Capítulo 39

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Jax

Volvemos al hotel luego de nuestro paseo, nos bañamos, nos cambiamos y agarramos nuestras cosas nuevamente, ya que, decidimos ir a pasear al centro y recorrer algunas tiendas. Almendra quiere llevarle algo a su madre de recuerdo y yo estoy pensando en qué lugar podemos cenar.
Estaciono el auto en la calle y subo con cuidado a la vereda. Almendra camina a mi lado y siento que su perfume invade cada uno de mis sentidos. Intento no mirarla demasiado pero es imposible, lo único bueno es que va mirando las tiendas y no presta atención a mi mirada.
Está hermosa. Lleva un vestido blanco con flores de distintos colores pasteles y unos zapatos de taco bajo lo que hace que camine muy tranquila y sin preocupaciones.

Almendra- No sé cuál es el motivo. Pero estaría genial que dejes de mirarme.

Jax- No te estoy mirando- le digo cortante y doy vuelta la cara aunque no sé cómo sabe que la miro- Además... ¿Quién te dijo que te estoy mirando?

Almendra- Te veo en el reflejo de las tiendas. Sin mencionar que siento esa mirada penetrante que no se sabe si es por algo bueno o por algo malo.

Jax- Deja de hablar pavadas. ¿Quieres?

Almendra- Como tú digas. ¡Mira! ¡Entremos aquí! -Me agarra la mano y me hace entrar en una tienda de ropa.

Jax- No creo que encuentres algún recuerdo para tu madre, aquí.

Almendra- No. Quiero una remera. Tú puedes ir por allá, yo en un ratito te alcanzo.

Jax- ¿No necesitas que te diga cómo te queda la ropa?

Almendra- ¿Quieres decirme cómo que queda la ropa?

Jax- Me voy para allá, alcánzame cuando termines- digo y me alejo rápidamente.

Veo un patio de comidas y voy para allí. Tomo asiento y una chica muy joven se acerca a mí para darme el menú. Comienzo a mirar y creo que voy a pedir pastas, igualmente decido esperar a Almendra para hacer mi pedido. Estoy mirando un poco el ambiente y veo que otra chica joven se acerca, la observo muy poco, no se encuentra vestida como las chicas que atienden en este lugar pero, aún así imagino que se acerca por ese motivo.

Chica- Hola. ¿Qué tal?

Jax- Hola. ¿Qué tal? Todavía no voy a realizar mi pedido.

Chica- No vengo por el pedido. ¿Cómo estás? ¿Puedo sentarme?

Jax- Bien. Mira...

Chica- Gracias- dice y procede a sentarse en la silla que está en frente mio. No me dejó que le termine de decir que estaba acompañado. A lo lejos veo a Almendra que viene caminando lentamente desde que comenzó a ver la situación. Yo sonrío y la chica piensa que es por ella. -Mi nombre es Elena. ¿Y el tuyo?

Jax- Yo soy Jackson.

Elena- Encantada Jackson. Qué bello nombre. Le hacés honor a él.

Jax- Te agradezco. ¿A qué se debe tu compañía? -le pregunto mientras alejo la silla de la mesa y me acomodo un poco desinteresado.-

Elena- Estaba sentada en la barra y te ví solo, decidí acercame. ¿Estuve mal?

Jax- ¡Qué atenta! ¿Haces esto muy seguido?

Elena- No, es la primera vez. Sentí que no podía desaprovechar el momento de cenar con alguien tan buen mozo.

Jax- Ya veo. -Para cuando termino de hablar, Almendra ya se encuentra cerca nuestro.

Almendra- Hola, amor. - dice y se acerca a mí de manera segura, aprovecha el espacio que queda entre la silla y la mesa y se sienta en mis piernas para besar mis labios con pasión. Sigo su accionar, olvidando qué hay alrededor y en dónde estamos. Luego de unos segundos se aleja, mira a la mujer que se encuentra sentada frente a nosotros y me habla sin quitarle la vista a ella. -No sabía que teníamos compañía, amor. ¿Quién es ella?

Elena- ¡Mucho gusto! Soy Elena. Pensé que el caballero se encontraba solo, simplemente eso. Pero...

Almendra- Pues pensaste mal. Te agradecería que nos dejes solos a MI MARIDO- dice mostrando su alianza- y a mí.

Elena- Claro. Disculpen. -dice y se marcha del lugar toda colorada. Almendra se levanta de mis piernas y va hacia su silla.

Almendra- Por lo visto no puedo dejarte solo.

Jax- Unos minutos más y era ella quien se sentaba en mis piernas. ¿Pedimos?

Almendra- Ya quisieras... Déjame ver la carta. -se la paso y comienza a ver qué puede elegir yo, repaso mis opciones. -Si te parece pedimos algo para compartir. No tengo mucho apetito.

Jax- Bien. ¿Algo en especial?

Almendra- No, sorprendeme. Estoy segura que tendrás algo delicioso en mente.

Jax- Si, tengo algo delicioso en mente. -digo y sonrío de costado mirando el menú, ciertas imágenes vienen a mi mente como recuerdos recientes, el cuerpo de Almendra al descubierto, su perfume, su sonrisa.

Almendra- Si tuviera un superpoder me encantaría leer la mente. Creo que me haría un festín con la tuya. -dice y me doy cuenta que tiene su mirada clavada en la mia.

Jax- No sé de qué estás hablando. -comento con mi expresión fría, de siempre.

Almendra- Yo creo que sí, de otra manera no te hubieras puesto colorado. -Jaque mate. Esta niña va a volverme loco.

Jax- Creo que voy a pedir un vino.

Almendra- Creo que voy a acompañarte.

La moza se acercó y nos tomó el pedido. Trajo algo para compartir antes de traer nuestros platos. El vino era muy rico y creo si bien no tomamos demasiado, siento que mi cuerpo está respondiendo a él. Respiro profundo y sólo deseo que sea una ilusión...

Almendra- ¿Estás bien?

Jax- Si. ¿Por qué?

Almendra- No sé. Tienes una cara indescifrable. -me dice y siento algo de burla en su tono.

Jax- No sé qué te causa gracia o qué dije para que te burles.

Almendra- No me estoy burlando. Solo estoy coqueteando contigo pero veo que no soy buena en eso. -se ríe con delicadeza.

Jax- No necesitas coquetear conmigo.

Almendra- ¡Ah! ¿No?

Jax- No ya... -antes de seguir diciendo pavadas la miro y cierro mi bocota. Ella sonríe y disfruta del momento, tiene los codos apoyados en la mesa y se desliza en ella acercándose a mí.

Almendra- ¿Ya qué?

Jax- Nada.

Almendra- Termina la frase Jackson. No me gusta cuando las personas dejan la frase a medio terminar. - Clava sus ojos en los míos y esto parece una guerra de miradas.

Jax- Ya me tienes embobado. -contesto sosteniéndole la mirada, espero su respuesta. Una que no llega- ¿Feliz?

Almendra- Si... ¿Te parece si nos vamos? -pregunta acomodándose en su silla-

Jax- ¿Estás cansada? ¿Ya tienes ganas de dormir?

Almendra- Lo que menos tengo ganas es de dormir...

Jax- ¿De qué tienes ganas?

Almendra- De que me demuestres cuán embobado te tengo.

Jax- Ok. Vámonos. La cuenta, por favor. -le pido a la moza en cuanto hace contacto visual deseando una sola cosa, que se apure para tener a Almendra completamente para mí. ¿Para qué seguir ocultándolo? 

Contrato, matrimonio y algo más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora