Capítulo 26

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Jackson

Pero no... No la besé ni me besó, cuando me percaté de lo que estaba por pasar giré mi cara y volví a sentarme firme, respirando profundo y con ambas manos sobre la isla.

Jackson- Que descanses, si necesitás que te ayude a subir, sólo tienes que perdírmelo.

Almendra- Si, te agradecería que me ayudes, aunque estoy mucho mejor.

La tomo del brazo y subimos en silencio las escaleras. La acompaño hasta la puerta de su habitación, se acerca y se para en puntas de pie para darme un beso en la mejilla. Ebria es mucho más agradable que sobria, pienso y río internamente por mi comentario. Mientras ingresa a la habitación, me doy vuelta para seguir rumbo a la mía y cierro la puerta sin mirar atrás.

Varios días después

La familia Miller ha vuelto de Francia, han llegado hace dos días, Sarah está terminando de organizar todo ya que, el fin de semana Almendra y Jackson se casarán en una ceremonia realizada en un castillo, con amigos y familiares presentes, es lo que ha logrado Sarah, ofendida por la actitud de su hijo y de su nuera de casarse en secreto.
Almendra todavía no se mudó con Jackson, pero es algo que realizarán luego de la boda con la excusa de no haber elegido el lugar indicado, todavía. Sarah también ha estado participando de la elección de la casa donde vivirá el joven matrimonio.
Jackson ha vuelto a la oficina a hacerle la vida imposible a su nueva secretaria, Esmeralda, y Almendra también volvió para apaciguar la intensidad de su marido y poder ayudar a Esmeralda a seguir su ritmo. Sobre todo quiso aprovechar para acercarse a él ya que, desde que llegaron de Francia no le ha dirigido palabra alguna, siquiera le a hecho una muestra de afecto en público, frente a su familia. Sabía que su ogro jefe er baatante ogro, pero no tanto.

En la oficina

Esmeralda- Señora Miller el señor Alfonso se ha comunicado y quiere saber si puede encontrarse luego del almuerzo para hablar de algo importante.

Almendra- Confirmale, por favor.

Esmeralda- Bien y el señor Stephen O'Donnell dijo que lo llame en cuanto se desocupe.

Almendra- Gracias, Esmeralda. Puedes retirarte.

Almendra tomó el teléfono de la empresa y marcó el número de su nuevo amigo, Stephen. Llamó dos veces y en la segunda oportunidad escuchó que un teléfono empezó a sonar en la puerta de la oficina de su marido.

Stephen- ¡Adivina quién viajó desde tan lejos para verte, preciosura!

Almendra- ¡Stephen! ¿Cuándo llegaste?

Stephen- Hace unas horas. Llevé las valijas a mi casa y vine inmediatamente para aquí. Quería verlos, pero creo que mi amigo no está presente.

Almendra- No. No sé dónde se mete, últimamente.

Stephen- No querrás saber- dice entre dientes para que no escuché la mujer que tiene cerca-

Almendra- ¿Cómo?

Stephen- Nada, no me hagas caso. Estoy maldiciendo que no se encuentre presente. Quería llegar mucho antes, pero el trabajo no me dejó. Acomodé lo más que pude para estar aquí, en su boda. Aunque ya hace varias semanas que están casados... Y sobre todo quería que me confirmen las despedidas de solteros de ambos.

Almendra- ¿Las qué?- dice sirviéndole algo de agua al Francés-

Stephen- No han tenido despedida de soltero o soltera. Por lo tanto, creo que soy el ideal para preparar una. Pueden hacerla juntos ya que, ya están casados.

Almendra- Yo creo que no es buena idea y además a Jackson no le va a gustar.

Stephen- A Jackson no hay idea que le guste, salvo aquella que le dé mucho dinero y que lo haga sentar cabeza en el mundo de los negocios.

Contrato, matrimonio y algo más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora