Capítulo 27

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Almendra

Realmente esa limusina es espectacular. Jamás pasaríamos desapercibidas por las calles de la ciudad, igualmente eso no me molesta para nada.
Al entrar vemos que hay luces de colores por todos lados, bebidas y una pizzas que estaban sobre uno de los asientos. Todo demasiado salido de una película, una buena película de juerga.
La música, las luces, los colores, la bebida nos llevaron a crear un ambiente super divertido. Por momentos con María sacábamos la cabeza por la ventana del techo para ver el paisaje, la noche no estaba muy linda, el cielo nublado amenazaba con llover y " aguar" nuestra despedida, mi despedida, aunque era poco probable que lo permitamos. En otro momento quienes sacaban la cabeza eran Julia y Laura, pero quién más disfruto del asunto fue Antonela que cantaba a gritos y saludaba a la gente que andaba por la calle, cual loca desquiciada.
Dimos una cuantas vueltas, casi dos horas de puro karaoke, cigarrillo y alcohol.

AJ estaciona el vehículo y nos abre la puerta. Nos asomamos con las chicas y bajamos algo desconcertadas.

Julia- ¿Qué hacemos acá A.J?

A.J.- El señor O'Donnell me ha pedido que las trajera hasta aquí. Yo solo sigo órdenes.

Julia- Muy bien. Entonces entremos.

El lugar estaba completamente oculto, el portón cerrado no dejaba ver nada para el otro lado y era demasiado alto como para subir y espiar. ¿A dónde nos había mandado este hombre? Luego de atravesar la gran muralla, observamos una casona vieja que tenía mucha pinta de ser salida de una película de terror, me imaginaba que en cualquier momento Jackson saldría corriendo con un machete en la mano y nos mataría a todas. ¿Por qué Jackson no? En fin, entramos y una recepcionista nos dio la bienvenida, AJ, que había entrado con nosotras dijo una palabra que no identifiqué y nos señaló la puerta de un armario. AJ nos guió, abrió la puerta y nos quedamos mirando la secuencia. 

Al abrir la puerta observamos unas escaleras que llevaban para el subsuelo, el ambiente muy subte de Nueva York nos descolocó. Ninguna dio ningún paso y nos quedamos mirando por unos largos y silenciosos segundos.

AJ -Yo creo que la chica está esperando que entren y el señor O'Donnell las espera abajo.

Julia- Vamos chicas. Esto va a ser divertido. Es como ir a Narnia -dice demasiado contenta y descomprimimos nuestra preocupación una vez que Julia comenzó a bajar.

Debo reconocer que el ambiente es muy hipnotizador, parece que nos encontramos en las vías de un subterráneo, vemos muchos vagones en donde hay mesas y la gente está comiendo muy tranquila y otros en donde pasan música y la gente baila alocada, estamos observando cada cosa que sucede cuando alguien de atrás logra asustarnos.

Stephen- ¡¿Les gustó la sorpresa?! Espero que a ustedes sí, sobre todo a tí mi querida Almendra, porque mi amigo ya tiene ganas de irse. -Lo miro sorprendida y sigue hablando- Vengan que tenemos un lugar especial para nosotros esta noche. -Nosotras caminamos emocionadas siguiendo sus pasos, a lo lejos observé a Jackson sentado en un sillón encuerado con mucha cara de fastidio, como siempre y junto a él las respectivas parejas de mis acompañantes. No tiene sentido una despedida de soltera con parejas, pero al fin y al cabo, esto es contrato y nosotros ya estamos legalmente casados.

Las chicas saludaron a sus maridos, María y Laura me empujaban y yo no entendía qué era lo que querían... Claro, nunca saludé a MI marido. Me acerco, le doy un beso cerca de los labios, con las luces parpadeantes, nadie se daría cuenta que en verdad no lo besé. 

Nos acomodamos, el ambiente era realmente hermoso, como una discoteca pero, ambientada en los suburbios del subte. 

Pasan las horas, pasa la noche, nos turnamos para ir a bailar y claramente con mis amigas empezamos a tomar algunos tragos que nos parecen graciosos sus nombres. 

Contrato, matrimonio y algo más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora