Almendra
No tengo control de mi cuerpo y le voy a echar la culpa al alcohol por ello, aunque estoy bastante cuerda en este momento. Jackson besa mis labios con tanta pasión que olvido por un segundo quién es él, quién soy yo.
Cierra la puerta con su pie, mientras me besa y me agarra la espalda con sus grandes manos. Ese contacto hace que me invada un escalofrío por todo el cuerpo. Coloco mis manos sobre su cuello y agarro fuerte su cabello, tirando de él, realmente este acercamiento me resulta muy excitante.
Jax- ¿Dónde está la habitación? -dice con apuro.
Almendra- Ahí. -señalo, él toma mi mano y camina llevándome hacia allá, prende la luz al entrar, como si supiera cómo funcionan las cosas en esta casa.
No puedo evitar soltar un suspiro por el momento que me dejó el corazón acelarado. Mi jefe, el ogro, mi esposo, Jackson, me mira con sus intensos ojos celestes y hace una cara que no reconozco, como si de verdad estuviera disfrutando este momento. Una media sonrisa se asoma y hace que me acueste en la cama, él se coloca sobre mi y acerca su cara a la mia, sin tocarme. Roza su nariz en mi piel, mi mejilla, mi cuello y lentamente va bajando. Mi respiración se acelera, mis piernas tiemblan y con mis manos siento la necesidad de tocarlo, lo cual impide, me agarra ambas manos y las coloca sobre la cama nuevamente. No me queda otra opción que apretar fuerte el acolchado y descargar mis ganas allí.
Sigue donde se quedó, ahora no roza mi piel con su nariz, hace un caminito mordiéndome suavemente. Ya está, perdí la cordura por completo. Se dirige hacia mi pecho y ahora se me está por cortar la respiración. Necesito que me toque, que me desnude que me haga delirar...Pero no veo que se esté preparando para hacerlo. Sigo metida en mis deseos hasta que siento que con su lengua está en el borde de mi vestido y mete sus manos en él para bajar mi ropa interior. Ayudo un poco levantando mi cola, es instinto. Saca mi less y coloca mi pierna derecha en su hombro, deja besos desde mis tobillos y va subiendo, junto a él mi vestido también lo hace. Estaba mirando la escena pero realmente no puedo más, tiro mi cabeza hacia atrás apoyándola en la cama y él se pierde entre mis piernas.
Por la mañana...
Me despierto con algo de resaca y con el cuerpo algo molesto. Recuerdo bien claro cada detalle de la noche que pasé con Jackson. Largo un profundo suspiro e intento salir de la cama para enfrentarme a él y a mi realidad. Lo hice con mi jefe, mi ogro jefe, mi esposo por contrato, Jackson Miller, tendré que contárselo a mi amiga, pensé.
Me levanto, me coloco mis pantuflas y busco ropa limpia de los cajones. Luego salgo de la habitación, llamo a Jackson pero no responde. ¿Dónde se habrá metido? No parece que esté en el departamento. Voy a la cocina, al baño, al balcón, pero nada. Definitivamente se marchó. Voy a la cocina con una mezcla de frustración y allí me quedo unos minutos, hasta poder cambiarme. Creo que voy a ir a la oficina para podee hablar con él.
Jackson
Decido irme del departamento de Almendra hacia mi casa, no sé en qué estaba pensando cuando comencé a provocarla, luego ya no podía pensar más, la lujuria se apoderó de mí y no hubo vuelta atrás. Decidí irme para poder bañarme y descansar algunas pocas horas.
Me acosté pero no pude dormirme, igualmente los últimos meses han sido así. No sé por qué razón no voy con las ojeras por el suelo.
Me levanto de la cama y no puedo borrar de mi mente el aroma del cuerpo de Almendra. ¿Por qué estaría mal tener algunas noches de pasión con ella? En definitiva es mi esposa. Busco ropa limpia en el vestidor y voy rumbo a la oficina. Tengo que dejar de pensar estupideces. Tengo que dejar todo en condiciones ya que, el fin de semana no me dejarán encargarme de nada. Mi madre tiene en mente una mega fiesta por nuestro casamiento y no sería adecuado que en la ceremonia hablemos de negocios.
Estaciono el auto en mi lugar designado y bajo de él con la misma seriedad de siempre, en el edificio me temen y eso me encanta, cuando llego las personas se acomodan rápidamente en su lugar, todo está bajo control, es lo que me destaca en el mundo de los negocios.
Coloco la alarma del auto y me acerco hacia donde están los de seguridad, realmente no recuerdo cómo se llaman y eso es lo que menos me importa. Me saludan como corresponde y subo a mi ascensor personal, en realidad es de la flia y asociados, es para no mezclarnos con los empleados. Voy hasta el quinto piso, donde me corresponde. Salgo del ascensor y mi nueva secretaria se para de inmediato, al verme. Saluda, dá la vuelta a su escritorio y seguramente fue a buscar mi café porque marchó rumbo a la cocina. ¿Cuántas veces le tengo que decir que lo tiene que tener preparado para cuando yo llego? ¡Es increíble que Almendra no haya podido ayudar con esto!
Acomodo mi silla y comienzo a ver mi ordenador, al menos eso sí puede tener listo esta mujer.
Almendra
Me cambié luego de una rica ducha y ahora voy camino a la oficina. Quiero ver si puedo ayudar a Esmeralda con algo de todo lo que tiene que dejar preparado Jackson antes de nuestros casamiento. En realidad solo lo hacemos para darle el gusto a su madre ya que, estamos casados.
Llego al edificio y de lejos veo a Ricardo que ya me mira con un enorme sonrisa.Ricardo- ¿Cómo está la nueva señora Miller? Siempre es un placer verte.
Almendra- Para ti, sigo siendo Almendra. Nada de señora Miller. Por favor -digo con un puchero ya que él me hace "No" con la cabeza de ante mano.
Ricardo- El señor Miller me llega a escuchar que me refiero a su esposa por su nombre y me cuelga.
Almendra- El señor Miller te puede colgar por cualquier motivo. Así sea que se haya levantado de malhumor. Así que tú tranquilo que de él me encargo yo.
Ricardo- No me arriesgaré. Pero agradezco la confianza.
Almendra- Eres un caso perdido. Bueno, voy a subir. ¿Jackson ha llegado?
Ricardo- Tengo entendido que si, el señor llegó hace una hora más o menos.
Almendra- Perfecto. Gracias Ricardo. Nos vemos luego.
Ricardo- Hasta luego señora Miller. -me dice con una sonrisa en el rostro, haciéndolo a propósito.
Subo al ascensor, debería utilizar el privado, pero no me acostumbro a ello. Llego a nuestro piso, bajo y veo a Esmeralda hablando sola, diría que está loca, pero creo que ha entrado en alguna crisis de nervios...
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Contrato, matrimonio y algo más.
RomantizmÉl es calculador, posesivo, obsesivo, distante y muy sexy. La relación con su abuelo y los intereses que tiene en cuanto a los negocios, lo llevan a pensar en firmar un contrato de matrimonio con su secretaria. Al principio parecía una excelente ide...