— ¿Podemos hablar de lo que en verdad importa? Deben saber que está sucediendo, al menos lo último que sé.
Si se tenía que ser honesto nadie estaba prestando atención, Dana seguía temblando un poco, que un alfa te amenazara era aterrador sin duda. Morgan ya ni siquiera sabía que pensar, su mente seguía en lo que le había sucedido a la madre de Lang, pero sabía que preguntar en ese momento podía ser una terrible idea y para ser honesta no quería tener que volver a lidiar con la alfa fuera de sí y terminar arriesgando la seguridad de su propia madre.
— Si son mates. — Murmuró Dana, esa era la verdadera sorpresa, al menos para ella que de alguna forma trataba de convencerse de que la humana estaba engañándolas.
— Regresemos al tema, Dana.
— Lang ¿Tienes una idea de lo que significa? Nos estamos poniendo en peligro, es una humana.
— ¿Estamos volviendo a esto?
— No, no, es que...
— No hay más pretextos Dana, debiste sospechar algo así cuando fuimos hasta la ciudad por su madre
— ¿Nos odias tanto? — Preguntó Morgan. —Al menos dime porque. — Seguro lo hubiera hecho, no tenía problemas en restregárselo en la cara, pero solo la presencia de la alfa la intimidaba en ese momento.
— No los odio.
Lang se sentó en medio de las dos para romper cualquier intensión de alguna de seguir la conversación, no estaba lista para contarle ciertas cosas a su omega y no quería tampoco que Dana abriera la boca de mas.
— Morgan no es más una humana, no la llames más así.
— ¿Y ya se transformó? La manada la necesita, los ayudaría a sentirse seguros.
— Eso duele.
Que la mataba, Dana mataría a Morgan en cuanto su amiga se despistara ¿Cómo se atrevía a siquiera mencionar aquello? Era todo un orgullo la transformación de un licántropo, una ceremonia sagrada que debía pasar si quería llamarse la luna de la manda.
— Lo hará en la siguiente luna llena. —Aseguró Lang, sabía que de cualquier manera no tendría opción, la Luna la obligaría a hacerlo.
— Alfa ¿La ceremonia se postergará debido a los cazadores? Dudo mucho que tu padre se arriesgue.
— Al contrario, creo que será el momento más seguro, las patrullas seguirán con normalidad y el resto de la manada estará reunida, se pedirá ayuda de algunas guardias de vampiros para asegurarnos que las cosas salgan bien.
Todas las energías de la alfa se habían drenado en esa pelea, energía necesaria para seguir soportando a cualquiera en ese momento, ni siquiera recordaba lo que pensaba decirles originalmente, si, peligro, esas cosas que seguro ya sospechaban ¿Era algo importante lo que debía decirles? Si lo era, lo recordaría después.
— Informa esto al beta de mí padre, que avise al alfa y en caso de que acepte realice los preparativos, la ceremonia de sucesión, la mía y la de los betas, después hablaré contigo si algo falta.
— Así sea, hablaré con mi padre. — Asintió, agachó la cabeza una vez más y salió de la habitación lo más rápido que pudo, más rápido incluso que lo que tardó en decir esa frase, necesitaba tomar un poco de aire fresco antes de seguir con sus tareas.
— ¿Dana es hermana de los trillizos? — Seguro que eso no era lo más importante en ese momento pero Morgan se encargaba de aliviar un poco la situación sin siquiera darse cuenta, pero lo hacía muy bien.
— Si, lo son, aunque en realidad no suelen pasar mucho tiempo juntos, Dana tiene obligaciones, además, no le gustan demasiado los niños. — A Lang le dolía la cabeza, había tenido que pensar demasiado en el día, seguro un par de neuronas se habían quemado del esfuerzo.
— ¿Por qué su padre el beta de la manada y a ella le llamas tu beta?
— Eso está en los libros. — Dijo con toda la intención de librarse para poder ir a su cama a descansar un poco.
— No leí mucho sobre eso, solo busque información para saber que me sucedía.
— ¿Entonces no sabes nada de la manada? — El rostro de Morgan decía que en definitiva no sabía nada, maldición, si no fuera tan linda seguro que la mandaría al carajo en ese momento pero no podía resistirse a su omega. — Ella nació con ese cargo asignado, tanto mi padre como los suyos estuvieron de acuerdo con eso, en que ella sería mi beta, mi mano derecha.
— ¿Y Samuel?
— A él yo lo elegí, su fuerza y lealtad eran importantes para mí.
— Pero aún ninguno es el beta, nadie de ustedes tiene un título real, entonces ¿La sucesión?
— Ellos tendrán que pelear, quien gane tendrá el título. — Deshonra absoluta para el que perdiera, claro estaba, esas eran las reglas, pero era tan triste porque esos tres habían sido amigos desde que tenían memoria, que quedara muy claro que no había resentimientos pero dejarían todo en esa pelea, Samuel pelearía por el honor de su padre, para llevar a su familia el título por primera vez y Dana para conservarlo una generación más. — O, quizá, solo si la Luna así lo quiere, los dos podrán tener el título pero eso no ha pasado en décadas.
— La Luna, la diosa Luna. — Repitió entre dientes. — Y yo soy su elegida.
— Tú brindarás la paz y la seguridad a la manada, los mismos atributos que nos brinda la diosa... pero para eso deberás transformarte y tener tu propia ceremonia de presentación.
— Pero no la mencionaste hace un momento. —Gritó espantada lo que solo empeoró el dolor de cabeza de Lang.
— En verdad no leíste nada que no te interesara. —Rumeó un tanto molesta, no con Morgan, más bien con su propia falta de inteligencia, era obvio que una persona tan asustada por el cambio no le interesaría todo aquello que describían los libros. — Pensé que no querrías hacerla, por eso tenía que hablar contigo.
— Lang, no quiero nada de esto, no quiero esta responsabilidad... quiero mi vida de antes. — No podía evitarlo, no quería sonar repetitiva y hacer un berrinche la molestaba más a ella misma de lo que pudiera molestar a nadie más pero, siempre hay un pero, como no, ahora las cosas parecían aún, AÚN más aterradoras con todo eso de los cazadores.
— Lo siento. —Repitió bajito, no tenía nada más que decir. — Si no quieres hacer la ceremonia esta luna llena está bien, no podré evitar que te transformes pero al menos no tendrás que presentarte frente a la manada, me aseguraré de que nadie se entere de ti hasta que estés lista.
— No quiero estar lista, no quiero estar contigo.
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Poco Convencional
Science Fiction¿Quién ha de creer que los mundos de fantasía existen? Claro que Morgan no lo creía, ni cualquier persona normal hasta que una chica torpe llegó como estampida a su vida diciéndole "Te amo" " Estamos hechas la una para la otra" Y aunque eso no era...