falta algo azul...
Almendra- Bueno, no sé, no importa. Ya no tenemos mucho tiempo. Gracias Anto, voy a cambiarme.
Tardaron unos minutos en el baño, acomodándose, Antonela ayudó a Almendra con el vestido y como tiene facilidad con los peinados, le hizo un peinado recogido y sencillo. Ya estaba todo listo. Todo organizando en cuestión de segundos. Las mujeres salieron del baño y se dirigieron a la sala donde se llevará a cabo la ceremonia. En la puerta estaba parado Stephen.
Stephen- El novio ya está en la sala junto al funcionario, pero no quería dejar de recibirte, aunque esto sea todo un montaje o no, ya me enteraré, te merecés una linda boda y por si acaso, tengo esto para vos. -le coloca una florcita en el pelo que no había llegado a ver Almendra. -listo.
Antonela- Completamos el esquema, algo nuevo, prestado, usado y la florcita de tu pelo de color azul. Estás hermosa Almen.
Almendra- Gracias chicos, a los dos. Prometo contarte todo al terminar la ceremonia. -le dice a Stephen con una mano en el pecho-
Stephen- Me quedo tranquilo entonces. Ahora voy a acompañar al novio.
Almendra- Vamos todos juntos para hacer esto rápido.
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Contrato, matrimonio y algo más.
RomanceÉl es calculador, posesivo, obsesivo, distante y muy sexy. La relación con su abuelo y los intereses que tiene en cuanto a los negocios, lo llevan a pensar en firmar un contrato de matrimonio con su secretaria. Al principio parecía una excelente ide...