Contrato, matrimonio y algo más.

Capítulo 25

Almendra

Ya no recuerdo cuántos tragos he tomado. Lo que el hombre sentado a mi lado en la cena, estaba tomando era un trago llamado "Old fashioned" quedé embobada cuando lo vi y despues de unos minutos me di cuenta que ya había visto cómo se lo prepara en la película " Loco y estúpido amor". Jamás en la vida lo había tomado, de hecho no me gusta el whisky, pero he hecho una excepción con este trago.
La cabeza me da vueltas y el piso también, voy al baño, abro la puerta y entró. Me miro al espejo y tengo todo el maquillaje corrido. ¡Dios mio mi cara! Me lavo y comienzo a sacarme un poco de lo que se me corrió y vuelvo a pintarme. Ahora al menos estoy presentable. Saco mi celular y veo que me quedé sin bateria, así que, decido volver al penthouse de Stephen. No tengo idea qué hora es, pero le pediré a Stephen que me llame un taxi para no volver sola.
Salgo del baño y camino entre la gente, un hombre toma mi brazo, se pone a bailar conmigo yo acepto el baile, me parece que es un hombre muy guapo y de repente me olvido del mundo nuevamente.
Me dejo llevar por la música y ya no siento que mi cuerpo responda a mi mente, me muevo al ritmo de la música y cierro los ojos, mi pareja de baile me da media vuelta y apoya su mentón en mi hombro, bailamos de manera muy sensual, siento cómo sus manos recorren mi cuerpo, cómo se apoya en mi y no queda espacio entre nosotros. Seguimos bailando pegados, intercambiando caricias mediante el baile pero, no soy lo suficientemente consciente para alejarlo, al contrario, disfruto mucho de la escena, creo que me está afectando demasiado la falta de sexo. Seguimos bailando y veo a lo lejos una silueta muy conocida, no pongo demasiada atención hasta que veo a Stephen acercarse desde un costado, hago foco y veo que la silueta del hombre, en cuestión está casi arriba nuestro. Creo que veo fantasmas porque la imagen de Jackson viene a mi mente. No, en realidad no viene a mi mente, en realidad es Jackson que se acerca bastante enojado y sin quitarle la vista a quien me acompaña.

Estaba por tirarse encima de mi compañero de baile cuando en el camino lo intercepta Stephen.

Stephen- ¡Jackson! ¡Qué placer verte por acá!

Jackson- Quítate de mi camino. -dice echando humo

Stephen- No, porque ya conozco esa cara y no quiero peleas, no quiero escándalos. Déjalo que se marche y quédate tú con tu esposa. -Termina de decir eso y Jax hace contacto  visual conmigo. Debo decir que la adrenalina, el alcohol en la sangre y esa mirada de encabronado hicieron que este sea el momento más caliente que he vivido con mi jefe.

Jackson- ¿Qué diablos crees que haces?

Almendra- ¿Yo? Bailar. ¿Cuál es el problema?

Jackson- Grr -Ok, no sé bien qué fue eso- Vámonos. -se da media vuelta sin esperar ninguna respuesta, pero igual se la di.

Almendra- No quiero. -gira sobre sus talones y da unos pasos hacia mi, coloca su nariz muy pegada a la mia y siento su aliento cálido en mi cara, esto termina por excitarme por completo.

Jackson- No fue una pregunta Anderson.

Almendra- Señora Miller -digo y le muestro el anillo en mi dedo.

No puedo explicar bien qué fue lo que pasó pero en un simple movimiento me colocó sobre su hombro como si fuera un costal de papas y cuando pude percatarme de lo que estaba pasando, ya me estaba bajando en la vereda, cerca de su auto.

Almendra- ¿Qué crees que estás haciendo?

Jackson- Sube al auto Almendra. No quiero tener que meterte por las malas.

Almendra- No, claro te costaría muchísimo eso. -digo y subo al auto- ¿Se puede saber por qué vienes como un loco sin sentido a interrumpir el...

Jackson- ¿El qué? ¿El baile de apareamiento que estaban haciendo?

Almemdra- ¿Qué dices? Por favor, deja de hablar pavadas. Era un simple baile.

Jackson- Creo que hasta los de seguridad se dieron cuenta de las intenciones que tenía ese tipo contigo.

Almendra- No hables pavadas, Jackson.

Jackson- Creo que nunca entendiste que debes guardar la compostura. Eres una mujer casada ahora. Además ¿Dónde diablos está tu móvil?

Almendra- Quizás en la cartera, no lo sé. -hago memoria y la imagen en el baño vuelve a mi- está en mi cartera, se apagó. ¿Y tú qué haces aquí?

Jackson- Son las 5.30 de la mañana y dijiste que volverías temprano, AJ me dijo que no te trajo él. Quería saber qué estabas haciendo que no respondías y creo que llegué justo a tiempo.

Almendra- Deja de fastidiarme Jackson. No iba a pasar nada... nada que yo no quisiera... -Concluyo y su cara pasó de fastidio a enojo

Llegamos al penthouse de Stephen, trato de caminar lo más tranquila posible, pero se me mueve todo, casi caigo al piso, ya que tropiezo con un escalón que hay cerca de la división de la cocina y el living, pero por suerte Jackson logró agarrarme a tiempo. No hemos intercambiado palabra despues de la discusión en el auto, así que lo miro y hago un simple gesto de agradecimiento.
Sosteniéndome el brazo me lleva hasta la cocina y me sienta en una banqueta cerca de la isla, sería más práctico dejar la situación ahí no más e irme a dormir, pero por una extraña razón no puedo moverme de mi lugar, ni quiero.

Me preparó café y antes de servirme en una taza, me dio un vaso con agua.

Jackson- Esto te hará sentir mejor. Ya vas a ver .

Almendra- Gracias. Igualmente no me siento mal. -digo y golpeo mi cabeza mentalmente. Él toma asiento al lado mío.

Jackson- Tu cara no dice lo mismo.

Almendra- Mi cara sabe disimular muchas cosas.

Jackson- Cuando quieres. Hoy por ejemplo no quisiste disimular nada con tu acompañante.

Almendra- No estaba en condiciones de disimular nada.

Jackson- Si, me di cuenta. ¿Si yo no llegaba iba a pasar algo?

Almendra- Quizás... Realmente no lo sé. -Nos quedamos mirándonos, mi vista va desde sus ojos hacia sus labios. - Creo que mejor me voy a dormir. -me acerco a Jackson para darle un beso en la mejilla, me dijo Stephen que es algo que le reclamó el otro día, por ende quiero darle un beso, él corre su rostro y lo deja muy cerca del mío. Vuelven a mí las sensaciones de adrenalina y Excitación, no lo puedo evitar. Nuestras narices se rozan y nuestros labios buscan tener contacto.