Almendra
Nos encontramos nuevamente en casa, casa inmensa que ya acomodaron y que tiene todo lo que siempre soñé cuando era pequeña.
Entramos y en cuanto pusimos un pie en la casa, Jackson se fue a su despacho no sin antes darme un beso. Creo que nuestra relación va cambiando de a poco, creo que por ello tendríamos que revisar el contrato que firmamos en un principio.
Me voy a la cocina a buscar un poco de agua, últimamente tengo mucho sueño, mucho hambre y mucha sed. Jax me recomendó hacerme estudios para ver que todo esté en orden y creo que lo haré, hace mucho me sentía igual y en los estudios salió que estaba anémica. Al margen que los problemas de tiroides también estaban haciendo su aparición. Luego de beber un poco de agua en la cocina me voy para la habitación y acomodo algunas cosas porque en realidad quiero vestirme para acompañar a Jackson a la oficina. Necesito arreglar algunas cosas que tengo en mente y a darle una mano a la pobre de Esmeralda.
Jackson estaba muy apurado así que hice lo que pude con mi pelo, mi ropa y mi maquillaje, igualmente estoy muy conforme, me encanta ir por la vida sin demasiadas preocupaciones.
Llegamos a la oficina y veo cómo todos comienzan a correr de un lugar para otro. Ha llegado el ogro jefe al edificio, río porque esto solía hacer todos los días como rutina, desde los guardias hasta cada persona en su cubículo, avisaba que el ogro había llegado, pero, nunca estuve del otro lado, me río por ese gran movimiento ocurrido y vuelvo en mí, cuando siento que Jackson toma mi mano para seguir caminando juntos.
Jackson- Esa maldita costumbre que tienen de avisarse uno a uno que acabo de llegar. Ahora eres mi esposa, así que, me darás la mano y te arrastraré a todo este revuelo.
Almendra- No sé de qué hablas -digo haciéndome la desentendida.
Jackson- ¿Se piensan que nunca me di cuenta que corre cada uno a su lugar y que se mandan mensajes para avisar que llegué? -pregunta mientras entramos al ascensor y yo sigo mirándolo con cara de asombro, pensé que éramos más disimulados. -No, querida. Son muy obvios. De hecho adoro llegar sin avisar y que todos tengan que correr.
Almendra- No es sano trabajar en un lugar donde a tu jefe le tienes miedo.
Jackson- Las puertas están abiertas para que se vayan cuando quieran, igualmente, nadie de los que están hoy, trabajando en esta empresa se va a ir.
Almendra- Nos acostumbramos. Pensamos que nunca te dabas cuenta.
Jackson- Me doy cuenta de todo, Almendra.
Almendra- Ya veo. Bien, suelta mi mano para bajar del ascensor.
Jackson- No, te daré la mano hasta entrar a mi despacho, eres mi esposa no tengo por qué fingir.
Almendra- No, te dije que saldremos del ascensor y cada uno irá a hacer lo que tenga que hacer. Tú al despacho y yo iré con Esmeralda para terminar de acomodar todo aquello que necesitas para la reunión con el inversionista.
Jackson- Bien, como quieras- Él suelta mi mano con pocas ganas y acomoda su espalda para pararse bien derecho y seguir imponiendo terror hacia cualquiera, Las puertas se abren y Jackson dirige su mirada hacia mi con cara de haber ganado una batalla, giro mi rostro hacia adelante y observo a una Esmeralda bastante alterada hablando con alguien, casi a los gritos. Esmeralda pelea con Mandy, la secretaria de Alexander, vaya a saber por qué razón. -Bueno, bueno. Demasiados gritos en este lugar. Mandy este no es tu espacio. ¿Puedes retirarte? ¿Esmeralda tienes todo listo?
Esmeralda- No, señor. Estaba en eso hasta que Mandy vino a interrumpir. -dice en tono acusador a la otra secretaria.
Mandy- Perdón simplemente necesitaba unos papeles y ella no me los quiere dar.
Jackson- ¿Qué papeles?
Mandy- Unos papeles que el señor Alexander le encargó a ella porque yo no estaba, pero ya esto aquí y quiero que me los de.
Esmeralda- Se los voy a dar al señor Alexander en cuanto termine de preparar todo para la reunión de hoy, me los encargó a mí y se los daré en mano.
Mandy- Pero lo hizo porque yo no estaba y ahora estoy. ¡Dámelos!
Jackson- Por favor, Mandy. Estoy ocupado y necesito a Esmeralda. Se los dará a Alexander en cuanto lo vea en la reunión. Ahora desaparece de mi vista, por favor.
Mandy- Si, señor. -dice y mira con odio a Esmeralda para luego irse.
Esmeralda- Disculpe señor por el espectáculo. No volverá a suceder.
Jackson- Claro que no volverá a suceder porque la próxima vez te despido. Termina de arreglar lo que tengas que arreglar. Mi esposa te ayudará a tener todo en orden.- me mira para seguir hablando- Iré a mis despacho, la reunión es en una hora aproximadamente.
Almendra- Bien, terminaremos de preparar todo.
Llamamos a Alexander para que esté listo para la reunión, él también debía estar y para mi asombro apareció Stephen en la sala de juntas cuando los hermanos Miller se encontraban hablando de otros negocios.
Stephen- ¿Cómo están los hermanos Miller?
Alex- ¡Stephen! ¡Qué bueno verte por aquí!
Jax- Pensé que estabas en Francia.
Stephen- Estaba por volver pero, decidí venir hasta acá y aceptar la propuesta de Alex de trabajar para la empresa, momentáneamente. Y como el inversionista con el que van a hablar es un viejo amigo, me pidió que esté presente en la reunión.
Jax- No puedo creer que se manejen como quieran en mi edificio.
Stephen- Además tengo una propuesta para hacerle a Almendra. Así que, decidí venir y hacerme presente para poder hablar con ella también.
Jax- En cuanto terminemos la reunión iremos a mi despacho a hablar tranquilo.
Stephen- Creo que no comprendiste bien, con Almendra vine a hablar.
Jax- Creo que no comprendiste bien, que lo harás cuando yo esté presente, amigo mío.
Stephen- Bueno, belleza. Creo que será el momento de decirle al ogro de tu esposa que me amas y que quieres el divorcio para casarte conmigo- dice mirándome y yo solo puedo reir por la cara que pone Jackson de fastidio a su amigo.
Stephen sabe que todo esto es mentira y ya estuve hablando con él, con el fin de ayudarlo en su trabajo en la empresa. Creo que ser secretaria de él y aprovechar a manejar todo aquello que necesite mientras no esté en el país, me mantendrá muy bien ocupada. Veremos cuál es la reacción de Jackson cuando se entere que no estoy interesada en la propuesta que él me hizo pero si, en la que Stephen pensó para mí.
Vuelve Stephen recargado. Veremos qué sucede con él, con su propuesta y con su presencia en la empresa.
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Contrato, matrimonio y algo más.
RomanceÉl es calculador, posesivo, obsesivo, distante y muy sexy. La relación con su abuelo y los intereses que tiene en cuanto a los negocios, lo llevan a pensar en firmar un contrato de matrimonio con su secretaria. Al principio parecía una excelente ide...